
Una tienda de Decathlon
Adiós a Decathlon: más de 400 trabajadores irán al paro al cerrar más de veinte tiendas por este motivo
Decathlon ha anunciado el cierre de varias de sus tiendas, una decisión que impactará a cientos de empleados.
Más información: La vida de Nieves Álvarez: de sufrir anorexia y tener un gran complejo a ser una de las modelos más reconocidas
A partir del mes de mayo, Decathlon, la reconocida cadena de ropa y accesorios deportivos, iniciará el cierre de 25 de sus tiendas en Francia, lo que afectará directamente a unas 400 personas.
La medida ha generado una fuerte preocupación tanto entre los trabajadores como en las comunidades locales, donde muchas de estas tiendas son consideradas referentes del comercio de proximidad.
El impacto no solo será económico, sino también social, al desaparecer espacios que durante años han sido parte de la vida cotidiana de muchas personas.
Un impacto inmediato
Un ejemplo especialmente significativo es el de la localidad de Arras, donde la tienda llevaba más de una década en funcionamiento. Su cierre ha sido recibido con incredulidad y tristeza por los vecinos.
Martine Laval, antigua empleada y clienta habitual, lo expresa con claridad: “Es un verdadero shock. Esta tienda no era solo un lugar para comprar, era parte de nuestra vida diaria. Aquí nos encontrábamos, compartíamos y descubríamos el deporte”.
Francia se encuentra así en un momento de cambio profundo en su panorama comercial. Ciudades como Marsella, Burdeos, Lyon y Nantes también figuran entre las afectadas.
Desde Decathlon explican que esta decisión responde a un contexto de transformación en los hábitos de consumo, marcado por el auge del comercio electrónico. “Algunas tiendas físicas se han vuelto menos rentables. Tenemos que adaptarnos”, argumenta la empresa, subrayando la necesidad de reorganizar su red para seguir siendo competitiva.
Los cierres representan una importante pérdida de empleo. Aunque la compañía ha anunciado un plan de apoyo para los trabajadores, incluyendo recolocaciones internas, ayudas a la movilidad y programas de formación, los sindicatos no ven con buenos ojos estas promesas.
Aseguran que muchos empleados podrían quedar fuera de estas soluciones, especialmente aquellos con limitaciones de desplazamiento o responsabilidades familiares que les dificultan acceder a otros puestos dentro de la empresa.
Además del golpe al empleo directo, el cierre de estas tiendas tendrá repercusiones más amplias sobre el tejido económico local.
Negocios cercanos que dependían del flujo de clientes que atraía Decathlon podrían verse afectados, lo que generaría una cadena de consecuencias económicas negativas en barrios y centros comerciales.
Este ajuste, aunque responde a las nuevas dinámicas del mercado, representa un desafío para muchas ciudades francesas, que ven cómo desaparecen comercios emblemáticos en nombre de la eficiencia y la modernización.
La retirada de Decathlon no solo implica el cierre de establecimientos. Supone también la pérdida de espacios de encuentro, de identidad local y de acceso al deporte para muchos ciudadanos.