Alejandro, hijo de Maravillas, asesinada en su casa de El Palmar, durante el juicio, junto a su abogado Evaristo Llanos.
Álex Serrano, absuelto tras dos años de sospechas de participar en el 'crimen del Palmar': su jefe Bryan es quien mató a su madre
"Las manifestaciones espontáneas de Alejandro, de las que tomaron cuenta los policías que formaron parte del operativo desplegado el día de los hechos, se sacaron de contexto y malinterpretaron", según concluye el Tribunal Popular.
Más información: La coartada de Álex en la muerte de su madre, Maravillas: "Nunca planeé robarle en su propia casa"
- Yo no quería que le pasara nada a mi madre.
Tal frase pronunciada espontáneamente por Alejandro Serrano Martínez, la tarde del domingo 10 de septiembre de 2023, a los policías que habían descubierto el cadáver de su madre, Maravillas Martínez Meroño, dentro de su casa de El Palmar, se convirtió en el prólogo del calvario penal de Álex: detenido como compinche de su amigo Bryan en el robo que le costó la vida a Maravillas.
Álex ha peleado dos años por su inocencia hasta ser absuelto de su participación en aquel golpe, para quitarle a su madre el dinero de una herencia, contando como brazo ejecutor con Bryan Luis Robles Peinado (Bolivia, 1997): su amigo y antiguo jefe en el Burger King de Atalayas.
El conocido como 'crimen del Palmar' conmocionó a los vecinos de la pedanía murciana de la que es oriundo el tenista Carlos Alcaraz porque nadie daba crédito a que Álex, a sus 20 años, estuviera tras la muerte de su madre. De hecho, los familiares de Maravillas siempre creyeron en la inocencia del chico y le pusieron como abogado a Evaristo Llanos: un letrado top en materia penal.
La sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Murcia les acaba de dar la razón: “El jurado encontró a Alejandro Serrano Martínez inocente del delito de robo con violencia e intimidación, en concepto de cooperador necesario, por el que venía acusado, la razón de ello fue que no había pruebas suficientes para ello”.
Alejandro, el 10 de septiembre de 2023, tras ser detenido por la Policía Nacional.
El fallo recoge la verdad para el Tribunal del Jurado sobre el 'crimen del Palmar'. Un total de nueve ciudadanos consideran como "hechos probados" que Bryan, de 29 años, sin la ayuda de su amigo Alejandro, se presentó pasadas las tres de la tarde del domingo 10 de septiembre de 2023, en el número 57 de la calle República Argentina de El Palmar.
En esa casa de tres plantas residía Maravillas Martínez Meroño (Murcia, 1961), junto a su hijo. En ese casoplón, Mara, como la conocían sus allegados, “guardaba” el dinero de “la herencia, por el fallecimiento de su marido": Juanjo Macanás, un conserje del Teatro Bernal que murió a causa del cáncer, dejando a Alejandro la parte que le correspondía por la venta de una casa.
“El acusado, Bryan Luis Robles Peinado, penetró en el interior de la vivienda con el propósito de conseguir el dinero de la herencia, o de cualquier otra procedencia, ataviado con una braga tubular y una gorra que le ocultaban el rostro, dos guantes de hilo de algodón, o similar, de color negro, y unas gafas de sol con montura negra”.
“Asimismo, para conseguir vencer la resistencia que pudiera interponer Maravillas Martínez Meroño, el acusado Bryan Luis portaba un revólver de aire comprimido con apariencia real que esgrimió al entrar en la vivienda y con el que amenazó con dispararle”.
“Bryan, ante la resistencia que oponía Maravillas, le tapó la boca con la mano izquierda para impedir que continuara con su actitud y le propinó un fuerte golpe en la cabeza con el revólver, provocando que ésta comenzara a sangrar y continuó golpeándola incesantemente al tiempo que le exigía el dinero”.
Bryan baja con un cuchillo, mientras Maravillas yace inmóvil en las escaleras de su casa de El Palmar.
Mara, a sus 63 años, contaba con un sistema de videovigilancia en su domicilio que grabó la brutal agresión y la conversación que mantuvo con su asesino. El Grupo de Homicidios reflejó en su atestado que este joven boliviano no tuvo piedad con la viuda, a pesar de que le reconoció: era el amigo de su hijo, Álex.
- Bryan: ¡Para que te meto un tiro! O me das ahora el dinero que tienes en casa o te reviento la cabeza. Hay un coche que está siguiendo a tu hijo.
- Maravillas: ¿Bryan eres tú? ¡Bryan, Bryan! No tengo dinero, de verdad, mi vida. No tengo dinero, tesoro mío.
- Bryan: Yo no sé, a tu hijo se le fue la boca cuando estábamos cenando con unos amigos de Saron y te puedo decir que él dijo que tenía 20.000 o 30.000 euros en su casa y es por eso por lo que me ha mandado a mí […].
De nada sirvieron las súplicas de esta antigua empleada de Artemur, una empresa de cortinas y edredones que en 2001 resultó agraciada con 21.990 millones de las antiguas pesetas de El Gordo de Navidad. El jurado recalca en su veredicto la brutalidad del ataque que sufrió la víctima:
“Bryan continuó golpeando en la cabeza de manera violenta a Maravillas, hasta que esta quedó inerte en la escalera, donde el acusado siguió propinándole patadas en la cabeza y dos cortes en el cuello con dos cuchillos, para finalmente, taparle la cara con una bolsa de basura de plástico y asfixiarla hasta morir. Y ello, bien para poder sustraer el dinero de la casa, bien para evitar que se descubriera que él había sido el autor de la muerte”.
Las cámaras de seguridad de la casa de Maravillas filmaron a Bryan aquel domingo 10 de septiembre.
La casa de Maravillas está pegada a la de sus padres -Pepe y Ana- y cuenta con una puerta en el garaje que conecta ambos inmuebles. La muerte de esta viuda fue el trágico saldo de este truculento robo porque su ladrón acabó con las manos vacías: no había ni un solo euro de la herencia que Juanjo Macanás le había dejado a su querido hijo, Alejandro, y que en teoría custodiaba Maravillas en una caja fuerte.
“A pesar de que Bryan Luis Robles registró la casa en su totalidad no encontró dinero ni sustrajo objeto alguno”. De forma que este boliviano quiso huir saltando desde la terraza de Mara y se rompió los tobillos, en una caída tan aparatosa que alertó en la casa de al lado a Pepe: el progenitor de la víctima mortal de esta terrible historia.
“El padre de Maravillas, José Martínez Rosique, que residía en la casa contigua a la de aquella, alertado por los ruidos que provenían de su terraza, subió hasta ella, donde encontró a Bryan, que momentos antes, huyendo, había saltado desde la terraza de la vivienda de Maravillas”. “Allí, Bryan, con el mismo propósito de escapar, propinó un fuerte empujón a José, que le hizo caer al suelo y causarse heridas en el codo izquierdo”.
Pero Bryan no pudo escapar porque le interceptaron los clientes del Puro Café y unos vecinos, dejándose por el camino el revólver falso que fue hallado por la Policía Nacional en el balcón de la casa de los padres de Mara.
Un agente de criminalística, este domingo, tras localizar un revólver que llevaba el presunto asesino de Maravillas.
Este antiguo gerente del Burger King de Atalayas acabó custodiado por un agente de la Policía Local de Murcia, sentado en una silla, debido a que no podía estar de pie por la rotura de sus tobillos. Entretanto, el Grupo de Homicidios analizaba la escena de un robo que se había ido de las manos, convirtiéndose en un brutal asesinato.
Nada más producirse el arresto del joven boliviano, Álex regresó a la casa de su madre, tras haberse marchado a las 15.06 horas en dirección a Molina de Segura, a una tienda de la cadena Game, para que le arreglasen su consola Wii U, y verbalizó una frase que marcó su camino hacia el banquillo de los acusados junto a su amigo Bryan.
- Alejandro: Yo no quería que le pasara nada a mi madre.
También hubo testigos que mostraron su extrañeza con su conducta y eso quedó reflejado en el atestado del Grupo de Homicidios, sumando otro granito de arena para llegar a ingresar en prisión una temporada, antes de pagar una fianza de 12.000 euros para recuperar su libertad antes de ser juzgado por la muerte de su propia madre.
"Le ha parecido rara la actitud del hijo de su vecina. Además de porque ha tardado muy poco tiempo en llegar a su casa cuando todo ha empezado a suceder, porque normalmente aparca el coche en el garaje cuando llega a casa y hoy lo ha dejado en la calle Mayor […]. Otro detalle que llama la atención de la declaración de Said es que cuando llega Alejandro, a la altura de los vecinos que están reteniendo a Bryan, les dice: 'No le toquéis, es mi jefe, es mi compañero de trabajo'".
Cuando Bryan declaró en la Comisaría de Policía Nacional señaló a Álex, su antiguo compañero de trabajo en el Burger King, como su socio en el trágico robo. Tal versión la repitió en el juicio donde aseguró que Maravillas retenía la herencia de su hijo: "Había cogido dinero que era de él y no se lo quería dar". "Me insistió [Alejandro] con la idea del robo; me dijo que con ese dinero yo estaría más relajado y más tranquilo, que íbamos a medias".
El boliviano Bryan R., el domingo 10 de septiembre, custodiado por agentes de la Policía Local tras la muerte violenta de Maravillas en su casa de la pedanía murciana de El Palmar.
Alejandro se jugó buena parte de su libertad en su declaración y el jurado ha creído en su inocencia frente al relato de Bryan que le situaba como cerebro del golpe. “La declaración inculpatoria de Bryan Robles no se ha considerado suficiente, por cuanto que dio algunos detalles, como los tres ofrecimientos que Alejandro le habría hecho, entre agosto y septiembre de 2023, y que sin embargo, no dejaron huella alguna en el registro de llamadas y mensajes entre ambos”.
También hace hincapié el Tribunal del Jurado en que se sacaron de contexto algunas frases que Álex dijo aquel domingo, al llegar al número 57 de la calle República Argentina y encontrarse a su amigo, Bryan, detenido, y a su madre, Maravillas, asesinada.
“Las manifestaciones espontáneas de Alejandro, de las que tomaron cuenta los policías nacionales y locales que formaron parte del operativo desplegado el día de los hechos, se sacaron de contexto y malinterpretaron, dando una apariencia de asunción de la culpabilidad por parte del hijo que carece de cualquier otra prueba en la que sustentarse”.
“Así, la expresión ‘yo no quería que le pasara nada a mi madre’, fuera de contexto, parece un indicio de que el hijo formaba parte del plan de robo. Sin embargo, se entiende mejor dentro del ámbito en el que fue dicha y que relató el propio Alejandro, así como el policía local de Murcia, de que había alardeado públicamente de tener mucho dinero en casa y que ello podía haber provocado estos hechos, de lo cual se arrepentía, y de ahí ese: 'Yo no quería que le pasara nada a mi madre', que adquiere perfecto sentido".
Bryan es el supuesto autor material de la muerte de Maravillas Martínez Meroño.
La defensa letrada de Evaristo Llanos se ocupó del resto: demostrar con pruebas que su cliente, Álex, estaba en la tienda Game de Molina de Segura cuando se produjo el robo mortal y que no le entregó un juego de llaves a Bryan, para ayudarle entrar a casa de su madre, a vaciar la caja fuerte.
"Estando en dicha tienda, recibió la llamada de su tía, Encarna, para informarle de que algo pasaba con su madre que no cogía el teléfono, ni abría la puerta, sin que pudiesen entrar a auxiliarla, tras lo cual decidió volver a su casa", tal y como expuso el abogado en uno de sus escritos de defensa.
"En ningún momento se puso de acuerdo para nada ilícito con el coinvestigado Bryan, siendo falso que le hubiese facilitado la entrada, ni las llaves de la vivienda. El juego de llaves encontrado en poder de Bryan era el de la tristemente fallecida, Maravillas, con las que ésta habría abierto previamente la puerta y que después utilizó Bryan para cerrar por dentro y quedárselas en su poder", según argumentaba Evaristo Llanos.
Los argumentos del letrado han sido corroborados por el jurado. Así lo refleja la sentencia absolutoria: “La acusación pública, inicialmente pivotó su acusación en la supuesta entrega de Alejandro a Bryan de las llaves de la vivienda que, a la postre, se retiró de la calificación definitiva ante la evidencia de que fue la propia Maravillas la que abrió la puerta”.
Bryan, custodiado por unos policías nacionales que empujan su silla de ruedas tras romperse los tobillos cuando huía de casa de Maravillas.
Poco a poco se deshicieron las sospechas de la Fiscalía sobre el veinteañero Alejandro. “Además, se constató la ausencia de herencia alguna a favor de la fallecida, dado que el único dinero que pudiera haber en la casa era del propio Alejandro, quien previamente se lo había entregado a su madre de forma voluntaria".
"Así también, el argumento de la acusación de que Alejandro iba a recuperar posteriormente su dinero gracias al seguro de hogar decayó al no haber quedado constatado que este existiera”.
Cámaras de seguridad
Todos estos datos expuestos en el juicio, contrastaban con la dureza de las grabaciones de las cámaras de la casa de Maravillas que identificaron plenamente a Bryan.
“Especialmente, por las imágenes de la cámara de seguridad de la vivienda en la que se vio al Señor Robles Peinado golpear a Maravillas Martínez, de manera insistente, así como ponerle una bolsa de basura negra sobre la cara, obstruyendo sus vías aéreas, y, finalmente, realizarle cortes en el cuello para conseguir su fin pretendido de arrebatarle la vida a la Señora Martínez Meroño”.
Esta es la única verdad para el jurado: Álex es inocente y Bryan se pasará 20 años a la sombra por asesinato agravado; otro año de cárcel, por robo con violencia e intimidación, y deberá pagar una multa de 90 euros por las lesiones causadas a Pepe -el padre de la difunta Maravillas-. El 'crimen del Palmar' es ya un caso cerrado.