Apolonia Lapiedra y las actrices que abandonan el sector para irse a OnlyFans.

Apolonia Lapiedra y las actrices que abandonan el sector para irse a OnlyFans. Arte EE

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El cine porno ha muerto: Apolonia Lapiedra y las actrices que dejan el sector para ganar más de 300.000 € en OnlyFans

La plataforma británica, que alberga en su mayoría material erótico, ya mueve más de 7.200 millones de dólares en todo el mundo y la usan más de 4,19 millones de creadores de contenido.

Más información: Apolonia Lapiedra revela en 'La Resistencia' las rarezas sexuales que le piden en OnlyFans

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"¿Quieres jugar conmigo? Sólo puedes hacerlo aquí. Disfruta con todo mi contenido exclusivo: aquí está mi mejor porno". Apolonia Lapiedra hace tiempo que se desligó de las plataformas de consumo de cine para adultos convencionales. Podríamos decir que 'colgó las botas'. O, al menos, en lo que a trabajar con grandes productoras se refiere.

Ahora, su "mejor porno" no se encuentra en otro sitio que no sea OnlyFans, la plataforma británica sin censura que ya mueve más de 7.200 millones de dólares y que ya usan más de 4,19 millones de creadores de contenido. Y entre ellos, se encuentra Apolonia.

Bajo un modelo de suscripción mensual, cuyo precio varía entre los 10 y 20 euros dependiendo de la época, la que es considerada la pornstar más famosa de España ahora goza de una "comodidad e independencia" con la que no contaba antes de su 'retiro'.

"El trabajo de grabar cine porno es duro. Va por escenas, requiere mucho tiempo y estás todo el día grabando. No tiene nada que ver con esto, que es mucho más gracioso, liviano y, además, ganas más". Tal y como asegura en conversación con EL ESPAÑOL, "antes podía ganar en torno a 3.000 euros por escena, ahora no gano menos de 300.000 anuales".

Videollamadas, contenidos personalizados, sexo en pareja o en solitario... Apolonia es dueña de su perfil y de su contenido, y ella decide lo que le apetece hacer donde, cuando y como sea. "Ya no dependo de directores, o de guiones, ahora hago lo que quiero y lo que me piden los usuarios, siempre y cuando yo esté dispuesta a hacerlo. Y obviamente ese contenido lo cobro aparte".

Pero como ella ya son muchas las actrices que han decidido abandonar la industria del porno para ser sus propias jefas en estas plataformas. Claudia Bavel, Julia Roca, Ginebra Belluci... son sólo algunas de las españolas que han seguido este éxodo hacia la plataforma azul.

Apolonia Lapiedra.

Apolonia Lapiedra. Cedida

En busca de una autonomía laboral, mejores ingresos, control creativo y un menor desgaste físico, las actrices han protagonizado toda una fuga de talento, dejando una industria española del porno "muerta". Así de duro suena Antonio Marcos, presidente de la Asociación de Productores y Editores de Obras y Grabaciones Audiovisuales para adultos (APEOGA).

Pero de esta crisis que está viviendo el sector no sólo echa la culpa a la llegada de internet, ni a las plataformas como OnlyFans –a las cuales califica como los "nuevos proxenetas"–, sino a los "gobiernos y autoridades" que sobre ellos han ejercido un control férreo y que, sin embargo, "no se ven capaces de poner puertas al campo" de esta red social donde "todo vale".

Un viaje sin retorno

"Yo ya no vuelvo. Estoy muy a gusto como estoy". Apolonia lo tiene claro, la tranquilidad y el beneficio económico que obtiene con OnlyFans no es comparable a lo que se daba en la industria. Aunque solo tiene palabras buenas para esta, dice que este se ha tratado de un viaje sin retorno.

Admite que el hacer contenido a la carta le hace cumplir "muchos fetiches", pero no le importa. "Me piden que me disfrace, fotos de mis pies... pero todo eso, claro, lo pagan. Por lo demás, yo soy libre de subir a la semana el contenido que yo quiero y me apetece", explica. Algunas veces sola desde su casa, a veces acompañada. Por eso, es tajante sobre su vuelta.

No lo tiene tan claro, en cambio, Zenda Sexy, actriz porno de la "vieja escuela" o, como dice ella, "de perras viejas". Lleva más de 15 años dedicando su vida al cine erótico, pero hace tiempo que decidió seguir su camino al margen de la industria. Comenzó también con una cuenta de OnlyFans que "al principio", dice, "estaba muy guay".

Zenda Sexy.

Zenda Sexy. Cedida

"Cuando tú trabajas con una productora, tú cierras un precio. En cambio, en OnlyFans tú subes el vídeo que quieras y cobras lo que tú quieras. Además, es un dinero íntegro para ti, salvo el porcentaje que se queda la plataforma", explica. Sin embargo, decidió decirle adiós porque encontró un filón "aún mejor" fuera de allí.

"Ahora trabajo por peticiones y videos personalizados para mis clientes. Ellos me buscan a mí y yo hago lo que me parezca oportuno. Algunos me quieren desaliñada y en moño, y otros bien producida, pero claro, todo eso lo pagan. Al final sentí que en OnlyFans estaba perdiendo dinero porque subo un video que ven todos por un precio fijo, pero es mejor hacerlo privado y cobrarle lo mismo a los 40 clientes que lo quieran", confiesa.

Aunque ahora su principal motivación sea esa, no reniega de la industria ni de volver a ella. Cree que "siempre es buen momento para volver", y que la fama que te da trabajar con una gran productora "no te la da ni OnlyFans ni ninguna plataforma". Aunque, por el momento, también se queda como está.

La muerte del porno

Aunque las actrices presuman de libertad, para Antonio Marcos, OnlyFans no deja de seguir el mismo patrón que seguían antes los proxenetas, que van "en busca de la gente que necesita dinero". "A algunas chicas les prometen ganar 18.000 o 20.000 euros a la semana y luego no les da ni para pagar la luz", afirma.

Y es que "no todas las que están en OnlyFans pueden considerarse actrices", y es precisamente esto lo que está "desvirtuando la profesión". "Una actriz necesita una preparación, una formación... y, por supuesto, una fama. Antes las actrices eran estrellas, pero a estas personas no las conoce nadie", sentencia. Por eso, el modus operandi es abandonar el nido "cuando ya eres conocida".

En la misma línea se encuentra Paulita Pappel, cineasta, guionista y coordinadora de cine erótico, que, sin querer "demonizar" a OnlyFans, apunta hacia una conversión del porno "en algo menos estético de lo que era". Pero, por supuesto, todo esto radica en un mal mayor: una industria al completo que está cayendo en picado.

Para Marcos, la industria "está muerta", y Pappel afirma que, "si antes se grababan cuatro películas al día, ahora con suerte son dos a la semana". "Muchas productoras han tenido que cerrar", continúa, pero, a pesar de ello, no mantiene una visión tan pesimista como la del presidente de APEOGA, que asegura que la única salida que encuentra es "irse de España".

Aunque opinan que el contenido per se siempre va a existir, lo innegable es que se trata de una de las crisis más duras que recuerdan. "Ha habido muchos booms en esto: primero fue el VHS, luego el DVD y ahora internet", reconoce Pappel, que espera que, como hasta ahora, "al final se pueda salir adelante".

En esto, las actrices también se mojan. Conocedoras del daño que ha causado esta nueva revolución de OnlyFans, creen que "siempre habrá chicas que quieran dedicarse a esto". "Y para ello no te queda otra que empezar con una productora", señala Apolonia.

De la misma manera, Zenda Sexy lo ve como un "trampolín" a la fama porque, "si empiezas de primeras en OnlyFans estás jodida, porque esta plataforma no te promociona, y al principio no te conoce ni el tato". Parece que las productoras han quedado relegadas a ser meras descubridoras de artistas amateurs y que, en palabras de Marcos, "el porno como lo hemos conocido hasta ahora ya no existe".