Schweppes: la tónica perfecta para los mejores bartenders

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Consumo

Schweppes: la tónica perfecta para los mejores bartenders

La burbuja de Schweppes define la coctelería moderna con precisión, persistencia y equilibrio en cada copa.

Marcas Ñ
Madrid
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Las claves

Schweppes es considerada la tónica de referencia entre los mejores bartenders españoles por su burbuja fina, persistente y calibrada.

La marca, fundada en 1783, revolucionó la coctelería con el primer método industrial de carbonatación y la creación de la primera tónica.

Profesionales como Marc Álvarez, Borja Cortina y Diego Cabrera destacan que la burbuja de Schweppes realza, estructura y mantiene la frescura del cóctel.

La durabilidad y consistencia de la burbuja Schweppes la vinculan a la cultura española de la sobremesa y la alta gastronomía.

En un momento en el que el sector de la coctelería vive una de sus etapas más creativas, hay una convicción que une a los grandes nombres de las barras españolas: la calidad de un cóctel depende tanto del destilado como del mixer. Y, cuando se habla de tónica, los profesionales coinciden en señalar a Schweppes como el referente absoluto.

Su burbuja —fina, persistente y técnicamente calibrada— es hoy uno de los elementos más valorados por quienes buscan precisión, estabilidad y equilibrio en cada copa.

La visión que cambió la forma de beber

Esa superioridad actual tiene raíces profundas. La marca nació en 1783, cuando Jacob Schweppe, un relojero suizo con una mente inquieta y espíritu visionario, desarrolló el primer método industrial para carbonatar agua y dio origen al refresco con gas.

Jacob Schweppe, fundador de Schweppes

Décadas después, a partir de la quinina utilizada para combatir la malaria en territorios coloniales, surgiría la primera tónica de la historia, que acabaría dando forma al primer gin-tonic tal y como lo conocemos hoy.

Aquel punto de partida marcó un antes y un después: la burbuja se convirtió en un lenguaje propio que definió nuevas formas de beber, primero en Europa y más tarde en todo el mundo.

Esa herencia sigue viva, pero lo que distingue a Schweppes hoy no es solo su pasado, sino una búsqueda continua de perfección técnica: una fórmula aromática secreta —con procesos propios de maceración que solo conocen cuatro personas— y una carbonatación calibrada que permite que su burbuja permanezca activa mucho más tiempo que la de otras tónicas.

Marc Álvarez, Mixing Master de Schweppes.

Marc Álvarez, Mixing Master de Schweppes.

Esa combinación explica por qué, en palabras de Marc Álvarez, cofundador de Sips –Mejor Bar del Mundo 2023 y número uno de Europa en 2025–, "la burbuja Schweppes no solo acompaña; estructura, realza y sostiene el cóctel en el tiempo. En una barra de alto nivel necesitas precisión, y Schweppes te la da".

La burbuja: ingrediente esencial del cóctel

Para Álvarez, la importancia de la tónica depende del tipo de cóctel, pero en los highballs o en los combinados de gran volumen —donde el mixer representa la mayor parte del líquido— su papel es determinante.

"Si la burbuja es débil o irregular, el paladar se cansa. Pero cuando es persistente y elegante, como en Schweppes, la experiencia es más agradable y prolongada", explica. Él mismo insiste en que una tónica que pierde el carbónico "pierde su alma", por lo que la consistencia y la durabilidad de la carbonatación son esenciales.

La idea se repite en otras barras de referencia. Borja Cortina, al frente de Varsovia (Gijón y Valencia), define el carbónico como "el pegamento de los sabores y aromas". Si se evapora, el equilibrio se rompe: se intensifican los dulces y los amargos, cae el cítrico y el cóctel pierde armonía.

"Por eso trabajamos con Schweppes", subraya. "A los diez minutos mantiene el doble de burbujas que muchas tónicas del mercado, lo que prolonga la calidad de la copa y evita que el combinado se venga abajo mientras lo disfrutas".

Luminoso de Schweppes en la Gran Vía de Madrid

Para Colo Linari, bartender de Casanis Group, en Marbella, la diferencia también se percibe en la textura. Habla de una burbuja "fina, persistente y con estructura", que respeta el carácter del destilado y aporta viveza sin saturar. "Un gin-tonic con Schweppes siempre se siente más limpio y profesional", afirma.

Él mismo la utiliza en cócteles contemporáneos como el Espresso Tonic, el Vermut Tonic o el Amaro Highball, bebidas donde la tónica necesita integrarse con ingredientes que no contienen gas y, aun así, mantener frescura hasta el final.

Por su parte, Diego Cabrera, fundador de Salmon Guru –la mejor coctelería de Madrid y número 37 del mundo–, destaca esa misma “chispa” que aporta la burbuja Schweppes, una mezcla de equilibrio y vitalidad que él considera fundamental. "Nos ofrece persistencia y frescura. Es una marca con historia, pero muy actual en su manera de entender la coctelería", asegura. Para él, la tónica Schweppes encaja en cualquier cóctel refrescante porque "aporta alegría sin romper la armonía del trago".

Schweppes Mixing Masters.

Schweppes Mixing Masters.

Sobremesa, equilibrio y cultura líquida

Esa palabra, armonía, aparece constantemente en boca de los profesionales. Para ellos, la tónica no es un acompañante secundario, sino un ingrediente que define estructura, ritmo y duración.

De ahí que muchos reivindiquen un retorno a la sencillez: buenas ginebras, hielo seco y de calidad, recipientes amplios y fríos, un twist de cítrico… y la tónica Schweppes servida con calma para conservar su efervescencia. Lo demás, dicen, es permitir que la burbuja haga su trabajo: preservar el equilibrio, potenciar los aromas y mantener la copa viva durante toda la conversación.

Quizá por eso Schweppes está tan vinculada a la cultura española de la sobremesa. En un país donde el placer no tiene prisa, la durabilidad de la burbuja es esencial. Para Nagore Arregui, bartender con experiencia en espacios como Urrechu Velázquez, Clos, Zoko o El Lince y actualmente en Makoto, este tiempo sin prisas es esencial en la alta gastronomía.

"Una buena sobremesa es parte de la experiencia. No se trata solo de comer y beber, sino de disfrutar del tiempo. La burbuja de Schweppes acompaña ese ritmo pausado porque mantiene la copa en su punto óptimo y permite que el ritual —la charla, el disfrute, el momento— se alargue sin perder calidad". En definitiva, añade Marc Álvarez "una sobremesa inolvidable necesita un cóctel que aguante hasta el final. Y eso lo da la burbuja".

En definitiva, en un mercado lleno de propuestas nuevas y tónicas experimentales, la constancia técnica de Schweppes continúa siendo su gran ventaja competitiva. Lo confirman las barras que hoy definen la coctelería española: su burbuja sigue siendo la más elegante, la más persistente y la más estable.

Una burbuja que nació hace más de dos siglos y que, gracias a la innovación constante, sigue marcando el estándar de los mejores bartenders.