Francisco Boada, profesor español en Irlanda: Puedes llegar a ganar hasta 90.000 euros al año

Francisco Boada, profesor español en Irlanda: "Puedes llegar a ganar hasta 90.000 euros al año" Cedida

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Francisco Boada, profesor de 32 años español en Irlanda: "Puedes llegar a ganar hasta 90.000 euros sin oposición"

El gaditano, nacido en 1993, se fue a Irlanda, donde lleva ya 5 años. Llegó buscando un crecimiento profesional y el poder dedicarse de inmediato a su profesión, ya que en España con las oposiciones eso no era posible.

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En España, para poder acceder al trabajo de profesor y gozar de cierta estabilidad, por lo general hay que pasar una oposición, que muchas veces se complica porque no hay suficientes plazas para todos. Existen muchos factores por los que Fran (como prefiere que le llamen) se fue a Irlanda, pero el principal era poder ejercer con inmediatez su profesión.

En su caso, en un instituto era difícil poder lograr eso, pero en Irlanda le vino bien el hecho de que no hay oposiciones. El país le permitió una incorporación inmediata a un puesto de trabajo cualificado. Otros motivos de su marcha fueron el idioma y la experiencia, pero también fue por lo laboral y lo económico.

El hecho de que no se pueda conseguir ese empleo por el método de oposiciones no hace que el trabajo carezca de estabilidad: "Hay estabilidad al 100%, no hay oposiciones, tú consigues tu plaza y siempre te hacen un contrato de un año al principio y después de ese año te vuelven a hacer una entrevista de trabajo por ley. Si ya una vez consigues el trabajo, pasas el año y haces la entrevista, eres fijo para toda la vida", explica Fran en conversación con EL ESPAÑOL.

Fran Boada en el Aviva Stadium de Dublín.

Fran Boada en el Aviva Stadium de Dublín. Cedida

Por otro lado, los trabajos menos cualificados suelen estar en guarderías. "Es un trabajo que los irlandeses no quieren hacer, el salario y las condiciones son muy malas. Entonces, contratan a gente de fuera", explica. También son comunes empleos en hostelería o limpieza. Aunque considera que el de guardería es cualificado, "te pagan como si no lo fuese, y con dos sueldos así no puedes comprarte una casa".

De Irlanda valora la evolución personal y profesional. "Aquí el sueldo mínimo aumenta por ley cada año y puedes ascender formándote", afirma. La integración, sin embargo, no fue fácil: "Hay que adaptarse al idioma, a la cultura y a la sociedad. Cuesta, pero se puede".

Fran imparte Educación Física y español. Es graduado en INEF y tiene un máster en enseñanza de español para extranjeros. "Mi perfil es muy fuerte, los institutos valoran mucho el currículum. Poder impartir dos asignaturas con titulación abre muchas puertas", apunta.

Libertad docente y adaptación cultural

Lo que más le impresionó de Irlanda fue que ningún alumno repite curso, independientemente de las notas. "Creen que repetir no ayuda al alumno socialmente", dice. De su breve experiencia en España en las prácticas recuerda la cercanía con los alumnos: "Eso lo echo de menos, aquí la relación es más fría".

Un aspecto que el gaditano trasladaría de Irlanda a España es la autonomía de la que gozan los profesores, que tienen libertad para diseñar las clases, impartirlas de la manera que se quiera. Los métodos son más flexibles, "en España es más rígido, están más encorsetados los profesores en España, aquí el profesor tiene la libertad de cambiar su clase como le venga bien".

Fran Boada en la costa de Irlanda.

Fran Boada en la costa de Irlanda. Cedida

La adaptación al país y su cultura tuvo sus aspectos positivos, pero también negativos. "La adaptación en mi caso fue buena, pero no quiere decir que fuese fácil, me ha costado mucho adaptarme. De hecho, después de cinco años yo tengo la mentalidad de que me sigo adaptando cada día. A mí, por ejemplo, lo que más me cuesta es tener la familia y los amigos fuera y el clima, pero más bien por la luz porque a las 4 y 10 de la tarde en invierno ya es de noche, son menos horas de luz y eso forma parte de la cultura", asegura.

Sobre los irlandeses Fran matiza que, "al igual que en España y en cualquier país hay buena y mala gente, pero yo puedo decir que son buena gente y que en un entorno laboral son bastante respetuosos". Lo que menos le gusta es el precio de la vivienda, aunque logró comprar una casa con su pareja irlandesa en Wicklow. "Solo no podría, pero con dos sueldos sí", dice. Ella trabaja en Asuntos Sociales, ayudando a mujeres y niños.

Costes y calidad de vida

Una situación preocupante en Irlanda, al igual que en España, es el precio del alquiler, que está disparado. "Hay quien paga 1.000 o 1.500 euros por una habitación, incluso en las afueras, 800. Yo tengo la suerte de tener casa propia".

Aun así, está satisfecho con la calidad de vida y la estabilidad: "Las vacaciones son incluso más largas que en España, acabamos en mayo y volvemos a finales de agosto. Después tenemos dos semanas de semana santa, que aquí se llama Easter".

Dejar España tuvo su precio. "Echo de menos la familia, los amigos, pasear por Cádiz, el clima... En días oscuros se nota la falta de apoyo familiar y de amigos". Su salario inicial como profesor fue de 46.000 euros, con progresiones automáticas: "El primer año 46.000, luego 49.000, 51.000... hasta 90.000 después de 12 o 15 años. Yo ya voy por 55.000". Un sistema que, según dice, "incentiva trabajar y quedarse".

Sobre una posible vuelta a España, Fran lo tiene claro: "Yo, por ejemplo, ¿volver a España? Me gustaría, pero cómo voy a volver a España si cada año que paso aquí gano más dinero". Al final, la mentalidad es que España estará ahí para más adelante, e incluso como muy tarde llegada la jubilación. A lo que el gaditano añade que "yo si pensara con el corazón me iba a Cádiz, pero claro, yo no puedo pensar con el corazón, tengo que pensar por mi futuro, por mi porvenir y dónde voy a ahorrar más".

Fran Boada en la ópera.

Fran Boada en la ópera. Cedida

En cuanto al coste de vida en Irlanda y la posibilidad de ahorrar, explica que en su caso actual puede ahorrar, pero no hacerse rico.

"Yo te digo que puedo ahorrar unos 1.500 euros al mes y si mi pareja puede ahorrar eso más o menos, pues fíjate, por eso nos hemos comprado la casa y por eso tenemos pensado comprar otra casa en España".

El gaditano considera que en España los profesores están infrapagados: "En Irlanda se gana más, pero también se gasta más. El problema es que España se está volviendo igual de caro sin mejorar los sueldos. Un profesor que empieza con 1.800 euros se deja la mitad en el alquiler".

A quien piense irse a Irlanda le anima a hacerlo: "Sin duda sí. Pero hay que venir con planificación, objetivos y mentalidad abierta. Si trabajas bien y te implicas, tendrás oportunidades que en España no existen".