Carlos Fradejas, un joven español que trabajó en Australia.
Carlos Fradejas, un joven español sobre trabajar en Australia: "Puedes ahorrar 30.000 euros en 6 meses"
Del Máster en Málaga a las minas de Australia: la historia de Carlos que cambió el estrés español por una vida más plena entre playas y trabajo.
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Actualmente, Carlos Fradejas se encuentra en España, volviendo a la realidad en la que lleva ya tres meses, en Ibiza, de donde es su pareja y donde se estacionará por un tiempo. En Australia estuvo dos años y un poco. En primer lugar fue a estudiar y una vez que vio como se gestionaba todo y la facilidad que había para trabajar intentó sacarse la visa de trabajo.
Su primer objetivo siempre fue sacarse sus estudios, trabajar y terminar el máster. Cuando pudo terminarlo, su mejor amiga se iba a Australia y como no se le había dado nunca bien el inglés, su amiga le propuso ir para que saliese, ya que se había quedado con la espinita de hacer Erasmus. Al joven malagueño le encanta viajar y decidió emprender la aventura.
Fue por eso que decidió pagar una academia inglés cuando fue con la student visa. "Aprendí mucho en la academia y por las tardes trabajaba en un restaurante, entonces el crecimiento fue muy exponencial y en tres meses hablaba ya muy bien", explica Carlos en conversación con EL ESPAÑOL.
Carlos Fradejas en el GP de Australia.
Sus primeros pasos laborales
La historia de Carlos en Australia fue en crecimiento con respecto a sus primeros sueldos. El sueldo es semanal, cada lunes. "No ganaba mucho, ganaba para pagarme la escuela y la casa, solía ganar unos 900 dólares a la semana. No está mal 2.000 euros al mes para empezar y ser el primer trabajo que tuve trabajando 28/30 horas a la semana y también tenia propinas".
La adaptación a un país como Australia no es fácil por lo general, explica el andaluz. "La verdad que fue muy dura la adaptación, me costó muchísimo, porque tuve primero problemas con trabajo porque iba con el currículum, pero hablaba muy mal inglés y no encontraba curro. Encontré trabajo a los cinco días, pero yo desde el primer día empecé a buscar".
Carlos Fradejas con amigos.
Cuando salía el tema del inglés le ponian excusas, porque preferían a gente que ya tuviese más nivel que él. Pero se dio la increíble casualidad, de que se encontró con otro malagueño en un tren y como dijo Carlos "el destino está escrito" porque resulta que este paisano suyo llevaba ya ocho años allí siendo el manager de un restaurante.
El malagueño ya contaba con bastante experiencia en la hostelería: "Aquí en Málaga, tenemos una cafetería y me puse a trabajar allí de camarero y cuando vio que no tenía el nivel de inglés que yo le dije, me dijo no te preocupes porque eres muy bueno de camarero y no quiero que te vayas así que vas a empezar fregando platos", donde estuvo haciendo eso durante una semana.
Jornadas largas y salarios altos
Lo bueno es que ganaba lo mismo por hora que los camareros. Esa semana se estuvo haciendo a la carta y a la semana siguiente empezó de runner, llevando los platos a las mesas y ahí estuvo dos o tres semanas. Ahí fue cuando Carlos comenzó a desenvolverse mejor con el inglés. "Con una carrera y un máster y no sabía inglés, imaginate como son las cosas aquí", bromea el malagueño.
Al mes siguiente ya se hizo camarero y estuvo un mes solo porque sabía que en Australia había mejores oportunidades que la hostelería. Un trabajo de lo más común, sobre todo donde él vivía, en Gold Coast. "Luego ya me cambié a lo que realmente se ganaba dinero y que podía compaginarlo con la academia que es la construcción. Se gana igual de camarero, pero la diferencia es que de camarero tú trabajas las horas que hay gente, cuando no hay gente te vas a tu casa y no las cobras".
Carlos Fradejas en la construcción.
Mientras que en la construcción, al ser un precio cerrado que tienen las constructoras era diferente. "Yo recuerdo días de hacer 16 horas, pero por ley en Australia, tus primeras ocho horas cobras igual que un restaurante que es 33 dólares, pero luego a partir de la octava hora son 47 dólares y luego a partir de la décima hora son 56 dólares, mi jefe me decía: Carlos si te quieres quedar todo el tiempo que quieras te quedas".
Fradejas explica que alguna vez empezó a las cuatro de la mañana a trabajar y terminó a las ocho de la tarde, pero matiza en que no era un trabajo muy duro, porque estaba con sus amigos. "Lo recuerdo con nostalgia, llegaban los lunes la nómina, eran 1.600 dólares a la semana".
El sueldo mensual dependía del trabajo durante esas semanas, Fradejas lo explica: "Depende, yo a lo mejor trabajaba dos semanas fuertes que ganaba 3.200 dólares y las otras dos semanas ya no iba más a la constructora porque iba por horas". Había meses que no los trabajaba completos porque debía dentrarse más en la academia.
Se impulsa el crecimiento personal
Lo bueno de Australia es que es un país que permite estar en continua evolución: "Te das cuenta que cuando piensas que estás en el trabajo más guay, que puedes ganar más dinero porque te dan muchas horas, encuentras a alguien que tiene un trabajo mejor que tú y que no sabías ni que existía. He conocido gente que ganaba 100 dólares la hora cuidando los perros de alguien". Este tipo de oportunidades permiten que se puedan incluso compaginar trabajos.
"Yo un día libre que no tenía academia, las cuatro primeras horas por la mañana me iba en bici o en moto a repartir en Uber y tú eres autónomo, no pagas nada, lo que pasa que en España lo hemos normalizado, si no ganas dinero porqué tienes que pagar impuestos. Por las mañanas me hacía mis 60 euros y por la noche te ibas al restaurante y después a lo mejor te ibas a un evento a poner copas y te hacías tus 14 horas de hostelería", explica Carlos.
Se trabaja mucho, pero también hay espacio para el ocio. Además, en Gold Coast compartían una casa muy grande de 20 españoles donde por la noche los viernes, sabados o domingos hacían barbacoas. "Lo normal es trabajar de lunes a viernes y te veías después del trabajo, pero los viernes, sábados y los domingos es cuando mejor viene trabajar porque es cuando más dinero se gana, de luenes a viernes ganabas 33 dólares, los sábados ganabas 45 dólares y los domingos ganaba 60, pero no siempre se encuentra de fin de semana.
Bien es cierto que el hecho de relacionarse con mucha gente hispanohablante puede ser contraproducente. "Yo he conocido gente que se ha ido con la visa student con el mismo inglés que con el que han venido, por pasar todo el día con españoles, cuando ya aprendí bastante mi base de inglés, yo ya me fui con la working holiday, porque cuando tú tienes la student visa tú solo puedes trabajar 24 horas, pero ahí hay un vacío legal, porque hay miles de trabajos en efectivo y te puedes compaginar bien".
Carlos Fradejas junto a su pareja.
Diferencias culturales y calidad de vida
Durante una estancia así, a diferencia de la student visa, no hay tanto tiempo para ocio, aunque Carlos explica: "Somos 3.000 personas dentro de la mina, conocemos gente, tomamos cerveza después de trabajar, hay ocio, pero no te puedes ir a jugar al pádel o a la playa". Lo bueno es que tras dos exigentes semanas de trabajo en la mina, la rutina de Carlos solía ser ir a Bali donde hacían una semana de descanso. Un viaje que salía muy económico y accesible porque de Perth a Bali hay tres horas en avión y al precio de ida y vuelta de 120 euros, lo que ganaban en cuatro horas de trabajo.
"Mientras que en España te puedes llegar a gastar eso en un vuelo de Málaga a Bilbao", explica el andaluz. Existen muchas diferencias entre ambos países. La principal para Carlos es la educación que considera que es muy buena. "Nadie te va a pitar si se pone el semáforo en verde y tardas un poco más, el tío se queda detrás y no te pita, aquí en España creo que la gente está demasiado estresada, tienen una monotonía que no es sana y yo lo noto cada día que la gente no es feliz, viven en quinta marcha a todo el día y allí siento que la gente tiene tiempo para trabajar con sus hijos y eso de trabajar cuatro días es la bomba".
@carlosfradejas_ Mi humilde opinión sobre mi experiencia en la mina en Australia #mine #australia #job #hard #work #minesite
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Incluso existen diferencias a nivel de precio por ejemplo entre los coches. Carlos compró un Mitsubishi donde vivió que le costó 4.500 euros, "un coche que en España te podría costar 12.000 euros". Luego vendió el coche por 12.000 euros tras camperizarlo sacándole un beneficio de 4.000 euros. De hecho hay gente que se dedica a la compra-venta de coches para después camperizarlos y venderlos. "Es muy diferente, hacen las cosas muy bien, sientes que los impuestos que tú pagas, que son bastantes, los pagas encantado, porque tienes duchas públicas calientes, camping gratuito y si no lo es, por seis euros que es un precio irrisorio, incluso hay barbacoas gratuitas en Australia por ley".
Por ejemplo la gasolina allí cuesta un dólar el dlitro, lo que pone el foco sobre un factor que se suele hablar sobre los países de fuera, el coste de vida elevado. Carlos lo tiene claro: "Yo te puedo decir 80% de las cosas es más barato que en España, incluso comida es más barato, es más tengo videos en los que comparo precios del aldi en España y el Aldi allí y es el mismo precio y ya lo del aceite de oliva es una locura, que pagabamos la mitad del precio".
Tanto es así, que con lo que ganaba en una semana tenía para pagar su alquiler, sus hobbies, sus viajes... "Muchas veces alquilabamos la casa y nos ibamos de viaje por Australia, con la student visa no me dio para ahorrar mucho, pero con la visa work and holiday sí porque vas a trabajar, tú ya tienes un nivel de inglés que el gobierno te pone a prueba, tuve que hacer un examen de inglés en Brisbane, hablar con una persona face to face..." El examen puede hacerse allí, pero también puede hacerse en España. Con la working holiday sí que ha podido estar un año con opcion a estar más.
Es más, Carlos este último año no ha pagado alquiler, porque ha estado viviendo con su pareja en su coche y en camping con barbacoa y duchas gratuitas. La decisión se basa en que cuando trabajaban en la mina tenían de todo: casa, cocina, comida, durante dos semanas. Ya en ese trabajo ganaba 2.500 dólares semanales, sin gastos. "Tú puedes ahorrar perfectamente en seis meses si no sales mucho, vives en el coche y no te vas muchas veces a Bali tus 25.000 o 30.000 euros", matiza Carlos.
Carlos Fradejas, español que trabajó en Australia: "Puedes ahorrar 30.000 euros en seis meses"
Lo negativo, es que esta vida tan idónea, para Carlos tenía una fecha de caducidad. "Yo tengo 26 años y puedo ir a Australia hasta antes de los 30 y me quedan dos años de trabajo allí". Su elección explica, que depende del partido que salga en las elecciones. Ahora como agente inmobiliario, quiere emprender su propia agencia inmobiliaria en Málaga, pero si ve que no gana suficiente no descartaría ir a Australia nuevamente en búsqueda de mejores oportunidades. Uno de los peores momentos allí eran las despedidas, la falta de estabilidad y de momentos en familia. Aunque allí conoció a su pareja que le cambió la vida porque explica que en 24 años en Malaga nunca había conocido a alguien así.