El Padre Guilherme pinchando en Lisboa.

El Padre Guilherme pinchando en Lisboa. Redes sociales

Reportajes

El Padre Guilherme, el cura militar que 'sirvió' en Afganistán y llena salas como DJ, criticado por la Iglesia y la izquierda

Comenzó pinchando temas en un karaoke solidario para salvar su parroquia y, ahora, es una estrella del techno denostada por los más conservadores.

Más información: Un cura dj revoluciona el comienzo de las Fiestas de Pilar en Zaragoza: "Esto no se ve todos los días"

Publicada
Actualizada

Guilherme Guimarães Peixoto (Azurém, Portugal, 1974) es un hombre de mezclas imposibles. Lo es desde que nació, pues una grave enfermedad, aparentemente incompatible con la vida, le afectó al poco de su alumbramiento. Pero logró sobrevivir.

Su madre lo atribuyó a un milagro divino. Días antes, la mujer rezaba: "Si salvas a mi hijo, lo ofreceré para predicar tu palabra".

Y lo cierto es que así ocurrió, pero no por una promesa a cumplir, ni por un mandato familiar. Aunque sí parece, según cuentan miembros de su familia, que "le vino dada la vocación". Pero sus inicios en el sacerdocio con apenas 13 años, aunque ordenado en la Arquidiócesis de Braga ya con 24, le supieron a poco.

Necesitaba encontrar nuevos métodos de expandir la fe y, en ese momento, es cuando entra la música. Corría el año 2006. La parroquia donde oficiaba, São Miguel de Laúndos, en Póvoa de Varzim, hacía frente a numerosas deudas y, para recaudar fondos entre la gente del pueblo, el ya conocido como Padre Guilherme decidió organizar un karaoke.

En estas particulares sesiones, que cosecharon un gran éxito, el sacerdote comenzó a mezclar música típica eclesiástica con canciones de Guns N' Roses, AC/DC y rock portugués para llegar a todo tipo de público, incluido el más joven.

Esta mezcla, imposible para algunos, hizo que este proyecto evolucionara hasta tal punto de constituir el Ar de Rock Laúndo, un espacio ubicado junto a la capilla destinado únicamente a esta actividad.

Como ya le empezaba a picar el gusanillo en eso de la música, dejó de ser autodidacta para dar un salto hacia la profesionalización, inscribiéndose en una academia de DJs.

El Padre Guilherme durante una de sus actuaciones.

El Padre Guilherme durante una de sus actuaciones. Redes sociales

Pero la de la música no fue la única llamada que sintió. Tras ser invitado a unirse como capellán a las fuerzas armadas, su vocación por "acompañar espiritualmente a quienes arriesgan la vida en zonas de conflicto", tal y como el mismo expresó, le llevaron a aceptar misiones que le llevaron hasta Afganistán (2010) y Kosovo (2012).

Pero el verdadero salto lo dio hacia el camino de la fama cuando, en agosto de 2023, el Parque Tejo-Trancão de Lisboa fue testigo de cómo el Padre Guilherme congregaba a más de un millón y medio de jóvenes durante la Jornada Mundial de la Juventud.

Desde entonces, su reconocimiento sólo fue en ascenso, y ha logrado consolidarse como una estrella en el mundo de la música techno, contando con más de 1,6 millones de seguidores en Instagram y más de 90.000 oyentes mensuales en Spotify, y codeándose con artistas de la talla de Armin van Buuren o Hardwell en carteles de importantes festivales.

Pero toda cara tiene su cruz y, en el caso del Padre Guilherme, la fama le ha traído muchos detractores tanto dentro de su familia eclesiástica como en diferentes agrupaciones o gobiernos de izquierdas.

Sectores conservadores de la Iglesia Católica han expresado enormes recelos hacia su carrera musical, considerando que genera desconfianza entre miembros del clero.

En política, el caso lo tenemos bien cerca, cuando tanto la oposición de izquierdas como la coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza expresaron su desacuerdo con la participación del sacerdote en los festejos de la Virgen del Pilar, celebrados hace apenas unas semanas.

Un cura con cargo de Teniente Coronel

Hagamos un pequeño flashback. En realidad, el ingreso del Padre Guilherme en el ejército portugués ocurrió tras su ordenación sacerdotal en 1999, cuando decidió sumarse al Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas Portuguesas como capellán militar.

No fue reclutado como soldado, sino que ingresó como sacerdote castrense, un cargo plenamente reconocido por el Ejército de Portugal. Después de varios años ejerciendo en parroquias de la diócesis de Braga, Guilherme fue invitado a unirse como capellán a las fuerzas armadas.

Su integración al ejército coincidió con el fortalecimiento de la capellanía militar portuguesa tras la participación del país en misiones internacionales de la OTAN.

El Padre Guilherme compartió en sus redes fotografías durante su servicio militar.

El Padre Guilherme compartió en sus redes fotografías durante su servicio militar. Redes sociales

En ese marco, Guilherme comenzó su carrera en unidades del ejército en territorio nacional, ofreciendo misas, atención psicológica y orientación espiritual a soldados desplegados o en entrenamiento. Su dedicación y su liderazgo pastoral le permitieron ascender al rango de teniente coronel, grado que sigue ostentando actualmente.

A pesar de su ingreso temprano, su primera gran misión internacional no llegó hasta 2010, cuando fue enviado a Afganistán como capellán militar de las fuerzas portuguesas desplegadas dentro de la misión de la OTAN ISAF (International Security Assistance Force).

Allí permaneció seis meses, oficiando misas en bases y acompañando espiritualmente a los soldados, incluidos quienes salían a operaciones de patrulla en zonas donde había riesgo constante de ataque. El propio Guilherme contó que su experiencia en Afganistán le enseñó el verdadero poder de la religión: "Aprendí que la fe puede sostener incluso en medio del miedo".

En 2012, volvió a ser destinado durante otros seis meses como capellán en Kosovo, donde sirvió en campamentos internacionales.

Esto, dijo, le ayudó de manera definitiva a comprender "las batallas interiores que libra cada ser humano". Comprensión que influyó también en su posterior misión pastoral y musical, al buscar formas nuevas de transmitir esperanza desde el lenguaje contemporáneo de la música electrónica.

De sacerdote portugués a DJ en Ibiza

Tras sus clases en la academia de DJs, el Padre Guilherme encontró su propio estilo, evolucionando hacia lo que él llama techno melódico, género con el que logró equilibrar los ritmos de la música electrónica con un trasfondo más espiritual.

Sus sets comenzaron a incluir samples de homilías, mensajes del Papa Francisco y fragmentos de encíclicas combinados con sonidos profundos y emotivos. "La música es un idioma más para celebrar la esencia de la Iglesia", asegura el sacerdote a día de hoy en varios de sus post de Instagram.

Su doble vida pastoral y musical comenzó a atraer la atención internacional, hasta tal punto que fue invitado a la que posteriormente sería la actuación que le haría saltar a la fama: el concierto en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023, en la que hizo bailar a más de un millón y medio de jóvenes antes de la misa con el Papa Francisco, quien posteriormente le bendeciría sus auriculares de DJ.

El Papa Francisco bendiciendo los cascos del Padre Guilherme.

El Papa Francisco bendiciendo los cascos del Padre Guilherme. Redes sociales

Después de la viralización de su actuación, su carrera explotó. Fue invitado en 2024 a Hï Ibiza, a pinchar en la Plaza Cibeles de Madrid en la Fiesta de la Resurrección y, en 2025, actuó ante 150.000 personas en el Medusa Festival de Valencia, mezclando techno con mensajes de paz, tolerancia y esperanza.

Pero a pesar de su éxito a nivel mundial, que se consolidó con espectáculos como el que hizo a los pies del Cristo Redentor de Río de Janeiro en una "rave cristiana", el Padre Guilherme insiste en que no busca fama: "No soy un sacerdote que actúa, sino un cura que comunica a través de otro lenguaje".

Enemigos dentro de la Iglesia

Pero en el caso de Guilherme, no sólo es señalado desde la casta política. A veces el enemigo vive en casa y, tras su gran ascenso mediático, parte del clero portugués y europeo ha expresado reservas respecto a su estilo y su exposición mediática.

Para algunos sectores del mundo clerical, su carrera musical genera desconfianza, lo que le ha costado durísimas críticas. Sacerdotes y fieles consideran que la imagen de un "presbítero" actuando en festivales electrónicos corre el riesgo de banalizar la figura sacerdotal o de desvirtuar la liturgia.

De hecho, fue el propio Guilherme quien reconoció esta tensión en una entrevista concedida a El Correo Gallego. "Cuando empecé como DJ, recibí críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia", advirtió.​

Pero no es su carrera musical lo único que causa yagas en el sector religioso, sino que parte de la controversia también proviene de sus declaraciones sobre moral sexual.

En una entrevista en 2020 con el programa portugués Maluco Beleza, el sacerdote afirmó que "si el sexo ayuda a fortalecer el amor, tiene que ser bueno" y que "todo lo que ocurre en el dormitorio es personal, la Iglesia no tiene que intervenir".​

Estas palabras fueron recibidas con indignación por los sectores más conservadores, que lo acusaron incluso de "no ser católico" y de "contradecir el magisterio moral de la Iglesia". Como ejemplo, el portal InfoVaticana calificó su postura como "heterodoxa" y afirmó que se trataba de otro ejemplo "en la estela de confusión doctrinal dentro de la Iglesia actual".​

'Pinchazo' en Zaragoza

Pero cuando el Padre Guilherme actuaba ante un millón y medio de jóvenes en Lisboa, durante la Jornada Mundial de la Juventud de agosto de 2023, poco se imaginaba que, dos años después, ante él sólo se encontraría con las caras de menos de 400 personas en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza.

Sucedió el pasado 3 de octubre cuando, previo a su concierto, el Ayuntamiento de Zaragoza planteó un encuentro "entre el sacerdote y los jóvenes de la ciudad" bajo el lema Zaragoza por la vida para crear "un diálogo abierto con jóvenes en torno a la creación musical, los valores de inclusión y el papel de la cultura y la música como espacio de respeto y convivencia".

Así se lo cuentan a este diario desde el gabinete de comunicación del área de Cultura del consistorio. Sin embargo, "hubo una campaña de la izquierda para intentar hacer ver que este hombre venía con un mensaje apocalíptico y apolillado antiabortista". Pero aun así, la expectación desbordó la esperada.

"La asistencia era gratuita, pero se solicitaba una inscripción previa. En un primer momento, el encuentro se iba a celebrar en la sala Luis Galve, que tiene capacidad para 400 personas, pero fue tal la afluencia y el número de peticiones que se decidió habilitar la sala Mozart para acogerlo" explica a EL ESPAÑOL Julio Calvo, concejal y portavoz municipal de Vox.

Todo parecía apuntar a un nuevo éxito del Padre Guilherme, que mueve masas allá donde va. Aunque, en este caso, no fue así. A pesar de haberse retirado más de 2.000 invitaciones, al acto acudieron menos de 400 personas.

"Podría haber sido una apuesta con la que nos hubiéramos equivocado. Un artista que a pesar de su éxito internacional, por lo que sea, no hubiera funcionado aquí. Pero es que su posterior concierto en la Plaza del Pilar, sólo unas horas después, reunió a más de 20.000 personas. Hay algo que no cuadra", dice Calvo de manera tajante.

La Sala Mozart casi vacía durante el encuentro con el Padre Guilherme.

La Sala Mozart casi vacía durante el encuentro con el Padre Guilherme. E.E

No quiere acusar a nadie, "porque evidentemente no hay pruebas", pero no tiene dudas de que detrás de este hecho se encuentra un "boicot" por parte de una "mano negra".

"Pregunté en la Comisión de Cultura que qué había pasado, si habían apreciado algún pico de inscripciones o algo anómalo, que llamara la atención. Y efectivamente, me confirmaron que sí. A partir de un determinado momento se produce un pico enorme de inscripciones, algo que parecía programado", revela.

Mientras tanto, desde Zaragoza en Común celebraban la "escasa asistencia al acto", al igual que la coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza, que días antes tachaba este encuentro de ser "una forma de adoctrinamiento religioso que invade la libertad de pensamiento de la ciudadanía".

Un concierto de éxito "sin connotaciones"

A pesar de lo que en el consistorio consideran como una "anécdota", califican la apuesta por el portugués Padre Guilherme como un "éxito rotundo". "Al concierto asistieron más de 20.000 personas de todas las edades. Familias, niños, jóvenes, mayores... y lo que vieron fue un espectáculo de música electrónica que no tenía ningún tipo de connotación de nada", aseguran desde el área de cultura.

Aunque la intención principal del padre siempre ha sido mezclar la electrónica con la música sacra para conectar con los jóvenes que buscan fórmulas contemporáneas para vivir su fe, desde el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que durante su concierto "el público pudo escuchar de todo".

La Plaza del Pilar se marca un lleno para ver actuar al Padre Guilherme.

La Plaza del Pilar se marca un lleno para ver actuar al Padre Guilherme. Cedida por el Ayuntamiento de Zaragoza

"Pinchó desde música electrónica más comercial como sus fusiones de música eclesiástica que quedaron muy bien. Pero de verdad que puso temas de todo tipo. El hombre se puso un cachirulo durante el concierto y quiso hacer guiños a la ciudad poniendo el himno de la Virgen del Pilar o, incluso, una canción que se canta en los partidos de fútbol deal Real Zaragoza", señala el portavoz.

Lejos de lo que "la izquierda quiso hacer ver" como, según los propios partidos de oposición, "un uso de fondos públicos para reforzar una visión patriarcal que limita derechos y libertades de las mujeres", la opinión pública demostró que se trató sin duda de un acierto, y más de 20.000 personas disfrutaron de un DJ de música electrónica que "sólo tenía de cura el alzacuellos".