Ana Arjona, la forense sevillana enviada a juicio por un tres delitos contra la integridad moral.

Ana Arjona, la forense sevillana enviada a juicio por un tres delitos contra la integridad moral. Efe

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Ana Arjona, la forense sentada en el banquillo por vejar a víctimas de violaciones: "Ahora la moda es salir sin bragas"

La funcionaria de Sevilla, a quien se le imputan tres delitos contra la integridad moral, sostiene que es una campaña de desprestigio hacia su persona.

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"No sabemos si salió con bragas porque ahora es la moda, salir sin bragas". "¿Tú sales así vestida? Mira lo que te ha pasado. Estabas borracha. Te has sentado a hacer pis y te has quedado dormida. Te voy a dar un consejo de madre, lo que tienes que hacer es comer antes de salir para tener el estómago lleno, ¿ves lo que pasa cuando se bebe?".

Estos entrecomillados, presuntamente, se los espetó la forense sevillana Ana Fuensanta Arjona Reina, de 68 años, a tres víctimas de agresiones sexuales momentos posteriores a lo sucedido. Todo ello en el marco de su actuación como médica del Instituto de Medicina Legal de la capital hispalense. Y por ello, piden su ingreso en prisión.

Atendiendo al escrito de acusación formulado por la Fiscalía Provincial de Sevilla, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, desde finales de 2019, la funcionaria realizaba estos comentarios en los centros hospitalarios cuando se entrevistaba con mujeres agredidas sexualmente.

Todo ello bajo el requerimiento del Juzgado de Guardia y de los responsables de Ginecología de los respectivos centros. "En lugar de seguir las pautas marcadas en el Protocolo de Actuación Médico Forense, hacía comentarios que implicaban continuos juicios de valor sobre la vestimenta o el comportamiento de las presuntas víctimas", recoge el documento del Ministerio Público.

El papel subraya que las valoraciones vertidas sobre las tres damnificadas por parte de Arjona "dan a entender" que las mujeres "habían consentido tácitamente el acto sexual". "Resta por ende credibilidad a sus manifestaciones haciéndoles sentir culpables", agrega el escrito de acusación.

La primera sucedió el 6 de septiembre de 2019. En el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Virgen de la Macarena, Arjona se entrevistó con una mujer que había sufrido una agresión sexual.

"¿Dónde están las marcas?"

"Bueno, ¿dónde están las marcas? No tendrías que haberte ido con él. Tendrías que haberte ido corriendo. No se puede ir animando a los chavales para luego decirles que no. ¿Estás segura que quieres denunciarlo? Porque le vas a destrozar la vida a este chico”, le dijo la forense a la damnificada.

Acto seguido, la joven se puso a llorar y tuvo una crisis de ansiedad. No interpuso la denuncia al verse desacreditada.

El segundo caso fue tres años después. El 12 de octubre de 2022 acudió una joven al hospital citado anteriormente, acompañada de varias compañeras de su residencia de estudiantes. La encontraron en un césped tirada y no recordaba nada.

"Decís que se la encontraron sin bragas, pero no sabemos si salió con bragas porque ahora es la moda, salir sin bragas. ¿Tú sales así vestida?, mira lo que te ha pasado", le manifestó la funcionaria a la chica.

"Te voy a dar un consejo de madre, lo que tienes que hacer es comer antes de salir para tener el estómago lleno, ¿ves lo que pasa cuando se bebe? Que no te acuerdas de lo que ha pasado y mira la que has liado", agregó.

Dudando de sí misma

Las facultativas le consultaron a Arjona la necesidad de extraer sangre para la detección de tóxicos por si hubiera sido víctima de una sumisión química. La forense no lo consideró necesario, dado que la prueba de tóxicos en orina dio negativo y habían pasado unas horas desde lo sucedido.

"Todo ello hizo que Susana -nombre ficticio- se sintiera muy culpable y aún más confundida de lo que ya estaba, llegando a dudar de sí misma", continúa el escrito de acusación.

Y llega el último caso. Escasos días después de su encuentro con la segunda joven, el 1 de noviembre del mismo año, una chica acudió al Hospital Universitario Virgen del Rocío acompañada de su madre. Esta víctima tenía solo 18 años en aquel momento.

La damnificada se subió un taxi. Un joven compartió con ella el vehículo. El chico le pidió a ella que se subieran a su domicilio y esta accedió.

Cuestionamiento ante la Policía

El varón comenzó a realizar una serie de actos sexuales y ella no los deseaba. Salió del inmueble y denunció los hechos.

Una vez en el hospital, y ante la presencia de los policías, Arjona "cuestionó en todo momento la realidad de la ausencia de consentimiento". Y la forense le formuló una batería de preguntas.

"¿Y por qué no pediste ayuda? ¿Por qué no le empujaste o le pegaste? ¿Por qué te subiste al taxi? ¿Por qué no le pediste ayuda al taxista? ¿No será que querías pero no te acuerdas? ¿Por qué subiste a su casa? ¿Por qué te dejaste quitar la ropa?" le preguntó.

La Fiscalía sostiene que "en todo momento" empleó "un tono acusatorio, inquisidor e incluso capcioso, generándole una gran angustia, dudando de sí misma y desistiendo en denunciar los hechos".

De nuevo, la joven dudaba en si denunciar el caso o no, y acudió por las insistencias de su madre.

Por estos hechos, a la forense Ana Arjona se le imputan tres delitos contra la integridad moral cometidos por un funcionario público. El Ministerio Público sevillano pide tres años de prisión. También se solicita la inhabilitación especial para su empleo, de nuevo, por un periodo de tres años.

La experta en Medicina Legal fue enviada a juicio, al Juzgado de lo Penal nº4 de Sevilla. Sin embargo, la vista oral fue suspendida hasta el 12 de julio de 2026 a petición del abogado de la acusada, por la falta de documentos esenciales, según recoge El Correo de Andalucía.

Campaña de acoso

La mujer achacó su presencia en los tribunales a una presunta campaña de acoso que lleva sufriendo desde 2013. "Yo soy una persona, le gusta a quien le guste, cristiana. No quiero para los demás lo que no quiero para mí. Y con eso queda contestado todo. Yo no le he hecho nunca a nadie mal", aseguró a los medios de comunicación.

En una entrevista concedida hace dos años a ABC, la forense relata que le han hecho "la vida imposible" en su trabajo desde 2016, cuando se empezó a "tirar de la manta y se dejaron al descubierto algunas irregularidades" en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla.

Arjona denunció que la directora reparte las guardias por "amiguismo". Se siente víctima de "una venganza macabra basada en falsedades".

En 2013 fue elegida como miembro del Consejo de Dirección del IML de Sevilla. "A partir de ahí me di cuenta de la falta de transparencia y arbitrariedad de algunas decisiones de la directora, Rocío Marín, que vulneraban la norma e iban en detrimento de la atención al ciudadano", afirma Arjona.

Denuncias archivadas

En cuanto a estas irregularidades a las que la funcionaria hace referencia, se encuentran la "adjudicación a dedo, como en los regímenes dictatoriales". Además, insinúa que "un médico favorecido" por Marín puede llegar a cobrar más de 4.000 euros por "solo 12 guardias". "Mientras, los que no gozan a su favor no llegan ni a los 1.000 euros".

Todas estas presuntas prácticas las denunció la forense ante la Consejería de Justicia. Lo hizo por escrito en los años 2016 y 2017, pero "miraron para otro lado".