La carta de Baldomero Lodeiro y su hermano Arturo.

La carta de Baldomero Lodeiro y su hermano Arturo. Archivo familia Lodeiro / l'Encobert

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La petición inédita de Baldomero, el primer militar nacional que denunció las "bestialidades" del franquismo

El libro 'Estiu del 37' recoge la investigación sobre Arturo Lodeiro, un supuesto espía anarquista, al que su hermano intentó liberar.

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Alicante
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En 1940 un militar franquista hizo la primera denuncia conocida en la dictadura por los abusos que se cometían. Se llamaba Baldomero Lodeiro y quería saber qué había pasado con su hermano Arturo en la comisaría donde estaba detenido. La historia aparece en el libro Estiu del 37 que publica una pequeña editorial valenciana que dirige José López Camarillas.

Especializado en la recuperación de documentos de la Guerra Civil y la posguerra, José llega a este material tras recibir la maleta de un anarquista asesinado en 1940. La historia que aparece en esa familia descubre ese primer documento que valora por lo que supone como protesta contra el régimen de Franco desde su mismo bando.

La denuncia de Baldomero indica que en aquel momento era teniente del cuerpo de ingenieros militares en Aranjuez. El 15 de junio de 1939, dos meses y medio después de que terminara la Guerra Civil, fue a la comisaría de Policía de Madrid en la que estaba arrestado su hermano Arturo y descubre allí que le han torturado.

En esa denuncia se recoge que quería saber "el estado en que este se encontraba por los golpes y palizas que la policía le había proporcionado". Y por eso "se vio obligado a prohibir en términos enérgicos que se maltratara al detenido ni a ningún otro, para arrancarles declaraciones falsas, advirtiéndoles que de hacerlo daría cuenta al propio Generalísimo".

López Camarillas aún recuerda la sorpresa que sintió al encontrar un documento que de forma tan temprana denunciaba los abusos en la dictadura: "Me quedé de piedra". Profesor de instituto y editor, consultó con otros historiadores sobre la importancia del texto y "nunca habían visto algo así", la que "sería la primera denuncia documentada de un franquista al propio franquismo".

Este hallazgo es crucial, ya que "es un documento histórico para los negacionistas bastante importante". El editor señala que el documento demuestra que "había mucha gente que estaba en el bando franquista pensando que estaban en otra película" porque Baldomero "pensaba que Franco no sabía lo que estaba pasando entre el 36 y que le horrorizaría que se hicieran estas bestialidades".

La denuncia de Baldomero, que llegó al ministro José Enrique Varela, la escondieron en su momento durante décadas ya que en ella se hablaba de "golpes y palizas" y de "maltratar al detenido". Y así la separaron del sumario en el que se le condena a muerte.

Como apunta López Camarillas la clave está en que eran "para arrancarles declaraciones falsas". Y buena parte de su trabajo se ha centrado en demostrar que realmente Arturo era inocente de los delitos que se le acusaban.

¿Cómo llegó López Camarillas a ella? El hermano detenido, Arturo, es el verdadero protagonista de este libro documental. En él se cuenta cómo este hombre nacido en 1905 en una familia de militares gallegos entró en la CNT y a participar en los movimientos sindicales que reivindicaban mejoras sociales durante la República.

La vida de Arturo, como explica en el libro, se movía entre dos mundos. El que había decidido adoptar por su ideología y el de la familia en la que su padre era un militar africanista y su hermano mayor, el que preguntaría luego por él, se había pasado al bando de los sublevados por Franco el 18 de julio de 1936.

"Podemos documentar algunos de los casos en los que se arriesgó a ser acusado de traidor al dar la cara por simpatizantes de los golpistas", escribe López Camarillas en este libro. "Para él, una vida humana tenía más valor que cualquier identidad política", recalca.

Las cerca de setecientas fotografías que contenían los trece carretes que habían permanecido sin revelar durante más de ocho décadas le han llevado a reconstruir la vida de Arturo y su familia. En esas imágenes se revelan la intensa historia con la que sería su gran amor, Julia.

Baldomero Lodeiro.

Baldomero Lodeiro. Archivo familia Lodeiro / l'Encobert

"Este anarquista está enamoradísimo de esta costurera", cuenta el autor. Arturo y Julia se conocerían el 19 de julio de 1936 en la cafetería del hotel Continental de Madrid. Él había acabado de ser liberado de la cárcel donde estaba arrestado por participar en una protesta laboral.

¿Espía de la CNT?

Ella estaba entonces con Valentín Montoya, el hijo del dueño del Continental hasta que los ojos claros de Arturo la conquistaron. López Camarillas lo describe como "un folletín brutal" en medio del sangriento conflicto. De hecho, en la batalla de Guadalajara de 1937 la metralla "le perforó su pulmón izquierdo por el costado" y acabó pasando "el resto de la guerra en la retaguardia, junto a los suyos".

Eso es lo que lleva a la localidad valenciana de Chiva, un municipio entonces agrícola, en la que estuvieron juntos con sus familias. La cámara Leica IIIA les permitiría recoger las imágenes de la vida cotidiana de un país en guerra que solo se descubre por los carteles en las calles.

"Yo estoy convencido al 90 % que Arturo era un espía de la CNT", declara el editor. Una sospecha que basa en el material y los privilegios que, como enumera, tenían en aquellos momentos y que estaba prohibido por la Junta de Defensa en esas cantidades y sin permiso: "Arturo tiene carretes de fotografías, tiene cámaras, tiene dos coches deportivos, tiene un chófer".

Julia y Arturo reflejan en las imágenes el amor que vivieron.

Julia y Arturo reflejan en las imágenes el amor que vivieron. Archivo familia Lodeiro / l'Encobert

"No tiene ningún sentido que un anarquista raso tenga todo ese material y se ponga a hacer esas fotografías en Xiva. No tiene ningún sentido", reflexiona López Camarillas. La explicación cree que puede estar en las últimas fotos antes de ser detenido por el ayuntamiento socialista de Chiva ya que en ellas se puede ver a guardias de asalto.

En ese pueblo valenciano, al inicio de la Guerra Civil, se produjeron varias detenciones de miembros del sindicato anarquista. López Camarillas cree que Arturo pudo haber sido enviado a esa población para investigar qué había pasado un año antes.

La muerte y el legado

Pero esa tranquilidad que vivieron momentáneamente terminaba de forma abrupta el 28 de julio de 1937, cuando acusan a Arturo de "desobediencia, desacato e insultos a agentes de la autoridad". Las vidas de Arturo y Julia dieron muchas vueltas durante los dos años siguientes hasta que el primero fue arrestado de forma definitiva en 1939.

"Hasta el último momento tanto el padre como el hermano se la jugaron" para intentar salvar a Arturo, quien acabaría dejando una hija que solo llegó a ver como bebé a través de las ventanas de la prisión, y ahora un legado en forma de Estiu del 37, este libro editado en castellano y valenciano que recupera su vida.