Pamplona salió a la calle el día 7 para condenar las agresiones.

Pamplona salió a la calle el día 7 para condenar las agresiones. EFE

Política

La joven violada en San Fermín: “Intenté escapar, me taparon la boca para no gritar"

Así narró la víctima su agresión  a la Policía: 4 chicos le obligaron a mantener relaciones sexuales en un portal, según el atestado.

14 julio, 2016 01:34

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"Intenté escaparme, pero no pude. Me taparon la boca para que no gritara". De este modo relató la joven víctima de una presunta agresión sexual en Pamplona lo que le acababa de suceder la primera noche de San Fermín a los agentes ante los que presentó la denuncia. Según el atestado policial al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, cuatro chicos sevillanos a los que había conocido media hora antes le forzaron a tener relaciones sexuales con ellos en un portal. Al acabar, la dejaron tirada en suelo y se fueron corriendo.

La chica (que cumplirá 19 años en octubre) había llegado a Pamplona a las 18.30 del día 6 en coche desde Madrid con un amigo. Dejaron el vehículo aparcado en la zona de soto Lezkairu y desde ahí se dirigieron hacía el Casco Viejo para disfrutar de la fiesta. La noche comenzó para ellos en la Plaza del Castillo donde asistieron a un concierto, pero el acompañante de la joven se fue antes que ella, en torno a la 1 de la madrugada. Se retiró a dormir al coche en el que habían viajado.

La víctima no se quedó sola dado que, según declaró, se encontró con unos amigos de la universidad, pero les perdió de vista a las 3 de la madrugada, media hora después de que terminase el concierto. Ella decidió irse a sentar a un banco situado en la misma la Plaza del Castillo, dirección Bajada de Javier.

Les conoció en un banco

En ese mismo banco había un chico hablando con otros tres jóvenes que estaban de pie. El que estaba sentado comenzó a hablar con ella. "¿Qué haces en San Fermín?, ¿de dónde eres?", dice que le preguntó. En su relato, la joven dijo que les había notado el acento andaluz y que posteriormente ellos le reconocieron que eran de Sevilla. En todo momento habló de cuatro hombres pese a que son cinco los jóvenes detenidos y encarcelados por estos hechos. 

A los cuatro los describió de la siguiente manera: El que habló con ella es de "complexión fuerte, 165 cm de altura, pelo corto y castaño con un tatuaje en el abdomen de semi esfera con unas letras gruesas". "Otro medía 160 cm, ojos claros pelo castaño y corto, barba de tres días, delgado, reloj con esfera muy grande y un tatuaje parecido al del primero". "El más alto de los cuatro mide unos 175, muy moreno de piel, pelo corto, barba frondosa, ojos oscuros y un gorro rojo". "El último era moreno de piel, pelo corto rapado y sin barba".

La joven narró que cortó la conversación diciendo que se iba al coche a dormir, pero ellos decidieron acompañarla argumentando que "ellos también iban a dormir en un coche", si bien en ningún momento le dijeron dónde. Tampoco llegó a preguntarles el nombre a ninguno de ellos.

Ellos intentaron entrar en un hotel

Los cinco se fueron por la Avenida de Carlos III, dirección Plaza de las Merindades. En ese paseo la chica iba por detrás hablando con el joven del reloj grande y los otros tres iban algo adelantados. En un momento de ese recorrido, los tres jóvenes que iban por delante intentaron entrar en el Hotel Leire, "pero el vigilante de seguridad se lo impidió" al no ser clientes del mismo.

Fue una vez dejado atrás el hotel cuando la chica comenzó a sentirse molesta con la actitud de sus acompañantes. Según su versión, comenzaron a agarrarla de los hombros y a abrazarla. Por eso ella dice que decidió seguir su camino por otra dirección, concretamente por la calle Tafalla. Argumentó que era la forma más corta para llegar al coche, una excusa para perderles de vista que no dio resultado porque ellos insistieron en acompañarla.

En ese camino llegaron finalmente al número 5 de la calle Tafalla donde había otra chica tocando el timbre para que le abrieran la puerta del portal. Eran las 3.30 de la madrugada cuando el joven del reloj grande con el que había ido hablando todo el trayecto le agarró por un brazo y otro chico de los que había conocido en el banco le agarró por el otro brazo y la metieron en el portal.

El momento del asalto

Recuerda la joven ante los agentes que la puerta era “de cristal templado y en el interior había unos trasteros con puertas de chapa”. Es ahí cuando la joven dice que intentó soltarse pero no pudo, tampoco pudo gritar porque el chico del reloj le tapaba la boca. "Una vez dentro me rodearon los cuatro y me tiraron al suelo, en esa posición me quitaron el sujetador y me quitaron los botones del pantalón", prosigue el relato en el que los cuatro le obligaron a tener relaciones sexuales.

Según confesó, no le llegaron a pegar. Uno le sujetaba la cadera y otro le sujetaba el cuello. "Estaba bloqueada debido a la situación", relató. En el atestado no se hace referencia a ninguna grabación por parte de los presuntos agresores.

Acto seguido los cuatro se marcharon corriendo del lugar, ella se levantó del suelo y se puso bien la ropa y salió a la calle. Buscó su móvil, pero no lo encontró. Volvió a la calle Carlos III y se sentó en un banco a llorar. Poco después pasó por delante de ella una pareja que llamó a la Policía después de que les contase lo que le acababa de suceder.

Presentó un parte médico

Los agentes encontraron en el lugar de los hechos la tarjeta SIM de su teléfono (de la compañía Jazztel) así como una tarjeta de memoria micro SD, que se quedaron para la investigación. La Policía Municipal ofreció a la joven los servicios de un abogado y un psicólogo, pero ella lo rechazó. Declaró a las 7.09 horas del día 7 de julio ante dos agentes en la comisaría de la Policía Municipal, donde se presentó con un parte médico. 

El juez de guardia de Pamplona decretó dos días después el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de los cinco detenidos. El juez indica que en la grabación de los hechos "se aprecia la participación colectiva de todos ellos" a los que imputa delitos de agresión sexual y un delito de robo con violencia o intimidación por el robo del teléfono móvil de la chica. Uno de los detenidos es guardia civil.