Pau Antó, en un vídeo de YouTube (captura).

Pau Antó, en un vídeo de YouTube (captura). E.E.

Sociedad

Pau Antó, inversor inmobiliario: "Olvídate de criptos y alquileres; con 30.000 € bien invertidos puedes jubilarte en tres años"

Lograr la libertad financiera en solo tres años parece imposible, pero un experto inmobiliario asegura que hay un único camino para conseguirlo.

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Las claves

Pau Antó, inversor inmobiliario, aconseja invertir en reformas y reventas de propiedades para alcanzar la libertad financiera en solo tres años.

Desaconseja fondos indexados, trading y criptomonedas para jubilarse rápidamente, considerándolos lentos o demasiado volátiles.

La intermediación inmobiliaria es valorada positivamente con un 7/10 por su accesibilidad incluso sin capital inicial.

El flipping inmobiliario, que implica comprar, renovar y vender propiedades, es destacado por su potencial de alta rentabilidad y control sobre la inversión.

El sueño de muchas personas es poder llegar a alcanzar la tan ansiada libertad financiera, que es esa situación en la que se pueden cubrir los gastos y necesidades económicas mediante ingresos pasivos o inversiones, sin depender de un trabajo convencional.

Alcanzarla no es sencillo, pero se puede estar más cerca de conseguirlo con tan solo seguir los consejos y recomendaciones de los expertos. Uno de ellos es Pau Antó, inversor inmobiliario que ofrece sus recomendaciones sobre el mundo de la inversión a través de sus redes sociales (@pau_anto).

En una de sus publicaciones ha puntuado las inversiones que permitirían dejar de trabajar en 3 años, y explica que, si empezase desde cero, solo hay una inversión que le permitiría hacerlo. En cualquier caso, ha valorado diferentes posibilidades.

Al ser cuestionado por los fondos indexados, no los recomienda si este es el objetivo, ya que considera que son perfectos para jubilarse en 30 años, pero no para conseguir hacerlo en un periodo de tiempo mucho más corto, como son tres años.

Tampoco recomienda el trading, al que valora con un 1 sobre 10 como inversión para dejar de trabajar en pocos años, porque destaca que en este ámbito “el que gana siempre es el bróker, no tú”. Además, considera que es más sencillo perderlo todo que vivir realmente de ello.

Continuando en su clasificación, nos encontramos con las criptomonedas, inversión a la que le da un 3/10, ya que puede salir bien y duplicar la inversión, pero también puedes perderlo todo y quedarte con cero. Para su gusto, es un producto demasiado volátil.

En cuanto a comprar y alquilar inmuebles, le da un 4/10 como inversión para dejar de trabajar en tres años, pues da rentas seguras, pero no con la suficiente rapidez como para jubilarse en ese periodo de tiempo.

Por encima de las anteriores sitúa a la intermediación inmobiliaria, a la que le otorga un 7 sobre 10, destacando que se puede comenzar en cualquier momento y aunque se tengan 0 euros en el banco. Esto es lo que asegura que hacen más de 25.000 inmobiliarias en España.

Finalmente, habla de lo que considera la única reforma que realmente permite dejar de trabajar en tres años, y es apostar por comprar, reformar y vender. Destaca que es lo único que conoce que permite duplicar el sueldo o sacar de un trabajo en este periodo de tiempo.

Un modo de inversión que no pasa de moda

El mercado inmobiliario siempre ha sido una forma popular de inversión, con muchas personas buscando oportunidades para obtener ganancias a través de la compra y venta de propiedades. Sin embargo, en los últimos años hay otro método que está ganando popularidad.

Hablamos del flipping inmobiliario, que consiste en comprar, reformar y vender, siendo un enfoque en el que se busca la adquisición de una vivienda en mal estado, para luego reformarla con el fin de aumentar su valor y, finalmente, venderla a un precio más alto.

La compra para revender es un tipo de inversión inmobiliaria en la que el primer paso consiste en tratar de dar con casas o edificios comerciales que no se encuentren en buen estado y que, por ello, permitan convertirse en una buena oportunidad de compra por tener un precio más reducido.

De esta manera, se debe pensar en la realización de mejoras o reformas que permitan aumentar su valor en el mercado antes de venderla a un precio más elevado. Todo ello se basa en la idea de que las propiedades en mal estado tienen un potencial de valor agregado tras una adecuada renovación.

El proceso de comprar, reformar y vender implica pasar, por lo general, por varias fases. En primer lugar, el inversor busca propiedades en el mercado en mal estado, como inmuebles en ejecución hipotecaria, abandonados o que necesitan reformas importantes.

Una vez que se adquiere la propiedad, se realiza una evaluación detallada de todas las mejoras que son necesarias para poder aumentar su valor y que puedan tener una mayor demanda por parte de potenciales compradores.

Después, se lleva a cabo la renovación de la propiedad, lo que puede implicar la reforma de estructuras, actualización de sistemas eléctricos y de fontanería, remodelar interiores y exteriores, y otros muchos trabajos.

Una vez que la vivienda ha sido renovada, se pone de nuevo en el mercado para su venta a un precio superior, con la finalidad de obtener una ganancia.

Beneficios de esta forma de inversión

Esta forma de invertir en el mercado inmobiliario tiene ventajas interesantes, y se estima que, si todo sale bien, se puede llegar a obtener hasta un 30% de rentabilidad con este tipo de operación. Algunos de sus principales beneficios son:

  • Potencial de alta rentabilidad: una de sus principales ventajas es que tiene un potencial de alta rentabilidad. Al comprar una vivienda en mal estado y renovarla, se puede aumentar su valor de mercado para obtener una ganancia significativa por venderla a un precio más alto.
  • Diversificación de la cartera: es una forma de diversificar la cartera de inversiones, en lugar de depender en exclusiva de la compra y mantenimiento de propiedades para su alquiler.
  • Control sobre la inversión: a diferencia de otras formas de inversión inmobiliaria, en este caso ofrece un mayor control sobre la inversión, puesto que se pueden seleccionar y adquirir viviendas en mal estado acordes a los criterios y estrategias que cada uno tenga.