Un extranjero descubre en Cantabria una playa que solo aparece unas horas al día: “Es como caminar sobre el agua”

España está repleta de rincones llenos de interés para visitar, y aunque muchos de ellos son de sobra conocidos, otros no dejan de sorprendernos. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a un extranjero, que ha encontrado en Cantabria una playa escondida que solo existe unas horas al día.

Se trata de una playa de aguas cristalinas que aparece y desaparece a lo largo del día, pues solo se deja ver en aquellos momentos en los que baja la marea. Para observar esta playa se puede subir por un camino bordeando el acantilado, o bien bajar a ella.

Para acceder a la misma habrá que atravesar un difícil camino de piedras a nivel del mar, por lo que es importante llevar un calzado adecuado. Esta se encuentra en el Islote de Castro, que se encuentra aislado de la costa durante gran parte del día, cuando hay marea alta.

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Sin embargo, cuando la marea baja, el paisaje se transforma y se forma un fino camino de arena que une el islote y divide el mar. Así, es posible pasear y bañarse en sus aguas cristalinas y disfrutar de la playa de Covachos.

Es un lugar perfecto para poder disfrutar de la naturaleza, tranquilidad y un paisaje maravilloso, aunque para poder visitarlo será imprescindible consultar las horas de las mareas en la zona. No hay casi sitio para aparcar, por lo que se recomienda ir dando un paseo desde playas cercanas.

Una de las playas más espectaculares de Cantabria

Nadie puede dudar que las playas españolas se encuentran entre las mejores del mundo, en gran parte por poder encontrar impresionantes arenales a lo largo de toda la costa del país que no tienen nada que envidiar a los destinos más turísticos.

Una de las playas más espectaculares está en Cantabria y es la playa de Covachos, que luce un espectacular paisaje al estar formada por una isla a la que se puede llegar caminando y una cascada que deja caer sus aguas por una de las paredes que rodean este arenal.

Situada en el municipio de Santa Cruz de Benaza, en la pedanía de Soto de la Marina, muy próxima a Santander, nos encontramos ante un enclave de gran atractivo en sus apenas 50 metros de longitud, donde encontramos una arena fina y dorada.

Sus aguas cristalinas y limpias, son perfectas para refrescarse y combatir el calor en los días más calurosos del verano, lo que sumado al imponente islote hace que se cree una estampa propia de postal.

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El arenal forma parte del Parque Natural de las Dunas de Liencres, de forma que todo el paisaje tiene un gran encanto y valor medioambiental. Al ser una playa aislada, su acceso no es del todo sencillo, por lo que se recomienda llegar desde la playa de La Arnía, que está aledaña a esta.

La playa de Covachos tiene una larga tradición nudista, por lo que hay una zona especial para la práctica del naturismo, aunque se suele tolerar realmente en todo el espacio de la playa. Esto se debe a que es un espacio aislado que se mantiene salvaje.

También hay que tener en cuenta que una vez que uno se encuentra en el arenal, no hay cobertura de móvil, lo que hace que sea una buena manera de poder desconectar por completo y relajarse de un lugar especial.

Otras playas y calas poco conocidas de Cantabria

Si estás pensando en pasar unos días de playa en Cantabria, también te interesará conocer otras playas y calas menos conocidas, pero que te pueden servir para pasar grandes momentos de tranquilidad en plena naturaleza. Es el caso de las siguientes:

• Playa del Puntal: a esta playa se accede directamente en barco desde el embarcadero de Santander, un arenal que suele ser tranquilo y siendo parte de una bahía con vistas a la ciudad de Santander y otras de sus playas, teniendo como fondo las montañas.
• Playa de Somocuevas: esta playa, relativamente cercana a Santander, pero a la que hay que llevar en coche o autobús, es una playa salvaje situada entre acantilados, pero que deja disfrutar de un bonito lugar al mismo tiempo que refrescarse en sus aguas.
• Playa de Oyambre: en el oeste de Cantabria se encuentra esta playa orientada hacia el este, lo que hace que se pueda encontrar el mar en calma para darse un buen baño. Su paisaje es espectacular, con praderas, bosques y una pequeña ría, siendo ideal para relajarse y darse un buen chapuzón.
• Playa de Galizano: es un arenal muy familiar, de fácil acceso y en el que se puede disfrutar de una enorme tranquilidad. En la zona se puede hacer una ruta por sus acantilados y praderas para disfrutar de grandes momentos de paz.
• Playa de Berria: cerca del Parque Natural de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel se sitúa esta larga playa de arena dorada de más de 2 km de extensión en la localidad de Santoña. Es una playa semiurbana con muchos servicios y bandera azul.
• Playas de Molinucos y Mataleñas: son dos playas no demasiado conocidas, la primera de ellas una cala que desaparece cuando la marea está muy alta, y la segunda bastante más grande, pero implica bajar muchas escaleras al situarse entre acantilados.

Todas ellas son playas que tienen un gran atractivo y que bien merecen una visita en todos aquellos días en los que se debe combatir el calor y darse un buen chapuzón, o simplemente buscar relajación.