Selu Marín, carpintero en España.

Selu Marín, carpintero en España. YouTube (@sectoroficiospodcast)

Sociedad

Selu Marín (44), carpintero en España: “Yo empecé en esto como autónomo con 2.000€ ahorrados y con 100 metros”

El trabajador habló sobre su experiencia en el mundo de la carpintería, donde lleva trabajando desde los 15 años: "Soy mal empresario y buen carpintero".

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Las claves

Selu Marín comenzó en la carpintería a los 15 años ayudando a sus padres, aunque inicialmente solo se le confiaban tareas básicas.

A los 24 años, tras dejar el negocio familiar en Sevilla, se mudó a Lucena para trabajar en una fábrica de muebles, donde experimentó mejores condiciones laborales y mayor salario.

Durante la crisis del Covid-19 fue despedido y, gracias al apoyo de su primera clienta y su cuñado, pudo emprender como autónomo con solo 2.000 euros y 100 metros de taller.

Marín destaca la importancia de la honestidad, la calidad y el trato cercano con el cliente, asegurando que prefiere ser buen carpintero antes que empresario.

Selu Marín lleva toda su vida en el mundo de la carpintería. Desde los 15 años ya estaba ayudando a sus padres en este oficio, sin embargo recalcó que no se valoraba su potencial: "Yo solo servía para lijar y barrer".

A los 24 años, después de haber aprendido el negocio por su cuenta, decidió emprender camino y tras muchas dificultades fundó su propia empresa con ahorros mínimos.

Actualmente, Marín contó en el podcast Sector Oficios que se siente satisfecho con la ética de su negocio y su transparencia con el cliente señalando que "yo estoy orgulloso de eso porque duermo todas las noches perfectamente".

"Yo no tengo ni reloj"

El carpintero recalcó que para él lo más importante es que su negocio esté centrado en la calidad, transparencia, honestidad y que el cliente sea "como familia".

No obstante, como fue mencionado con anterioridad, no siempre fue así. A los 24 años, Selu Marín dejó su negocio familiar en Utrera, Sevilla, y se mudó a Lucena, Córdoba; en ese momento, el lugar ideal para los fabricantes de muebles.

"Estamos hablando del 2004 antes de la crisis tan grande había un boom de muchísima fabricación de mobiliario de madera y conseguí a los tres meses de estar en varias carpinterías, entrar en una de las mejores fábricas de muebles de cocina que había", expresó el carpintero.

En ese momento fue cuando descubrió unas condiciones laborales muy distintas a las que estaba acostumbrado como, por ejemplo, un sueldo digno y horas extra pagadas.

Selu Marín, carpintero, en el pódcast 'Sector Oficios'

Selu Marín, carpintero, en el pódcast 'Sector Oficios' YouTube (@sectoroficiospodcast)

Comentó que en el negocio de su familia ganaba 600 euros y que "yo he estado trabajando de carpintero hasta los sábados, diez horas, de 8:00 a 20:00 horas, con dos horas para comer".

"Yo he repartido pizzas, he trabajado ayudando a albañiles, he repartido folletos, me he buscado siempre la vida porque en el negocio familiar nunca había dinero", explicó.

Ahora bien, en esta nueva vida, lejos de su negocio familiar, comentó que "me duplicaron el sueldo, llegué a ganar hasta 1.200 euros". Además, explicó que allí descubrió las horas extra.

Como se mencionó anteriormente, el carpintero estaba acostumbrado a trabajar de "ocho a ocho", así acotó que un viernes que había trabajado 10 horas vio que sus compañeros corrían a la oficina y confundido preguntó "¿No se cobra por mes?" a lo que le responden "No, se cobra por horas".

De esta manera, agregó con sorpresa que "yo no lo había vivido antes, la jornada laboral eran ocho horas y las otras dos horas eran extras". Explicó que, por lo que conocía hasta el momento, "yo pensaba que eso era lo que había fuera".

A pesar de todo, tuvo que despedirse de la empresa, ya que, en el año 2020 con la crisis del Covid-19 fue despedido improcedentemente de dicha empresa.

En este momento comenzó el proceso de reinventarse y a través de sus redes sociales comenzó a compartir vídeos y fotografías de trabajos antiguos. Con este método consiguió a su primera clienta.

"Mi primera clienta fue una mujer que quería que le montase un mueble", recordó. Acotó que en ese momento era complicado porque "estaba desempleado, no había trabajo y ella quería que le hicieran un armario".

Selu Marín (44), carpintero en España: “Yo empecé en esto como autónomo con 2.000€ ahorrados y con 100 metros”

Esta clienta siguió pidiendo pequeños arreglos incluso cuando el Covid-19 acabó y él ya tenía un trabajo, pero siempre buscaba tiempo para dedicarse a estos clientes que pedían su ayuda.

Esto fue posible gracias a que su cuñado era pintor y le prestó herramientas. Gracias a esto descubrió cuál era su camino: "Yo quería empezar mi camino como autónomo y estar en mi empresa cómodo y ya está".

Esta clienta fue quien lo ayudó a emprender su propio negocio: "Ella me ayudó porque yo no tenía ni pago único por haber cotizado tan poco en el negocio familiar. Yo empecé como autónomo con los ahorros que teníamos los dos que eran poquísimos".

De esta manera, se cruzó con una persona que consiguió una nave de 200 metros para alquilar y le ofreció la mitad del local para llevar su negocio.

"Yo empecé compartiendo esta nave, esos 100 metros, y con los 2.000 euros que teníamos, compré herramientas que llevaban 10 años paradas", expresó el carpintero.

Agregó que "mi mujer, mi sobrina y yo adecentamos la carpintería sin tener ni para comer porque todo lo que teníamos se gastaba en herramientas".

Así, el carpintero cumplió su sueño de tener su propia empresa con su propio ritmo. Incluso explicó que "yo no llevo ni reloj": "El trabajador que está conmigo cumple sus horas y acaba religiosamente y yo estoy hasta que el cliente me eche (...) yo cuando salgo de una casa dejo a un amigo".

"Yo soy un mal empresario, pero soy muy buen carpintero, eso me lo dijo un amigo porque yo miro mucho por el cliente y eso yo creo que me lo va a devolver la vida", concluyó visiblemente orgulloso Selu Marín.