Imagen de archivo de distintos frutos secos. Foto: iStock.

Imagen de archivo de distintos frutos secos. Foto: iStock.

Vivir

¿Sientes ansiedad por comer? Quizás se deba a los picos de glucemia, así puedes controlarlos

Existen numerosos alimentos como los vegetales verdes o los frutos secos, que pueden ayudar a sobrellevar enfermedades como la diabetes.

4 octubre, 2023 08:01

Cada vez más existe una significativa preocupación por mantener un estilo de vida saludable, en el que se incluye llevar una dieta equilibrada. Por ello, se ha popularizado considerar el seguimiento de los niveles de glucemia en sangre. En este sentido, más del 10% de la población adulta del mundo padece diabetes, según la Organización Mundial de la Salud.

[Descubre los consejos de un experto en nutrición para seguir una dieta saludable]

Sin embargo, es menos conocida la prediabetes, una condición que también afecta a millones de personas en todo el globo. Para combatir esta lacra, la ingesta de alimentos sanos desempeña un papel crucial en su control. Algunos ya forman parte de tu ingesta diaria o semanal, pero toma nota para ampliar la gama de alimentos que repercutirán positivamente en tu organismo.

Alimentos clásicos

  • Vegetales de hojas verdes: las espinacas, la col rizada y la lechuga son ricos en fibra y antioxidantes, lo que ayuda a mantener los niveles de glucosa en estables.

  • Avena: la avena es una fuente de carbohidratos de liberación lenta, lo que significa que ayuda a evitar los picos repentinos de glucosa. Sin embargo, no es apta para todo el mundo porque también es muy inflamatoria, por lo que expertos recomiendan consumirla con moderación. 

  • Legumbres: los frijoles, las lentejas y los garbanzos son ricos en fibra y proteínas, lo que ralentiza la absorción de azúcar y estabiliza los niveles de glucosa. Además, su consumo habitual puede reducir el riesgo de infarto hasta un 14%, según la Fundación Española de Nutrición.

  • Canela: este condimento puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la resistencia a la misma, lo que beneficia a las personas con diabetes tipo 2. Además, es un endulzante natural y con propiedades antiinflamatorias que te ayudarán a combatir la hinchazón abdominal.

  • Pescado graso: el salmón, el atún y la caballa son ricos en ácidos grasos omega-3, que pueden reducir la inflamación y mejorar la salud cardiovascular, un aspecto vital para quienes tienen diabetes.

  • Nueces y semillas: almendras, nueces, chía y linaza proporcionan grasas saludables y fibra, lo que también ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y controlar el apetito.

  • Manzanas: esta fruta contiene fibra y antioxidantes. También ayuda con la pérdida de peso, al tiempo que mejora la salud intestinal y tiene un alto poder saciante.

  • Vinagre de manzana: algunos estudios sugieren que el consumo de vinagre de manzana antes de las comidas puede reducir la respuesta glucémica a los alimentos.

  • Yogur bajo en grasa: el yogur es una fuente de proteína y probióticos beneficiosos para la salud digestiva, lo que puede influir positivamente en nuestro organismo si se consume regularmente.

  • Carnes magras: el pollo, el pavo y el pescado magro son buenas opciones de proteínas que no aumentarán bruscamente los niveles de glucosa.

Uno de los objetivos primordiales a la hora de planificar la dieta y manejar los índices glucémicos es, en primer lugar, ingerir alimentos de manera modera y adaptada a nuestras necesidades, así como realizar una planificación de las comidas. En segundo lugar, es fundamental consultar con un profesional de la salud o nutricionista antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se tiene diabetes.

[Cómo preparar el plato de comida más saludable, según los expertos de la Universidad de Harvard]

En este sentido, la elección de alimentos adecuados puede desempeñar un papel esencial en el control de los picos de glucemia. Asimismo, la posibilidad de integrar estos alimentos en una dieta equilibrada y llevar un seguimiento regular de los niveles de azúcar en sangre puede marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes enfrentan la diabetes o la prediabetes.