Montaje de José Manuel Fernández con viviendas.

Montaje de José Manuel Fernández con viviendas.

Sociedad

José Manuel Fernández advierte de lo que está por llegar: "No hay burbuja en la vivienda pero sí..."

El subdirector general de UCI apunta las soluciones que darán como resultado un equilibrio entre la oferta y la demanda de vivienda.

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La subida permanente de los precios de la vivienda, tanto si hablamos de compra como de alquiler, hace que planee en el ambiente la sensación de que la burbuja inmobiliaria del año 2008 se vuelva a repetir.

“No hay una burbuja en sentido estricto, pero sí un mercado que empieza a mostrar signos de recalentamiento local”, apunta José Manuel Fernández, subdirector general de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios).

El experto cree que no se debe hablar de burbuja por tres aspectos. “Los niveles de endeudamiento de los hogares están contenidos, el crédito se concede con mayor prudencia y los activos inmobiliarios no muestran los síntomas especulativos de otras etapas”, explica.

Tensión en los precios

A pesar de que el experto es rotundo en su afirmación sobre una ‘no burbuja’, hay síntomas que han hecho disparar las alarmas. ¿Cuáles son?

Para empezar, una demanda embalsada. A ello hay que unir los tipos de interés a la baja tras las continuas bajadas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE). Se trata de la séptima bajada consecutiva y la cuarta en lo que va de año.

Y el tercer ingrediente de este cóctel sería la escasa oferta que sigue generando tensiones de precios en determinadas zonas del país. ¿Dónde? Sobre todo en mercados urbanos consolidados y enclaves turísticos.

Según UCI, el encarecimiento de la vivienda no se está produciendo de forma generalizada ni con un apalancamiento descontrolado.

Lo que sí hay es una pérdida creciente de accesibilidad en las grandes ciudades y zonas costeras para buena parte de la población, en particular, de los jóvenes.

A ello contribuye la falta de suelo, la lentitud administrativa en nuevas promociones y la presión demográfica que generan “desequilibrios difíciles de corregir en el corto plazo”.

Por eso, José Manuel Martínez recalca que “es fundamental no confundir una subida de precios localizada con una burbuja sistémica”.

Desde su punto de vista, “lo que estamos viendo es una disfunción entre oferta y demanda, que debería abordarse estableciendo los estímulos adecuados para el desarrollo de nuevas viviendas, y en cuantía suficiente para satisfacer la demanda”.

¿Cuáles son esos estímulos? “Liberar más suelo, agilizar los procesos administrativos para el desarrollo de estos y el otorgamiento de las licencias y facilitar el acceso a la financiación, tanto a promotores como a particulares”.

También, sostiene el experto, “apostar firmemente por la industrialización del proceso constructivo. Estos podrían ser los ingredientes para resolver gran parte de los problemas del mercado”.