Imagen de Gemma Canas y una imagen generada por IA de una familia sin alquiler.

Imagen de Gemma Canas y una imagen generada por IA de una familia sin alquiler. Gemini

Sociedad

Una mujer trata de alquilar una vivienda y se la niegan por tener hijos: "Si digo o ven que soy madre, no vuelven a llamarme"

Gemma Canas es una madre de dos hijos que, en busca de un alquiler para su familia, se ha topado con la negativa del mercado.

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Es una realidad que España vive un grave problema en relación con la vivienda. Entre los precios por las nubes, el auge de los apartamentos turísticos y la escasez de oferta, encontrar una vivienda a precio razonable parece un sueño.

Además, con las diferentes regulaciones que protegen a los inquilinos, muchos propietarios y personas en busca de una vivienda se ven en una situación compleja. Los arrendadores no se fían de sus inquilinos y los arrendatarios no encuentran donde vivir.

Ese es el caso de Gemma Canas, una mujer que después de marcharse de su antigua vivienda, le resulta imposible encontrar un alquiler cuando informa a los propietarios que es madre soltera con dos hijos. Así lo ha contado en el plató de Y Ahora Sonsoles.

Problemas con los alquileres

El mercado de alquiler en España atraviesa una situación complicada, con precios en constante aumento y una oferta limitada en muchas ciudades. Encontrar una vivienda a un precio razonable se ha vuelto un reto incluso para familias con ingresos medios, generando tensiones y desplazamientos.

La situación se agrava para madres solteras o familias con hijos, que muchas veces enfrentan discriminación por parte de propietarios e inmobiliarias. Los casos de bloqueos, negativas o trato preferencial hacia quienes no tienen niños son cada vez más frecuentes.

Además, la burocracia y la inseguridad jurídica en algunos contratos dificultan todavía más el acceso a un hogar estable. Muchas familias acaban aceptando pisos más pequeños o alejados, mientras esperan programas de vivienda protegida que rara vez se materializan.

De hecho, una situación así es la de Gemma Canas, una madre de dos hijos que lleva tiempo viéndose en una negativa total de propietarios e inmobiliarias de alquilarle una vivienda.

"Estaba de alquiler con mi pareja y luego nos separamos. Se me acababa el contrato y le dije al propietario si nos hacía un contrato a mí y a mis hijos, pero se negó y nos echó a la calle", rememora Gemma. "En dos meses traté de buscar un piso pero no había manera".

La mujer no tuvo otra opción que volver a una vivienda alquilada por sus padres. "Me tuve que ir porque estaba destrozada. Encontré otro y me mudé ahí. Llevo cinco años viviendo allí, pero el casero me quería echar porque subieron el precio por las nubes", señala.

Es ahí donde trató de encontrar una nueva residencia, pero sin fortuna alguna: "Busco pisos y me bloquean en WhatsApp o ni me contestan".

"Fui con mi hija a ver un piso y me preguntó el señor si mi marido estaba trabajando, les dije que estábamos solo nosotras, se quedó sorprendido y me llamó la inmobiliaria para decirme que estaba alquilado", recuerda Gemma.

La mujer reclama que ella fue la primera persona que había visitado la vivienda, por lo que no entendía que tan rápidamente la descartasen. "Me dijo que alquilar con hijos... si no es hijos es mascotas y al final es así. No hay manera".

Por esa razón, Gemma ha tomado una decisión: ahora visita los pisos sin sus hijos. "Si me los alquilan, ya llegará el momento de decir que no tengo hijos. En algunas aplicaciones sí digo que tengo dos hijos y directamente ni me contestan. Ya ni propietarios ni inmobiliarias", contaba.

Además, la mujer no dudó en señalar cómo el Estado le niega constantemente una vivienda de protección oficial. "Llevo 10 años apuntada y nadie me ha llamado nunca. No sé si las dan a dedo, porque he conocido a una persona con un piso y luego otro de protección que lo tiene alquilado", reclamaba.

La realidad de Gemma es la de muchas otras mujeres que ven cómo ante el miedo de los propietarios de que se queden en la vivienda y sea casi imposible expulsarles, optan por buscar otro tipo de inquilinos.