Quique y la difunta Ainhoa.

Quique y la difunta Ainhoa.

Reportajes

Quique, el presunto asesino de su novia de 19 años en Librilla, a prisión por "indicios" de que la mató por echarle de casa

El veinteañero se ha acogido a su derecho a no declarar. El Ayuntamiento ha convocado un minuto de silencio este jueves, tras anunciar que no lo haría.

Más información: Quique mató a su novia Ainhoa de 19 años en Librilla por querer romper la relación: él ya intentó suicidarse en marzo

Publicada
Actualizada

Quique se ha comportado de principio a fin como un cobarde y no ha ofrecido explicación alguna -si es que la hay- sobre el crimen machista que perpetró contra su pareja: Ainhoa, a la que asfixió en Librilla. Manuel Enrique G. T., de 27 años, se ha acogido a su derecho a no responder a ninguna pregunta tras ser puesto a disposición de los juzgados de Totana por la Guardia Civil.

Así lo ha confirmado la portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Murcia: "El investigado se acogió a su derecho a no declarar". Pero el silencio de Quique no ha impedido que el juez le envíe a prisión este miércoles, tomando la decisión que esperaba toda la familia de Ainhoa: una joven de 19 años, de buen corazón, y con buena trayectoria en la hostelería, lo que le valió ser contratada de camarera en el restaurante del Grupo Primafrío -un gigante internacional del transporte por carretera-.

El silencio de este veinteañero no ha sido suficiente frente a las pruebas recabadas por la Policía Judicial y que le señalan como el supuesto autor del segundo crimen machista del año en la Región de Murcia. En primer lugar porque Quique confesó haber matado a Ainhoa, tras intentar suicidarse y acabar ingresado en el Hospital Virgen de la Arrixaca. "Reconoció el crimen a sus dos hermanas", tal y como aseguran fuentes de la Guardia Civil próximas a la investigación.

En segundo lugar, las pesquisas recabadas a contrarreloj por la Policía Judicial apuntan a que Quique asfixió a Ainhoa mientras dormía, como supuesta venganza porque la joven lo echó de casa el pasado jueves. De hecho, ella misma se lo comunicó a sus compañeras de trabajo en el restaurante de Primafrío, su única válvula de escape de un novio supuestamente tóxico, controlador, en paro y con un intento de suicidio en marzo que fue frustrado por la Guardia Civil.

Por aquella fecha, el veinteañero alegó que sufría una "depresión" por la relación sentimental con Ainhoa. Lo que reafirmó la vía abierta por los investigadores de que el pasado fin de semana asfixió a la joven, en la vivienda que ambos compartían en la calle Totana de Librilla. "Terminaron la relación días atrás", según insisten las citadas fuentes de la Guardia Civil.

Así lo corrobora el titular de la plaza 3 del Tribunal de Instancia de Totana, al enmarcar este homicidio "en el ámbito de la violencia de género" y enviar a la cárcel Quique, a pesar de que Ainhoa nunca le denunció.

"El juez ha acordado la medida cautelar de prisión provisional, atendiendo a la gravedad de los hechos y la existencia de indicios racionales de criminalidad, para asegurar la presencia del investigado en el proceso y evitar tanto el riesgo de fuga como la posible obstaculización de la investigación o la destrucción de pruebas", según ha detallado la portavoz del TSJ.

Un agente de la Guardia Civil, este domingo por la noche, tras inspeccionar la vivienda de la calle Totana donde fue hallado el cuerpo sin vida de Ainhoa.

Un agente de la Guardia Civil, este domingo por la noche, tras inspeccionar la vivienda de la calle Totana donde fue hallado el cuerpo sin vida de Ainhoa. EFE / Marcial Guillén

La autopsia deberá determinar el día y la hora a la que Quique asfixió supuestamente a Ainhoa, ya que hasta el momento, lo único que ha trascendido es que el investigado se intentó suicidar el sábado 25 de octubre. Lo hizo con la ingesta de pastillas, pero según fuentes de la investigación no logró quitarse la vida y pidió auxilio. Una vez en La Arrixaca, le contó la salvajada que había hecho a dos de sus hermanas y otro familiar acudió a la vivienda de la calle Totana, descubriendo el cuerpo inerte de la joven en el salón.

La macabra confesión se produjo el domingo y ese mismo día, en cuanto recibió el alta hospitalaria, unos guardias civiles engrilletaron a Manuel Enrique G. T., de 27 años, y sin antecedentes. La noticia cayó como una bomba en su familia.

Este jueves se celebrará la misa fúnebre de esta joven, a partir de las diez de la mañana, en la iglesia de San Bartolomé de Librilla. "Muchos negocios van a cerrar", según explica una hostelera, sobre la muestra de "apoyo" con los padres de Ainhoa que tendrán los comerciantes de este pueblo de apenas 6.000 vecinos, caracterizado por su ubicación en los Barrancos de Gebas y por una tranquila convivencia que ha roto el crimen machista de Quique -el número 32 de este año en España-.   

"Era muy buena chica", recalca esta hostelera, sobre Ainhoa, muy querida en el pueblo por su labor como camarera en La Bodega donde están desolados y por la carnicería que regentó su padre en la Plaza de la Constitución. Los vecinos recuerdan que Ainhoa y Quique llegaron a trabajar juntos "en una cafetería", por lo que les ha sorprendido que ella sufriera en silencio la violencia de género, a la vista de que la causa la instruye un juzgado especializado en la materia.

Polémica con la alcaldesa

Paralelamente al entierro, este jueves, también tendrá lugar un minuto de silencio en el Ayuntamiento que llega con polémica. Todo ello, debido a que la alcaldesa de Librilla, María del Mar Hernández, anunció el lunes que no habría convocatoria contra la violencia machista "por respeto a las dos familias", equiparando a la víctima mortal con el presunto asesino. Tan grande fue el revuelo que se montó que solo unas horas después tuvo que recular y la regidora informó en un comunicado que sí habrá minuto de silencio.

Incluso decretó cinco días de luto oficial y suspendió las actividades previstas de Halloween.

"Son momentos muy duros para nuestro pueblo, hechos que son difíciles de entender y complicados de gestionar desde los sentimientos de quienes nos conocemos como vecinos, por lo que también pedimos prudencia y respeto hacia las familias", según reza el comunicado. Librilla sigue sin recuperarse del crimen injusto y cobarde de Ainhoa.