El negocio de la compra-venta de reseñas falsas en Internet.
La estafa de las empresas de compra-venta de reseñas falsas 'online': "Es poco ético, pero uno busca lo mejor para su negocio"
Las entidades ofrecen lotes que ascienden a los 3.000 €, una realidad que preocupa a los hosteleros y ante la que muchos han sido engañados.
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"En ese momento me di cuenta de que me habían estafado". 100 € menos en la cuenta del banco por un pack de 20 reseñas que nunca fueron publicadas. Esta es la realidad del negocio de las empresas de compra-venta de reseñas falsas en Internet.
Bajo el lema "más reseñas, más clientes", las entidades se aprovechan de los sueños por emprender de los hosteleros, ofertando una forma aparentemente sencilla de hacer crecer sus negocios a través del engaño.
Marta (nombre ficticio) tiene una cafetería-heladería en un pequeño pueblo de la costa. La puntuación de su local en Google Maps era de 3.6 estrellas cuando casualmente encontró el anuncio publicitario de una empresa dedicada a la venta de reseñas.
"Escogí el pack de 20 reseñas por 90 € más IVA, creo que en total fueron 108.90 €. En ese momento no lo dudé", cuenta la hostelera a EL ESPAÑOL.
Correo de confirmación de la compra de reseñas falsas.
A Marta le solicitaron los textos que quería incluir en las reseñas que supuestamente iban a ser publicadas. Sin embargo, la ilusión por ver prosperar su negocio familiar duró menos de lo que se tarda en tomar un café.
"Al cabo de unos días me llaman al teléfono fijo del establecimiento y me dicen que van a retirar las reseñas", continúa Marta en su relato. El motivo de eliminarlas fue el impago a los reseñadores. "Pero yo sí he pagado", asegura la dueña de la cafetería.
Desde la empresa no le ofrecieron una solución, "el teléfono de contacto no funcionaba y nunca contestaron a los correos que envié", testifica la afectada.
Nadie iba a devolverle la inversión a Marta, sino que le propusieron hacer un nuevo pago a 2 € la reseña. "En ese momento le dije a mi hija: 'Me han estafado'", lamenta Marta.
En un primer momento, la hostelera consideró este pago como una inversión para su negocio. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que había sido una pérdida de dinero. "Nunca más voy a pagar por eso. Para mí fue un timo", sentencia.
Farsas en 30 segundos
Estas empresas de compra-venta de reseñas en Google se esconden bajo una supuesta "gestión de reputación online". Venden su producto asegurando "mejorar la visibilidad, atraer más clientes y destacar frente a la competencia local".
Comprar una reseña falsa para un negocio ronda los 5 €. Las compañías contactan con local guides (en español 'guías locales') en la red social Telegram.
Pagan alrededor de 2 € a los usuarios –a través de PayPal– por la publicación de cada reseña. Un margen de beneficio de 3 € por reseña tan sólo por actuar de intermediarios.
Mensajes enviado a través de Telegram para captar usuarios que escriban reseñas.
Los reseñistas se encargan de publicar el texto enviado por las empresas en el local correspondiente sin consecuencias legales y con tan sólo un clic, menos de un minuto para publicar una farsa.
"Tardan menos de 30 segundos" en ganar dinero fácil. "Es pinchar y copiar y pegar", afirman desde el departamento de comunicación de estas empresas en conversación con este periódico.
EL ESPAÑOL se ha infiltrado como cliente de varias de estas empresas para comprar su producto. Contestan al instante, independientemente de la hora, con una atención completamente personalizada.
Estas empresas ofrecen dos opciones de paquetes de reseñas, o bien uno de compra única, o bien otro de 'plan de crecimiento continuo' a modo de suscripción mensual. Lotes que oscilan los 300 € para cien reseñas y que ascienden a los 3.000 € para la publicación mil reseñas.
Lotes de reseñas ofertados por las empresas.
Hay quienes dicen que es necesario publicar hasta 10 reseñas diarias, otros aconsejan ser más pacientes, con una publicación periódica de 2 ó 3 reseñas semanales.
El texto de las reseñas debe escribirlo –o al menos la idea– el propio comprador del lote. La empresa se limita a publicar el mensaje a modo de reseña, y ofrecen incluso la posibilidad de incluir imágenes.
"Google está al loro"
Sin embargo, desde las propias entidades reparan en que no es una tarea tan sencilla como aparentemente parece, puesto que "Google está al loro", dicen.
Google penaliza a los negocios con reseñas falsas que han sido adquiridas por una empresa de compra-venta, y tiene derecho a eliminarlas sin avisar previamente. A su vez, remarca que "las reseñas y otras contribuciones de los usuarios deben reflejar una experiencia auténtica".
Juan Moreno-Cala es consultor SEO y experto en el tema. En conversación con EL ESPAÑOL, asegura que "la compra de reseñas falsas no ayuda para nada en el posicionamiento, sino todo lo contrario".
Asimismo, advierte que Google tiene la capacidad de despublicar reseñas si descubre de su falsedad. "Las interacciones falsas no están permitidas y se retirarán", refleja la Política de Google. E incluso la página del local puede ser baneada (bloqueado su acceso).
"Se nota que son textos muy optimizados en palabras clave", dice el experto. "Las reseñas son la democracia de los negocios, es inviable dar una opinión de un sitio en el que nunca se ha estado", sentencia.
Desde la Política de Google, la contratación de reseñas positivas no queda autorizada, en tanto que indican que no está permitido a los comerciantes "solicitar o incentivar la publicación de contenido que no represente una experiencia auténtica".
Tampoco consienten la compra de reseñas negativas para perjudicar a la competencia, puesto que señalan como prohibido el "publicar contenido en el establecimiento de un competidor para socavar la reputación de su empresa o producto".
"Legal y transparente"
Las empresas de compra-venta de reseñas online aseguran ofrecer un servicio "completamente legal y transparente". "Es legal de momento. No hay ninguna ley que prohíba su compra, aunque está mal visto", aseguran desde una de las compañías a este periódico.
El sistema de publicación de las reseñas no es automatizado ni a partir de bots, sino que son personas reales las que se encargan de publicar los textos.
Existe también la 'cara B' de la moneda. Comprar reseñas negativas a unos costos más altos para "hacer sangre a la competencia", informan desde las empresas.
Esta opción es incluso más sencilla que la primera. "Google las publica y no las elimina. Negativas se pueden publicar incluso 50 seguidas y machacar", asegura una de estas entidades.
Sin embargo, dicha alternativa no es ofertada por todas las empresas por ética moral, aunque aseguran que existe demanda. "Hay gente que dice que es poco ético, pero cada cual busca lo mejor para su negocio", confiesan.
Al preguntar si los negocios pueden denunciar por difamación, la respuesta fue un rotundo no: "Nadie puede averiguar eso. Y la gente no suele denunciar", confirman desde una de estas empresas.
No obstante, en el marco legal, las personas encargadas de redactar y/o publicar reseñas falsas pueden ser demandadas penalmente por delitos contra el honor, injurias y calumnias. Esto contempla penas de indemnización e, incluso, de prisión.
Práctica desleal y engañosa
Si bien comprar reseñas falsas en Internet sí es legal, su uso es considerado una práctica engañosa en el marco del artículo 27 de la Ley de Competencia Desleal (LCD), recogida por la publicación del BOE de la Ley 3/1991, el 11 de enero de 1991.
Por ello, también se pueden atribuir juicios legales a las empresas intermediarias, en tanto que esta ley también considera engañoso todo aquel acto en el que "añadan o encarguen a otra persona física o jurídica que incluya reseñas o aprobaciones de consumidores falsas, o distorsionen reseñas de consumidores o usuarios o aprobaciones sociales con el fin de promocionar bienes o servicios".
Así pues, se considera desleal y engañosa toda aquella acción en la que se "afirmen que las reseñas de un bien o servicio son añadidas por consumidores y usuarios que han utilizado o adquirido realmente el bien o servicio, sin tomar medidas razonables y proporcionadas para comprobar que dichas reseñas pertenezcan a tales consumidores y usuarios".
A este respecto, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 aseguran ser conscientes de la repercusión de la economía digital en la publicación de las reseñas, así como que los clientes toman dichas pruebas como decisión sobre su consumo.
Por este motivo, desde el ministerio informan a EL ESPAÑOL que "la prioridad de la administración es garantizar la veracidad de las reseñas".
Actualmente se encuentra en tramitación el Proyecto de Ley de Servicios de Atención a la Clientela (SAC), mediante el que "se pretende regular de forma más exhaustiva la publicación de reseñas, así como las medidas ante potenciales reseñas falsas o no veraces", añaden.
Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, declara que esta renovación pretende "reforzar la protección de los derechos de los consumidores en un contexto económico y digital cada vez más complejo", así como "apostar por una regulación que garantice claridad, equidad y respeto a la voluntad del consumidor".
Sin embargo, sostienen que, hasta que la ley no sea definitivamente aprobada, "no se puede conocer el alcance que tendrá esta nueva normativa".
De forma paralela, el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios registra que se debe facilitar el acceso a las reseñas a fin de que "el empresario garantice o no que dichas reseñas publicadas han sido efectuadas por consumidores y usuarios que han utilizado o adquirido realmente el bien o servicio".
Preocupación en la hostelería
María Durán, jefa de comunicación de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), asegura que se está viviendo una gran preocupación en el sector hostelero como consecuencia de los negocios de compra-venta de reseñas online.
Desde la organización apuestan por la libertad de los clientes para opinar sobre su experiencia, motivo por el que ponen en valor la obligatoriedad de verificación de usuario de los reseñistas.
"Nosotros estamos totalmente a favor de que se prohíba la publicación de estas reseñas falsas", dice María Durán en conversación con EL ESPAÑOL. "Tiene que haber un control y una comprobación de que el cliente ha estado en el local porque si no es muy fácil denostar el trabajo de un negocio", agrega.
Aunque, por el momento, esta prohibición no está completamente asentada en España, en otros países como Italia ya ha sido aprobado un proyecto de ley que incluye la identificación obligatoria de los usuarios antes de publicar una reseña en Internet.