El pequeño pueblo de Florida, de solo 4,000 personas, con una gastronomía hecha de mariscos recién capturados

En la costa oeste de Florida, donde las aguas de la bahía de Sarasota se mezclan con el Golfo de México, se encuentra Cortez, un pequeño pueblo de poco más de 4,000 habitantes. Aunque discreto en tamaño, este lugar destaca por mantener viva una de las tradiciones pesqueras más antiguas del estado, ofreciendo mariscos frescos y una atmósfera que parece detenida en el tiempo.

Un pueblo costero con sabor auténtico

Fundado a finales del siglo XIX por pescadores provenientes de Carolina del Norte, Cortez ha sido desde entonces un punto clave en la pesca comercial del suroeste de Florida. Aquí, el mar no solo es paisaje, sino parte esencial del día a día. A diferencia de los grandes destinos turísticos, Cortez mantiene una identidad sencilla y genuina, donde los barcos aún traen diariamente productos frescos directamente a los restaurantes locales.

Vivir en Cortez es convivir con el ritmo de las mareas. Sus calles tranquilas, casas de madera y muelles antiguos reflejan una forma de vida ligada al trabajo en el agua. No hay grandes cadenas comerciales ni centros turísticos masivos, pero sí una fuerte comunidad dedicada a preservar su historia y su economía basada en la pesca.

Qué descubrir en Cortez, Florida

• El Cortez Historic Fishing Village: Este conjunto de edificios históricos y muelles activos es el corazón del pueblo. Aquí puedes conocer el proceso de pesca tradicional, recorrer pequeñas tiendas locales y, sobre todo, probar mariscos recién capturados.

• Restaurantes locales: Lugares como Star Fish Company Dockside Restaurant y Swordfish Grill & Tiki sirven platillos como ostras frescas, camarones del golfo y mero a la parrilla, todo en terrazas junto al mar y a precios accesibles.

• Museo Marítimo de Florida: Ofrece una mirada profunda al legado marítimo de Cortez, con exhibiciones sobre pesca, navegación y conservación costera.

Consejos para quienes quieran visitar Cortez

• Llega con hambre: La oferta de mariscos es amplia y auténtica.

• Evita las prisas: Aquí todo fluye a ritmo de pueblo.

• Lleva efectivo: Algunos restaurantes no aceptan tarjetas.

• Respeta el entorno: Es una comunidad activa, no un escenario turístico.

Reseñas de visitantes curiosos

• “Comí el mejor pescado frito de mi vida viendo el atardecer sobre la bahía”.
  
  
• “Cortez es un rincón tranquilo donde la frescura del mar se nota en cada bocado”.
  
  
• “Un lugar real, sin pretensiones, donde todo sabe a tradición”.

Cortez demuestra que aún existen pueblos costeros donde el sabor del mar no se ha perdido, y donde la sencillez sigue siendo un lujo.