
Mikel Ollo.
Mikel Ollo, empresario, sobre los Sanfermines: "El problema es que la imagen que se da de Pamplona es solo fiesta y locura"
El guía turístico y fundador de la empresa Destino Navarra, se encarga de ofrecer tours y packs de visitas, así como alquiler de balcones a turistas.
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Pamplona ya huele a fiesta. A pocos días del esperado chupinazo que abrirá los Sanfermines 2025, la ciudad bulle de preparativos.
Pero para muchos, la fiesta no empieza el 6 de julio. Para Destino Navarra, empresa fundada por Mikel Ollo, los Sanfermines comienzan bastantes meses antes. "Nosotros empezamos a preparar los Sanfermines en septiembre del año anterior", afirma. Y no exagera.
Desde hace más de una década, Mikel y su equipo gestionan una de las experiencias más solicitadas por quienes visitan la ciudad durante las fiestas: los balcones desde los que ver el encierro. "Es nuestro producto estrella, sin duda. A nivel mundial, el encierro es la imagen de Pamplona. Nos guste o no, es lo que más impacta y lo que más se recuerda".

En conversación con este medio, Mikel Ollo detalla cómo la maquinaria de los Sanfermines comienza a moverse con bastantes meses de antelación. Tanto agencias de viajes como clientes particulares se adelantan para asegurarse un hueco en los codiciados balcones del recorrido del encierro.
Y no es para menos: se calcula que en torno a 4.000 personas acceden diariamente a estos espacios. Tal y como corrobora Mikel, Destino Navarra gestiona aproximadamente 1.000 de esas plazas, con una ocupación del 100% durante los primeros días.
"El encierro es la imagen de Pamplona. Nos guste o no, es lo que más impacta y lo que más se recuerda"
No obstante, la oferta de Destino Navarra no se limita solo al espacio físico del balcón. "Incluimos desayuno, guía turístico y un servicio personalizado. No es solo ver pasar toros; es entender qué estás viendo, por qué sucede y cuál es su historia", afirma.
Y, por supuesto, todo ello dentro de la legalidad. "Nuestros servicios son con factura, IVA incluido. Nada de economía sumergida, ni pagos en negro", recalca Ollo. "Eso da seguridad tanto al cliente como al propietario del balcón", añade.

Mikel Ollo.
Además, asegura que el precio por plaza, dependiendo de la ubicación y altura, oscila entre 150 y 225 euros por persona y día, con tarifas dinámicas que se ajustan a la demanda.
"Si queda una plaza suelta para un día flojo, lo más seguro es que baje el precio", apunta.
Un turismo de alto poder adquisitivo
Con visitantes procedentes de más de 30 países, el perfil del cliente que acude a Destino Navarra es claro: medio-alto o alto poder adquisitivo, muchos de ellos de entre 50 y 60 años.
De hecho, tal y como repite en varias ocasiones, en la empresa llaman a sus clientes mileuristas. "Les llamamos así porque se gastan 1.000 euros al día", comenta entre risas.
"Hay tanto por descubrir en Navarra… pero sacar al cliente del encierro es muy complicado"
La demanda, además, es cada vez más internacional. Este año han recibido reservas de al menos 32 países, con un claro liderazgo de Estados Unidos, especialmente del público latino dentro del país.
"No sabemos por qué, pero este año está viniendo mucho más cliente hispano desde allí", apunta. También han detectado un repunte de visitantes procedentes de Hong Kong y Japón, mientras que Corea ha caído.
Tradición, fiesta y toros
Asimismo, y aunque los toros son la gran atracción para muchos, Ollo insiste en que los Sanfermines no pueden reducirse solo a eso: "Es una pena que mucha gente venga y no se entere realmente de la historia o de las tradiciones. El problema es que la imagen que se da de Pamplona es solo fiesta, toros y locura", añade Mikel.
De hecho, al preguntarle por sus retos más próximos en torno a los Sanfermines, Mikel Ollo lo tiene claro: lograr que los turistas amplíen su visión más allá del encierro. "Hay tanto por descubrir en Navarra… pero sacar al cliente del encierro es muy complicado", reconoce.
"El problema es que la imagen que se da de Pamplona es solo fiesta, toros y locura"
Aun así, no pierde el ánimo. Al contrario: insiste en que hay margen para crecer, innovar y seguir mostrando que San Fermín es mucho más que una fiesta.