El pueblo más pequeño de Nuevo México tiene solo 22 habitantes: es casi una comunidad fantasma

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Estados Unidos

El pueblo más pequeño de Nuevo México tiene solo 22 habitantes: es casi una comunidad fantasma

Un rincón casi olvidado en el suroeste de Estados Unidos.

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En el estado de Nuevo México, Estados Unidos, existen pequeños pueblos que, con el paso del tiempo, han visto reducir drásticamente su población. Uno de los casos más llamativos es Grenville, una diminuta localidad que, según el censo más reciente, cuenta con apenas 22 habitantes. Su aislamiento y la falta de oportunidades laborales han convertido a este enclave en una comunidad casi fantasma dentro del vasto territorio del suroeste estadounidense.

Grenville, situado en el condado de Union, fue fundado a principios del siglo XX como un punto clave en el transporte ferroviario de Nuevo México. Sin embargo, con la modernización del sistema de carreteras y el declive del ferrocarril como principal medio de transporte, la actividad en la zona disminuyó notablemente.

Con el cierre de comercios y la falta de nuevas oportunidades, muchas familias abandonaron la localidad en busca de mejores condiciones de vida en ciudades más grandes como Albuquerque o Santa FeActualmente, esta ciudad es uno de los municipios menos habitados de Nuevo México.

Sus pocos residentes han decidido quedarse, ya sea por tradición familiar o por la tranquilidad que ofrece este rincón alejado del bullicio urbano.Recorrer la urbe es como adentrarse en un pueblo detenido en el tiempo. Muchas de sus casas y edificios comerciales han quedado abandonados, con fachadas desgastadas que reflejan su pasado más próspero.

A diferencia de otras localidades en Estados Unidos, aquí no hay supermercados, gasolineras ni centros de entretenimiento. Los residentes deben viajar a municipios cercanos para acceder a servicios básicos, lo que hace que la vida en Grenville sea un verdadero desafío.

A pesar de estas dificultades, algunos de sus habitantes aseguran que la paz y la falta de tráfico hacen que este lugar tenga su encanto particular. Para quienes buscan una vida lejos del ajetreo de las grandes ciudades de Estados Unidos, este pequeño pueblo de Nuevo México ofrece un refugio en medio del desierto.

Con el paso de los años, ha seguido perdiendo población, y su futuro es incierto. Si la tendencia continúa, es posible que llegue un momento en el que el número de residentes sea tan bajo que el pueblo deje de existir como entidad oficial. Sin embargo, mientras haya personas dispuestas a seguir llamándolo hogar, seguirá figurando en el mapa de Nuevo México, resistiendo como una de las comunidades más pequeñas de Estados Unidos.