Imagen de Marc Urgell.

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Sociedad

Un empresario no se corta sobre la situación actual de España: "El 50% de los jóvenes quieren ser funcionarios, no emprender"

El empresario Marc Urgell fue muy claro a la hora de abordar cómo la mentalidad de funcionario es cada vez más común en nuestro país.

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En 2015 se estimaba que había cerca de 2,5 millones de empleados públicos. Diez años después, en 2025 la cifra de funcionarios ha llegado hasta más de los 3 millones. Unos números que demuestran el gran auge del empleo público en nuestro país.

Esto se traslada a los jóvenes, que ven la opción de trabajar para el Estado como una oportunidad de tener un horario tranquilo, buenas remuneraciones y condiciones, en muchos casos, mucho mejores que las del sector privado.

Por ello, durante el Madrid Economic Forum, el empresario Marc Urgell fue muy claro a la hora de explicar el gran problema que tiene España con los jóvenes y su deseo de hacerse funcionarios.

Funcionarios vs. sector privado

En los últimos años, se ha observado un cambio significativo en las aspiraciones laborales de los jóvenes españoles. Cada vez más, muchos priorizan la estabilidad y los beneficios de un empleo público frente a la incertidumbre del emprendimiento.

Esta tendencia refleja una creciente atracción por la seguridad que ofrecen los trabajos en la administración.

El fenómeno se ha intensificado por factores económicos y sociales: salarios bajos, precariedad laboral y dificultad para acceder a empleos de calidad en el sector privado. En este contexto, opositar se percibe como un camino seguro para garantizar ingresos estables y derechos laborales consolidados.

Además, la cultura del funcionario ha calado en la sociedad, transmitida incluso por familias y entornos educativos que valoran la seguridad por encima del riesgo empresarial.

Así, muchos jóvenes han dejado de ver el emprendimiento como una opción viable y se enfocan en acceder a puestos públicos, consolidando esta tendencia en la última década.

De tal manera, el empresario Marc Urgell explicó cómo vive esta tendencia desde las aulas en las que imparte clases.

"Yo soy profesor de máster. En la facultad cada año pregunto a mis alumnos: ¿quién de aquí quiere emprender? Y nunca nadie levanta la mano. Y cuando pregunto: ¿quién de aquí quiere ser empleado público? Más de la mitad levantan la mano", apuntaba el emprendedor.

Urgell señalaba cómo lo que ve en las clases demuestra la cultura de funcionarios que tanto ha calado entre la población joven.

De hecho, si bien era un sondeo de sus alumnos, el análisis del empresario no anda muy desencaminado con la población real. Se estima que el 41% de los jóvenes menores de 25 años tienen la intención de opositar.

"Eso es un síntoma de que el Estado facilita o de alguna forma ofrece una vida mucho más cómoda", afirmaba Urgell. "Aquel que quiere ser empleado público tiene más comodidades que aquel que quiere emprender".

El emprendedor señaló por qué esta cultura de funcionario es un grave problema para el sistema y para las nuevas generaciones y el país.

"No hay que olvidar que el empleado público cobrará un sueldo público que se financiará con los ingresos públicos que paga el empresario", indicó. "Con lo cual, si tenemos más gente que cobra del Estado que gente que aporta, tenemos un problema de desequilibrio y ese es un problema de fondo".

Para lograr un equilibrio entre el empleo público y privado, es fundamental que se promueva la creación de oportunidades laborales atractivas en el sector privado. Esto implica ofrecer salarios competitivos, estabilidad y posibilidades de crecimiento profesional que hagan que emprender o trabajar en empresas sea una opción viable y deseable.

Solo así se podrá equilibrar la preferencia por la función pública con un mercado laboral privado dinámico y competitivo, beneficiando tanto a los jóvenes como a la economía del país.