Recreación del edificio principal del CIIAE de Cáceres.
Extremadura transforma su liderazgo en renovables en industria, empleo e innovación con el CIIAE
La región es una de las principales productoras de energía limpia del país. Ahora, la creación del CIIAE, en Cáceres, busca consolidar a Extremadura también como referente del almacenamiento energético.
Extremadura se ha consolidado como una de las regiones líderes en generación de energías renovables en España. Hoy, más del 50% de su producción eléctrica proviene de fuentes limpias, con más de 9.000 GWh anuales de energía solar fotovoltaica.
Así, la región extremeña se está convirtiendo en eje fundamental de la transición energética pero no se conforma con producir: ha decidido dar el siguiente paso. Su objetivo es claro: convertirse en referente del almacenamiento energético.
Ese compromiso se materializa en el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE), un centro de investigación internacional con sede en Cáceres. Un espacio pionero y puntero, único en su tipo, que estudia e investiga cómo almacenar la energía para usarla cuando más se necesita, hacer el sistema eléctrico más seguro y competitivo, y convertir esa ventaja renovable en industria, talento y empleo.
“Extremadura ya no es solo una región de fuerte producción renovable; está entre las más avanzadas en transición energética”, resume Juan Manuel Pérez, director del Departamento de Almacenamiento eléctrico del CIIAE.
La comunidad lleva años pisando el acelerador hacia un modelo energético sostenible. Hoy, más de la mitad de su electricidad proviene de renovables y ha superado los 1.400 MW de potencia fotovoltaica instalada, lo que representa más del 24% de su capacidad energética total. Estos datos no son solo cifras técnicas: son argumentos reales para atraer inversión, generar empleo y construir una industria que necesita energía verde, abundante y competitiva.
Diseño de la Incubadora de empresas del CIIAE, destinada a impulsar el emprendimiento tecnológico.
El almacenamiento energético, pieza clave del sistema eléctrico
Las energías renovables son el presente, pero tienen una limitación evidente: no siempre coinciden con la demanda. Ahí entra en juego el almacenamiento energético. Esta tecnología permite guardar el excedente de energía para liberarlo en los momentos en que más se necesita. ¿El resultado? Un sistema eléctrico más estable, menos dependencia de fuentes fósiles, precios más competitivos y mayor seguridad para hogares, empresas e industrias.
Gracias al almacenamiento, la producción energética puede ser controlada, respaldada y estabilizada y esto lo convierte en la piedra angular del sistema.
La lección fue clara en abril de 2025, cuando una perturbación en la red ibérica puso a prueba la solidez del sistema. Sin almacenamiento, las renovables necesitan respaldo. Con soluciones como baterías, bombeo, hidrógeno o tecnologías térmicas –todas líneas de investigación del CIIAE–, los impactos se reducen y el sistema gana en resiliencia.
Recreación de la planta piloto del CIIAE.
CIIAE: donde la energía se convierte en innovación, industria y empleo
Desde Cáceres, el CIIAE actúa como un puente entre la energía limpia y su uso eficiente en la vida real. Investiga, prueba y transfiere tecnología para que la electricidad sea más verde, más barata y más segura.
Entre sus principales áreas de trabajo destacan las tecnologías emergentes en fase de laboratorio como baterías metal-aire, almacenamiento termoquímico, materiales avanzados para hidrógeno; o las soluciones comerciales como baterías de flujo redox, almacenamiento térmico con materiales de cambio de fase o hidrógeno comprimido. Todo con un objetivo claro: mejorar la eficiencia, alargar la vida útil de las tecnologías y reducir los costes.
Además de la investigación pura, el centro desarrolla plantas piloto que permiten escalar soluciones reales. Entre ellas destacan líneas de trabajo en baterías, almacenamiento térmico, producción y uso de hidrógeno verde, captura directa de CO₂ y tecnologías Power-to-X (como metanol o amoniaco).
“El almacenamiento no es una sola tecnología”, ha destacado Pérez al tiempo que ha afirmado que es toda una “cadena de valor” que liga muchos aspectos como “la atracción de talento, generación de conocimiento o fijación de población”. Por tanto, para Extremadura es “un ecosistema de futuro”.
¿Qué aporta este almacenamiento? Entre sus ventajas están dar estabilidad y calidad del sistema pues amortigua caídas bruscas de generación, mejora la frecuencia y reduce el riesgo de apagones. También contribuye a la eficiencia económica al permitir desplazar energía a las horas de más demanda algo que reduce los costes del sistema eléctrico. Y, entre otras, también es resiliente porque disminuye la dependencia de tecnologías fósiles en retirada y acelera la descarbonización del mix energético.
Cáceres, nuevo polo tecnológico
El futuro del CIIAE se construye en El Cuartillo (Cáceres), donde avanzan las obras del edificio principal, planta piloto e incubadora tecnológica.
A día de hoy, las obras están ejecutadas en un 47,63% y la urbanización interna ya supera el 62%, mientras que ya se ha licitado, aproximadamente, el 90% del equipamiento. La previsión es que el complejo esté listo a finales de junio de 2026.
Obras en curso. Estado de las obras del CIIAE a inicios de agosto de 2025.
A esta infraestructura se suma un ecosistema regional impulsado por la Junta de Extremadura, con la elaboración del VIII Plan Regional de Investigación, ayudas a la transferencia universidad-empresa y apoyo a doctorados industriales. El objetivo: formar, atraer y retener talento.
Y es que el CIIAE no solo crea ciencia; crea oportunidades reales. Hoy, en una ubicación temporal, ya trabajan en el centro más de 100 investigadores procedentes de 27 países. Muchos de ellos son extremeños que regresan con experiencia internacional, atraídos por la posibilidad de desarrollar proyectos punteros sin renunciar a su vida personal o su tierra. Esta dinámica genera salarios más competitivos, fija población y dinamiza el entorno.
Además, el centro ya ha captado más de 6,5 millones de euros en financiación pública a través de convocatorias competitivas, tanto nacionales como internacionales. Paralelamente, se han intensificado las conversaciones entre los gobiernos de España y de Portugal, junto con la Junta de Extremadura, para su constitución formal como centro ibérico.
Proyectos como SPARK-e (EIC Pathfinder, dotado con 4 millones de euros), liderado desde Cáceres, sitúan a Extremadura en el mapa de la innovación europea.
Personal del CIIAE en laboratorio, en la sede provisional. Investigadores del CIIAE trabajando en proyectos de innovación energética.
Energía que construye región
La energía renovable no es solo una cuestión de producción. En Extremadura, se ha convertido en una palanca de desarrollo real: atrae industria, impulsa la agroindustria avanzada, refuerza la química verde, activa el sector tecnológico y moviliza empleo cualificado en sectores clave como la construcción, el mantenimiento o la I+D.
La transición energética ya no es una promesa de futuro: es una realidad presente con acento extremeño. Con el CIIAE como pieza estratégica, la región convierte sus recursos naturales en innovación, industria y competitividad.
La energía ya no solo se produce: se transforma, se queda y genera oportunidades que nacen en Extremadura para impactar en toda España y Europa.