Los resultados de las elecciones generales del pasado domingo han demostrado que el planteamiento del PSPV-PSOE en las municipales y autonómicas fue desacertado en la provincia de Alicante. Los más de 44.000 votos que ha conseguido Pedro Sánchez respecto a los que obtuvo Ximo Puig hace un mes, dejan a las claras o el castigo del electorado para el castellonense o la mejor campaña de Alejandro Soler (y Ferraz) que la del PSPV.

Sin embargo, también hay municipios que revelan a las claras otros "castigos" electorales en el ámbito local. Uno de ellos es Calpe, la única localidad del litoral de la provincia en la que el PP (2.151 votos, con un 33,49% y un crecimiento respecto a hace cuatro años de 9,55 puntos) perdió frente al PSOE (2.214 votos, con 34,48% y un aumento respecto a 2019 de 2,49 puntos).

Los sucesos políticos tras el cambio de candidato antes de las municipales parece que tienen mucho que ver con este hecho. En enero, el PP decidió que su candidata no fuese la alcaldesa Ana Sala, y que volviese el diputado nacional César Sánchez a la política local. Sala rompió con el PP y montó un partido político: Somos Calpe. El 28M este partido consiguió seis concejales y ya gobierna con el apoyo del PSOE.

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Sin embargo, este hecho no parece preocupar al PP que considera que las diferencias que mantiene con el PSOE en el municipio (más de 60 votos) son esperanzadoras. Sobre todo porque afirman que Sala ha pedido internamente el voto para Vox que es en Calpe uno de los pocos municipios en los que ha aumentado respecto a 2019, un 0,1%. Si a eso se añade que no había voto extranjero (del que también se nutre el PP en las municipales), hay ante ellos un futuro prometedor.

Otro de los municipios en donde ha quedado a las claras un castigo para el partido local y el exalcalde es San Vicente del Raspeig, sexto en población en la provincia. El pasado domingo ganó las elecciones el PSOE (con 10.430 votos, el 33,47% y un crecimiento respecto a hace cuatro años de 4,96 puntos) después de haber perdido la Alcaldía que ostentaba Jesús Villar hace un mes ante el popular Pachi Pascual. Antes de las autonómicas y municipales el PP no ganaba unas elecciones desde 2016. 

En Guardamar, por ejemplo, el caso al sido el contrario. El alcalde socialista José Luis Sáez mantuvo muy bien el tipo en las municipales sacando más de mil votos al PP (3.460 a 2.394) que ganó las autonómicas. Y nuevamente, en las generales el PP (con 2.707 votos, el 41,11% ha crecido respecto a hace cuatro años en 14,8 puntos) frente a un PSOE que apenas sube (con 2.057 votos, un 31,24% y un amento respecto a 2019 de 0,49 puntos).

En donde el descenso de Vox ha sido más señalado es en Monforte del Cid, donde ganó las lecciones de 2019. Vox ha pasado de primera a tercera fuerza política (1.020 votos, con un 22,42% y descendiendo resto a hace cuatro años en 4,3 puntos). Ha ganado el PP, pero se da la circunstancia de que el partido de la alcaldesa María Dolores Berenguer (EU) que logró 1.650 sufragios el 28M, no se presentaba. O que no ha hecho campaña para Sumar, que apenas ha logrado como cuarta fuerza política poco más de 500 votos.