Pablo Álvarez, CEO de Vega Sicilia, la mejor bodega del mundo en 2025.

Pablo Álvarez, CEO de Vega Sicilia, la mejor bodega del mundo en 2025. Diego Peláez Cedida

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El imperio de Pablo Álvarez tras 40 años al frente de Vega Sicilia, la mejor bodega del mundo en 2025: "El grupo factura 90 M"

Por segundo año consecutivo, estas bodegas de la Ribera del Duero han sido condecoradas como la Mejor Bodega del Mundo 2025 en los Golden Vines.

Más información: El imperio de Protos, las bodegas cuna de la Ribera del Duero lideradas por Carlos Villar: "En 2024 facturaremos 50 millones"

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Hace 40 años exactamente, en 1985, el pater familias de los Álvarez Mezquíriz, David Álvarez, le encomendó una misión a uno de sus seis hijos. “Pablo, tienes que ocuparte de las bodegas”, le dijo. Se refería a las bodegas Vega Sicilia adquiridas por la familia tan sólo tres años antes.

Pablo Álvarez (Bilbao, 1954) entonces era un joven abogado que apenas había superado la treintena, pero asumió el reto y desde entonces es el máximo responsable de las bodegas familiares. Un trabajo que le apasiona, pero que “en dos o tres años” cambiará. Reconoce a EL ESPAÑOL que pasará de ser CEO a presidente “con algunas funciones” porque “hay que saber apartarse”.

Pese a ello, bajo su liderazgo, tanto la bodega Vega Sicilia como sus hermanas menores –Alión, Tokaj-Oremus, Pintia y Macán– no han hecho más que crecer hasta el punto de que en 2024el grupo cerró con una facturación en torno a los 90 millones de euros”, explica Álvarez a este diario. Un balance de ventas que espera “igualar” en 2025 de la mano de la nueva directora general de Vega Sicilia, Jessica Julmy.

Jessica Julmy, nueva directora general de Vega Sicilia.

Jessica Julmy, nueva directora general de Vega Sicilia. Diego Peláez Cedida

Eso sí, ambos reconocen a este medio las “dificultades” que arrastra el sector vitivinícola a nivel mundial. Pero prometen seguir luchando por el futuro de las bodegas. Y, pese a esa difícil coyuntura, lo cierto es que los galardones y reconocimientos siguen llegando.

Al igual que en 2024, el buque insignia de este grupo vitivinícola, la bodega Vega Sicilia, ha sido nombrada recientemente como la Mejor Bodega del Mundo 2025 en los Golden Vines, unos premios conocidos como los Oscars del Vino.

Esta bodega se llevó el máximo galardón en un evento que se celebró en Miami, Estados Unidos, donde se reunieron los mayores productores vinícolas. El premio, sin embargo, es fruto de la influencia directa de la familia Álvarez Mezquíriz en una bodega que hasta 1982 había pertenecido a varias manos. Ahora, reconoce Pablo Álvarez, “sólo la bodega Vega Sicilia factura cerca de la mitad de lo que genera el grupo”.

La diferencia es que Vega Sicilia se ha convertido en una bodega de oro que ha pasado de producir 200.000 botellas en 1982 a rozar el millón y medio de botellas anuales. Pese a ello, Pablo Álvarez sigue pensando que “el mejor vino aún está por hacer”. Ése es el lema que le ha guiado a lo largo de cuatro décadas al mando de las bodegas y ésa es la filosofía que empuja a Vega Sicilia a seguir mejorando cada año.

De 1864 a los Álvarez, en 1982

Los Álvarez no siempre fueron los dueños de Vega Sicilia, la bodega situada en Valbuena de Duero (Valladolid), un enclave que está bajo la D.O.P. Ribera del Duero. Mucho antes de que la familia se hiciera con su propiedad en el madrileño restaurante de Zalacaín, lo cierto es que la bodega ya acumulaba casi 120 años de historia.

Fundada en 1864 por el empresario Eloy Lecanda y Chaves, la bodega decimonónica ya se distinguió desde el minuto uno por la búsqueda de “un vino de calidad”. “En aquella época, el vino era tan sólo un alimento que elaboraban los agricultores de la zona para el consumo propio”, explica Pablo Álvarez.

Eloy Lecanda y Chaves, el fundador de las bodegas Vega Sicilia en 1864.

Eloy Lecanda y Chaves, el fundador de las bodegas Vega Sicilia en 1864. Vega Sicilia

PeroLecanda y Chaves, que era una persona viajada, quiso que Vega Sicilia se diferenciara y para ello “trajo variedades de uva de Francia”. Las plantó y fue el origen de unos vinos diferenciales que en 1900 pasaron a manos de una familia, los Herrero. Ellos tuvieron en propiedad la bodega hasta 1950 y, de hecho, hasta 1927 era la única que existía en las tierras amparadas a día de hoy por la D.O.P. Ribera del Duero –en 1927 nació Protos–.

De 1950 a 1964 perteneció a una sociedad llamada ProdesProductores de Semillas–. Ésta fue comprada por Hans Neumann, un empresario checoslovaco que huyó del nazismo y se asentó en Venezuela. Desde allí gestionó un holding entre el que se encontraba la bodega Vega Sicilia.

“Y ahí fue cuando le encargaron a mi padre, a principios de los 80, encontrar compradores para la bodega. Él encontró a un inglés y un suizo, pero cuando su hijo Miguel Neumann se reunió con mi padre, éste le dijo: '¿Y por qué no la compras tú?'”, dice Pablo Álvarez.

Su padre, David Álvarez, lo pensó, accedió y el 15 de abril de 1982 firmó su compra. Ya entonces Pablo Álvarez empezó a viajar “una vez por semana a las bodegas” y comenzó a empaparse de los saberes vitivinícolas. De hecho, el director de la bodega seguía siendo el mismo que antaño, Jesús Anadón, quien tres años después se jubilaría tras 36 años de carrera. Pablo había desarrollado una buena relación con Anadón y cree que “él influyó” para que su padre le encomendara la tarea de dirigir las bodegas familiares desde 1985.

El 'imperio' de Pablo Álvarez

Con más de 70 años, Pablo Álvarez, uno de los seis hermanos de la familia Álvarez Mezquíriz –la cual tiene otras empresas como El Enebro o el Grupo Eulen–, sigue siendo el CEO de la bodega. Aunque otros Álvarez participan en la bodega, Pablo sigue capitalizando la acción y el desarrollo de Vega Sicilia y las demás bodegas. Y lo hace desde hace casi 40 años.

La primera gran decisión trascendental que realizó Pablo Álvarez fue la de recuperar los viñedos decimonónicos que plantó Eloy Lecanda y Chaves a mediados del siglo XIX. Además, “suprimió el uso de herbicidas y abonos químicos”, explican a este medio fuentes de las bodegas. A partir de ahí, el desarrollo de Vega Sicilia pasó de producir 200.000 botellas hasta rozar el millón y medio actual.

Eso sí, Pablo Álvarez reconocía hace un año a este periódico que “las producciones eran altas y buenas desde el principio”. Pese a ello, la sed de vino empujó a Pablo Álvarez a acrecentar el negocio. Por ello, fue abriendo paulatinamente varias bodegas en otros puntos de España y el mundo para producir todo tipo de vinos.

Vista exterior de las bodegas Vega Sicilia, nombradas como la Mejor Bodega del Mundo 2025 en los premios Golden Vines.

Vista exterior de las bodegas Vega Sicilia, nombradas como la Mejor Bodega del Mundo 2025 en los premios Golden Vines. Cedida

Las barricas donde fermentan los vinos Vega Sicilia.

Las barricas donde fermentan los vinos Vega Sicilia. Cedida

“En 1991, creamos Alión, otro Ribera más moderno; en 1993, fundamos en Hungría la bodega Tokaj-Oremus, que elabora un vino que fue el más aclamado entre los siglos XVII y XVIII; en 2001, creamos la bodega de Pintia, con D.O.P. Toro; en 2013, los vinos D.O.P. Rioja de la marca Macán…”, resume Pablo Álvarez.

“Y ahora, uno de los mayores retos que afrontaremos en 2026 es abrir una nueva bodega en Galicia”, cuenta a EL ESPAÑOL Jessica Julmy, directora general de Vega Sicilia desde el pasado agosto de 2025. Ella reconoce su “ilusión” por trabajar en el grupo, pero todavía cree que es pronto para valorar su recorrido en la empresa.

Pablo Álvarez, pese a todo, empieza a sentir los años. “Tengo 70 años y como es natural mi capacidad va disminuyendo”, dice. Por ello, un asunto que está tratando con su familia es quién –o quiénes– se harán cargo de las bodegas tras dejar de estar en la primera línea, que augura que sea “en dos o tres años”.

De momento, lo que ya ha conseguido Pablo Álvarez es colocar a Vega Sicilia entre las mejores bodegas del mundo, siendo nombrada la mejor de todas durante dos años seguidos . Un hecho que agradece y que considera “un orgullo”. Veremos si conserva tal honor en la próxima gala. “Hacerlo tres veces seguidas sería un privilegio”, concluye el CEO de Vega Sicilia.