El comité electoral provincial del PP de Alicante ha decidido que el alcaldable a las elecciones municipales de Calp el último domingo de mayo sea el diputado nacional y exalcalde, César Sánchez, quien a su vez fue el presidente de la Diputación durante el anterior mandato.

Las razones esgrimidas en el seno de la formación política se basan en las actuales tensiones en el grupo municipal popular del Ayuntamiento de Calp y en el conjunto del partido en el ámbito local. Unas tensiones, aseguran, que amenazaban la continuidad del proyecto con una posible escisión de cara a los comicios.

Esta decisión no ha sentado muy bien a la actual alcaldesa y sucesora de Sánchez en 2019, Ana Sala, que a las 12 horas ha convocado una rueda de prensa para mostrar su rechazo a los argumentos de la dirección provincial del partido. Incluso negando lo que desde fuentes del PP de Alicante sostienen: que se le estaba buscando una salida política en las listas autonómicas.

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En una comparecencia poco habitual, Ana Sala ha calificado la decisión del partido de "arbitraria" y ha buscado como referentes de actuaciones similares los casos de Pablo Casado, Teodoro García Egea o Isabel Bonig, muy distintos a su situación actual. Y es que todos ellos dejaron las presidencias y secretaría general del partido en el ámbito nacional y autonómico, mediante un congreso.

En el caso de Sala, al tratarse de un municipio de más de 20.000 habitantes, la decisión de su continuidad pasaba por el comité electoral regional del PP tras escuchar las razones del comité electoral provincial de Alicante. Dos órganos que en la actualidad están plenamente coordinados bajo la presidencia autonómica de Carlos Mazón.

Sala, también ha deslizado la posibilidad de "alguna traición" por parte de sus compañeros de grupo municipal y partido, asegurando que seguirá de alcaldesa hasta el final del mandato, el próximo mes de mayo.

Desde el PP recuerdan que es muy improbable que se decida presentar a otro candidato o candidata a alcaldable en un municipio donde se gobierna, como es el caso de Calp. Y que si se hace es por razones de fuerza mayor, o cuando el alcalde decide retirarse voluntariamente por edad o por cambios en su carrera política, o cuando está en peligro el proyecto.

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Al parecer en este caso se ha dado la segunda de las posibilidades ante los problemas de Sala con sus concejales, algo que venía preocupando al PP de Alicante desde hace meses.