
Cuatro vasos de cristal.
Adiós a los vasos desgastados: el sencillo truco para devolverles su brillo en solo 5 minutos
Con el uso, los vasos de cristal se vuelven opacos y pierden su brillo. Este truco casero te ayuda a recuperarlo en solo minutos.
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Uno de los principales motivos por los que los vasos de cristal pierden su brillo tiene que ver con un mal lavado. Ya sea por un programa poco eficaz del lavavajillas o por el uso de detergentes abrasivos y estropajos agresivos, los vasos pueden acabar viéndose opacos y envejecidos.
Si quieres recuperar el aspecto original de tus vasos, existe un truco casero muy fácil que puedes probar. Solo necesitas tres ingredientes básicos que seguro tienes en casa: bicarbonato de sodio, sal de mesa y agua caliente.
El procedimiento es muy sencillo. Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con una cucharada de sal dentro del vaso que quieras limpiar y añade agua caliente. Deja que la mezcla repose durante unos diez minutos para que actúe sobre las marcas y el desgaste.
Pasado ese tiempo, lava el vaso como haces normalmente, asegurándote de que la mezcla también se impregne en la esponja o estropajo. Después, acláralo bien y déjalo secar. Verás cómo recupera su brillo de forma inmediata.
Si tienes varios vasos en ese estado, también puedes aplicar el truco a todos de una sola vez. Solo necesitas una palangana grande, agua caliente, bicarbonato y sal. Mezcla los ingredientes y sumerge en ella los vasos durante diez minutos.
Una vez transcurrido ese tiempo, enjuaga bien todos los vasos y déjalos secar al aire. Este método es práctico, rápido y devuelve la transparencia al cristal sin esfuerzo, haciendo que luzcan como nuevos.
Consejos para cuidar la cristalería
El bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es uno de los productos más versátiles que existen para la limpieza del hogar. Tiene infinitas aplicaciones, desde la cocina hasta el baño, y es una alternativa eficaz, económica y respetuosa con el medio ambiente.
En la cocina, puede usarse para lavar ollas, sartenes, platos y vasos, así como para limpiar el fregadero o eliminar manchas en encimeras. También ayuda a desincrustar grasa y neutralizar malos olores.
Además, es útil fuera de la cocina. Sirve para limpiar objetos de plata, abrillantar azulejos, tiñas de baño y sumideros, o incluso para desengrasar el horno y el microondas.
Sus usos no acaban ahí: también puede emplearse para limpiar suelos y paredes, eliminando manchas difíciles sin dañar las superficies. En definitiva, un producto imprescindible en cualquier hogar.