Antonio García (TJ), vendedor de la ONCE por 15 años.

Antonio García (TJ), vendedor de la ONCE por 15 años. YouTube (@elhombredescalzo)

Sociedad

Un vendedor de la Once en España, sobre sus ventas: “He llegado a vender 3.000€ al día y 25.000€ al mes en cupones”

El cuponero reveló los entresijos de este negocio haciendo énfasis en las dificultades económicas que enfrentan sus trabajadores, a pesar de vender mucho.

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Las claves

Antonio García, conocido como TJ, fue vendedor de cupones de la ONCE durante 15 años, llegando a vender hasta 25.000 euros al mes en Arrecife, Lanzarote.

El cuponero señala que las comisiones son bajas, solo un 10% por cupón vendido, lo que dificulta alcanzar un sueldo base digno.

García describe el trabajo como duro, con jornadas largas y riesgo de robos, lo que le llevó a cambiar de ciudad por seguridad.

A pesar del volumen de ventas, afirma que el trabajo no le hizo feliz y que el horario le impedía disfrutar de sus aficiones, como la música y la natación.

Antonio García, conocido como TJ, fue cuponero de la ONCE por 15 años, una profesión que reveló que realmente no lo hizo feliz, señalando que la realidad económica de quienes ejercen este trabajo, realmente es muy dura.

El vendedor habló de la poca comisión que se llevan los cuponeros por cada cupón vendido. Así señaló que en zonas de España como Arrecife, Tenerife, donde llegó a vender hasta 25.000 euros al mes, es donde se puede sobrevivir trabajando de este negocio.

En otras ciudades como Córdoba, expuso que es mucho más difícil, ya que no se vende tanto. "Al 80% de los vendedores de la ONCE les hace falta dinero", contó García en una entrevista en el pódcast El Hombre Descalzo.

"Para vender cupones no sirvo"

El cuponero desveló que este trabajo es "muy duro"; indicó que no solo por el tema de las cuentas a la hora de vender los cupones, sino también porque "a un cuponero es muy fácil robarle".

Señaló que este motivo fue el que lo hizo trasladarse a Canarias, según García una de las zonas en las que más se vende: "Me habían dicho que había dos o tres marroquíes detrás de mí, yo iba forrado de dinero y lo dejé todo, me fui y me vine a Córdoba".

Ahora bien, la diferencia de ventas en ambas zonas es lo que marcó la vida del cuponero. Sin embargo, antes de comparar las zonas hizo énfasis en las finanzas de estos trabajadores.

Expuso que por cada cupón de 2 euros vendido, los vendedores se llevan un 10% de comisión, así los vendedores tienen un sueldo base y un sueldo variable, sin embargo manifestó que "para tener un sueldo base tienes que vender unos 200 y pico de euros todos los días".

"Yo llegué a vender muchísimo en Arrecife, Lanzarote, que es donde más cupones se venden", comentó. "He llegado a vender 3.000 euros en un solo día y al mes vendía unos 25.000 euros en cupones", calculó García.

A pesar de sus ventas, el cuponero destacó que "con todo respeto a la Once" a quienes aseguró que debe muchísimo en la vida: "Yo no sirvo para vender cupones macho, cada vez que lo hacía era infeliz".

"Antes, si se acababa el papel terminabas y tenías la tarde libre, pero hoy con la máquina tienes que estar ocho horas aunque no pase nadie por la calle", recalcó el vendedor.

Así, comentó que su horario consistía en que "estaba por la mañana, me iba a comer, siesta y de cinco a ocho de la tarde otra vez a la calle, una calle por la que no pasaba nadie".

Un vendedor de la Once en España, sobre sus ventas: “He llegado a vender 3.000€ al día y 25.000€ al mes en cupones”

García es aficionado a la música y a la natación, con lo cual confesó que este horario le hacía infeliz porque no le permitía enfocarse en estos dos hobbies que realmente le apasionaban.

"Al principio no sabía exactamente cuánto ganaba, durante cinco o seis años no lo supe porque tenía que pagar préstamos y era un desastre con las cuentas que me las llevaban mi padre o mi madre", enfatizó.

Además de esto, explicó que en sus 15 años como cuponero entendió que "el 95% de la gente es buena", pero que "hay algunos 'trampas' que buscan engañar a alguien que no ve".

No obstante, a pesar de haber tenido un par de malas experiencias con personas que decidieron tomar ventaja de su situación, reveló que lo cierto es que "la gente, en general, es buena, no tiene maldad".