Un profesor dando clase en un aula generado por IA

Un profesor dando clase en un aula generado por IA ChatGPT

Sociedad

Un profesor muy decepcionado con la enseñanza: “Soy parte de ese 20% que quiere dejarlo, pero claro, tengo que pagar facturas”

Damià es profesor desde hace 11 años, pero reveló que se encuentra frustrado y quiere abandonar este mundo: "Puro teatro burocrático y emocional".

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Las claves

Damià Bardera, profesor con 11 años de experiencia, expresa su decepción con el sistema educativo español y señala que el 20% de los profesores desean dejar la enseñanza.

Bardera critica la falta de sentido en la educación, describiéndola como un "teatro burocrático y emocional" y sugiere la implementación de evaluaciones externas para mejorar el sistema.

La OCDE revela que 8 de cada 10 profesores han sufrido agresiones, pero Bardera enfoca su crítica en la necesidad de un cambio estructural en el sistema educativo.

El docente destaca que, a pesar de su ilusión inicial, el sistema educativo lo ha dejado "en los huesos", y propone soluciones para mejorar el soporte cognitivo de los alumnos.

Damià Bardera es profesor desde hace 11 años; sin embargo, en el programa Espejo Público confesó que se encuentra decepcionado con la degradación del sistema educativo español e incluso manifestó que dicha situación es alarmante.

Bardera no es el único que tiene estos sentimientos encontrados con el mundo de la enseñanza en España, al menos el 20% de los profesores españoles quiere dejar su trabajo y el 18% considera imposible mantener el orden en una clase.

El docente también publicó el libro Incompetencias Básicas: Crónica de un disparate educativo, donde ofrece una fuerte crítica a este sistema, declarando que se ha convertido en un trabajo "vaciado de sentido" y que supone "una gran farsa y una gran mentira".

"No quiero ser cómplice"

Bardera comenzó su intervención yendo directo al grano: "Pues claro que estoy dentro de ese 20% que quiere dejarlo, pero, claro, yo tengo que pagar facturas como todo el mundo".

Procedió a exponer los motivos detrás de esta declaración: "En este curso estoy a media jornada, en mi caso no es una cuestión de cansancio, sino que es una cuestión de falta de sentido".

"Cuando la educación se convierte en un puro teatro burocrático y emocional, pues uno se pregunta ¿qué hago aquí? Y yo no quiero sobrevivir en un sitio donde ya no se puede enseñar", manifestó, crítico, el profesor.

Así, acto seguido, reveló que en los 11 años que lleva trabajando como profesor, "yo desde el principio veía que esto no pitaba, que el sistema no iba bien, pero al principio empiezas con mucha ilusión".

No obstante, a pesar de la ilusión primeriza, comentó que eventualmente esta se agota: "El tiempo te va lijando, el sistema te va dejando en los huesos y al final se hace evidente la gran farsa, la gran mentira, y no es suficiente con la ilusión".

Las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), también exponen que ocho de cada diez profesores ha sufrido agresiones e insultos. Sin embargo, por muy terrible que esto pueda llegar a sonar, la crítica de Bardera va más allá.

"Claro que va más allá de todo esto mi crítica, o al menos eso quiero pensar yo", señaló. Aprovechó también para aclarar que "no es que yo quiera dejar la educación, yo lo que quiero dejar es el sistema educativo, son cosas diferentes".

"Yo lo que no quiero es ser cómplice de esta farsa, entre pedagogía y tecnología, han vaciado de sentido este trabajo", confesó el decepcionado docente.

Damià Bardera, profesor, en el programa 'Espejo Público'

Damià Bardera, profesor, en el programa 'Espejo Público' Antena 3

Así, continuó explicando que "para que unos pocos vivan bien o muy bien, somos muchos los que tenemos que pringar". Especificó que con "unos pocos" busca hacer referencia a "cínicos de despacho, pedagogos de salón e inspectores".

Dicho esto, reveló que "yo ya estoy un poco harto o muy harto de que me tomen el pelo". Así, el profesor se apresuró a exponer un ejemplo de una cuestión que, a su criterio, traería una solución a parte de esta problemática en el sistema educativo español.

"Por ejemplo, en el sistema educativo no hay pruebas externas, lo que tendría que haber son evaluaciones externas, llámalas, si quieres, reválidas, y que fuesen sistemáticas y periódicas, como cada dos años", comentó Bardera.

Continuó señalando que lo importante es que estas evaluaciones no sean hechas por el Departamento de Educación, pero que "tuvieran consecuencias", como, por ejemplo, que "sirviesen para saber qué alumnos necesitan soporte cognitivo".

Recalcó que este factor es importante, sobre todo para poder dar el soporte necesario a esos alumnos que lo requieran, porque "lo que no puede ser es que un sistema que se precie de serio, como es el educativo, no tenga ninguna prueba externa", concluyó Bardera.

Esta necesidad de unas pruebas educativas externas supone una solución estructural propuesta principalmente para evitar que los profesores tengan que invertir más tiempo en intentar llamar la atención de los alumnos que enseñando.

La clave de esta solución propuesta por Bardera, está principalmente en que responde a una queja recurrente por parte de los docentes que forman parte del 20% que quiere dejar el sistema educativo español.