La proyección de los centros de datos se ha multiplicado de forma exponencial en los últimos años.

La proyección de los centros de datos se ha multiplicado de forma exponencial en los últimos años. Arte / E. E.

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La 'fiebre del oro' llega a Aragón: viaje al desierto donde habrá 30 megacentros de datos para sostener el uso global de la IA

El gasto de agua para la refrigeración de los servidores ya supone más del 10 % del consumido por todos los hogares de la comunidad autónoma en un año.

Aragón cuenta con tres centros de datos activos de Amazon Web Services y ha aprobado la ampliación y construcción de otra veintena hasta 2035.

Más información: Más de 140 empresas y 45 data center: quién es quién en España en el lucrativo negocio de los centros de datos.

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"Cajas malvadas que se beberán nuestro agua y explotarán nuestros recursos". Así definen los personajes de Eddington el centro de datos que una multinacional, SolidGoldMagikarp, construye a las afueras de su pequeño pueblo en Nuevo México. Villamayor del Gállego, en Zaragoza, no es Eddington ni en sus calles ha estallado la violencia política y social, pero hay algo en esta localidad de Aragón de poco más de 2.800 habitantes que recuerda a la película de Ari Aster.

Entre sus vecinos se extienden las dudas. Sólo en su municipio hay planeada la edificación de dos centros de datos como el de Eddington. Uno de Microsoft y otro del fondo de inversión inmobiliario Azora. Y el sheriff del pueblo, el alcalde José Luis Montero, no sabe hasta qué punto esta proliferación puede llegar a beneficiar o perjudicar a los villamayorenses.

"La llegada de Microsoft nos pareció bien porque dijeron que traerían trabajo para el pueblo y eso incitaría a los críos a encaminar sus estudios a este tipo de industrias. Estábamos a favor. Pero luego nos quisieron poner otro, el de Azora, que viene impuesto desde arriba. A mí me informaron diez minutos antes de que el Gobierno de Aragón lo hiciera oficial. Ni nos preguntaron. Eso no nos gusta, porque sentimos que se está especulando con nuestro suelo".

Vista aérea de un centro de datos de Microsoft.

Vista aérea de un centro de datos de Microsoft. Microsoft

Montero señala que la proliferación de los data centers puede tener daños colaterales, como los que sufrirán los agricultores cuyas tierras, arrendadas al ayuntamiento, deberán ser expropiadas. También indica que, por ejemplo, la potencia eléctrica reservada para un centro de datos como el de Azora –300 MW que saldrán de la subestación de Peñaflor– será veinte veces mayor que la de todo el pueblo y podría limitar futuras oportunidades de crecimiento industrial o residencial.

Además, en Aragón, para crear un centro de datos el proyecto debe ser aprobado por un Plan de Interés General de Aragón (PIGA). Esta es una herramienta urbanística y administrativa que permite al gobierno priorizar y agilizar proyectos que considera estratégicos para la región y saltarse las competencias municipales para facilitar las expropiaciones de terrenos y la obtención de licencias.

Aunque el PIGA es una herramienta legítima en la legislación aragonesa, su uso se ha multiplicado desde 2019, generando tensiones entre los municipios y el Ejecutivo autonómico. Según datos del Boletín Oficial de Aragón y del portal de Transparencia, más de 40 proyectos empresariales se han tramitado mediante esta vía en los últimos cinco años, la mayoría relacionados con energías renovables y macroinfraestructuras digitales.

Una vez un proyecto está en el PIGA y obtiene las licencias para 'enchufarse' a la red y al agua, este queda exento de pagar el ICIO, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, el cual, en circunstancias normales, recibiría el ayuntamiento. Un desembolso sustancial que engrosaría las arcas municipales pero que, a consecuencia del PIGA, las empresas se ahorran.

El alcalde de Villamayor de Gállego.

El alcalde de Villamayor de Gállego. David G. Maciejewski

"En Aragón hay una treintena de proyectos de centros de datos. Amazon, por ejemplo, ya tiene tres construidos: uno en El Burgo de Ebro, otro en Villanueva de Gállego y un tercero en Huesca. Nosotros tenemos dos proyectados en Villamayor de Gállego. Hay una explosión, pero no todos tendrán las concesiones necesarias. Aunque Aragón tenga excedente de energía gracias a sus renovables, la red eléctrica tiene un límite".

La de Villamayor del Gállego es sólo la cara visible de una ola de transformación mucho más grande que atraviesa Aragón y gran parte del valle del Ebro y Los Monegros. La construcción masiva de centros de datos promete cifras históricas: según la Fundación Basilio Paraíso y recientes estudios sectoriales, la inversión comprometida ya supera los 47.000 millones de euros, lo que podría situar a Aragón como el tercer mercado más potente de Europa en este sector, por detrás de Londres y Frankfurt.

Este desarrollo está atrayendo a empresas big tech como Microsoft o Amazon y a fondos de inversión como Blackstone o ACS, y se estima que su inversión en la región podría aportar entre un 2% y un 10% del PIB regional y generar picos de hasta 20.000 empleos directos e indirectos en los años de máxima actividad, esencialmente durante la construcción de los complejos. Sin embargo, nueve de cada diez empleos prometidos se limitarán a la construcción de los edificios.

Por tanto, el resultado a medio y largo plazo genera dudas. Y este es el gran miedo de los sectores críticos. No que se coloquen uno o dos data centers, sino que exista una estrategia a nivel regional para erigir decenas de ellos que, sumados y operativos de forma simultánea, puedan acabar absorbiendo recursos críticos. Si sólo los centros de datos que tendrá Amazon Web Services (AWS) consumirán más que la mitad de la energía de todos los aragoneses juntos en un año, ¿qué pasará cuando haya treinta?

El mapa de los centros de datos

AWS pretende expandir los tres centros de datos activos en Villanueva de Gállego, El Burgo de Ebro y Huesca. La compañía de Bezos pasará de los tres actuales a, al menos, siete en los próximos años, lo que supone duplicar los MW.

Además, el Gobierno de Aragón ha aprobado ya otros 14 grandes proyectos que se irán construyendo desde 2026 hasta 2030 y 2035. Asociaciones como Tu Nube Seca Mi Río tienen contabilizados hasta 27, algunos de los cuales aún están en fases muy prematuras.

Mapa de los centros de datos de Aragón

Mapa de los centros de datos de Aragón EL ESPAÑOL | Aragón

Los nuevos centros estarían impulsados por gigantes tecnológicos como Microsoft (creará tres campus en Villamayor de Gállego), Azora (Villamayor), Vantage Data Centers (Villanueva de Gállego), ACS (La Puebla de Alfindén), SAMCA (Luceni), Grupo Costa (Zuera), Global Switch (polígono de Cogullada), Desarrollos Ecoindustriales La Cartuja (Cartuja Baja), Interxion (Zaragoza) y DDAZ Aragón (Zaragoza Norte).

Ubicados sobre suelo industrial con acceso privilegiado a energía renovable y fibra óptica, la mayoría concentrará su infraestructura en el entorno de Zaragoza y algunos nodos en Huesca y Luceni, reforzando el papel de Aragón como uno de los principales hubs tecnológicos europeos.

Data center: ¿una necesidad?

Las grandes preguntas son: ¿qué es un centro de datos y para qué sirve? La función de un data center consiste en hacer tangible lo digital. Es decir, se trata de un edificio en el que se encuentran los servidores y los equipos necesarios para almacenar, procesar y mover grandes cantidades de datos.

Son infraestructuras críticas que sustentan toda la economía digital contemporánea: alojan la información de millones de usuarios y empresas, procesan inmensos volúmenes de datos en tiempo real y permiten la ejecución de servicios complejos –desde consultas médicas y pagos online hasta videollamadas, servicios de inteligencia artificial o streaming– sin interrupciones y con garantías de seguridad y privacidad.

Toda la actividad financiera, industrial, científica y social contemporánea depende de que estos centros sean robustos y estén siempre disponibles. Por eso se diseñan con sistemas redundantes, automatizados y altamente eficientes, capaces de soportar picos de tráfico muy elevados y responder ante cualquier incidente, asegurando que lo digital nunca "se apague".

Existen diferentes tipos y subtipos de centros de datos. Concretamente, los que se pretende construir en Aragón son de hiperescala, es decir, están diseñados para soportar servicios en la nube a gran escala. Contienen cientos de miles de servidores con una alta capacidad de procesamiento y utilizan la Inteligencia Artificial (IA) para ser cada vez más eficientes.

"Invertir en el desarrollo de centros de datos en España no es sólo una cuestión de infraestructura; es una apuesta por el futuro", señala la Asociación Española de Data Centers (SPAIN DC), cuya presidenta es Begoña Villacís. "Estas instalaciones representan una oportunidad para cerrar la brecha con Europa, garantizar la competitividad de nuestras empresas y consolidar a España como un actor relevante en la economía digital global".

Sin embargo, si la fiebre del oro de los centros de datos va a convertir Aragón en el hub tecnológico europeo de referencia, ¿por qué están despertando tanto rechazo entre los vecinos? "Porque se están expandiendo a una velocidad terrorífica y cada vez consumen más", explican fuentes de la plataforma Tu Nube Seca mi Río, una de las más críticas con la proliferación de estos complejos tecnológicos.

Protestas contra los centros de datos en Aragón promovidos por la plataforma 'No es sequía, es saqueo'.

Protestas contra los centros de datos en Aragón promovidos por la plataforma 'No es sequía, es saqueo'. Cedida

La asociación recuerda que, hace unos años, el alcalde de Lleida, Félix Larrosa, rechazó permitir este tipo de inversiones en su ciudad porque no aportaban beneficios reales a la economía local. Los tachó de "cajas de zapatos" que sólo consumían recursos y apenas daban puestos de trabajo.

"Necesitan muchos metros cuadrados y la capacidad de generar impacto local es muy limitada. No tienen atracción de personas para trabajar, especialmente con talento, y al final consumen muchos recursos como agua y energía", recordó Larrosa, que aseguró que no compensaba el impacto urbanístico, energético y social a medio y largo plazo.

El miedo de asociaciones como Tu Nube Seca mi Río es que si se llegaran a implantar todos los proyectos que actualmente tiene aprobados el Gobierno de Aragón, se generarían "desigualdades socioeconómicas", como un "aumento del precio de la luz por la mayor demanda de la red eléctrica" y una falta de "recursos esenciales, como el agua, en épocas de sequía", ya que necesitan mucha para la refrigeración de sus sistemas.

Aquí se debe matizar que no todos los proyectos son iguales. Por ejemplo, Microsoft ha anunciado que en su centro de datos de Villamayor de Gállego implementará un sistema de refrigeración innovador de circuito cerrado zero water, lo que reduce el impacto sobre los recursos hídricos locales. Además, el abastecimiento de agua no afectará la dotación municipal y será suministrado por la empresa estatal ACUAES.

Pero no siempre es así. La portavoz de Tu Nube Seca mi Río pone de ejemplo el caso de Virginia del Norte, en Estados Unidos, donde el crecimiento de varios data centers hiperescala transformó el paisaje de los barrios rurales y provocó protestas de los residentes, que vieron cómo la alteración del paisaje, el ruido y el uso intensivo de agua y energía estaba cambiando sus vidas. Porque un sólo centro puede consumir tanto agua y luz como miles de hogares.

En España ya hay ejemplos. Amazon Web Services (AWS) fue la primera en aterrizar en Aragón. Lo hizo en agosto de 2020, cuando su PIGA fue aprobado por el Gobierno de Aragón y la big tech de Jeff Bezos comenzó a construir tres centros: uno en Villanueva de Gállego, otro en El Burgo de Ebro y un tercero en Huesca.

Vista del exterior del centro de datos de AWS a las afueras de El Burgo de Ebro.

Vista del exterior del centro de datos de AWS a las afueras de El Burgo de Ebro. David G. Maciejewski

Es importante destacar que los centros de datos suelen ir de tres en tres, ya que si uno falla los otros operan como copias de seguridad, lo que minimiza el riesgo de interrupción ante una caída o un ataque y garantiza el servicio.

Las tres instalaciones de AWS fueron inauguradas a finales de 2022 con una capacidad contratada de 300 MW, lo que equivale al de entre 250.000 y 300.000 habitantes de Aragón. También consumían 161,7 millones de litros de agua al año.

En mayo de 2024, AWS anunció que aumentaría su proyecto en la región y solicitó abrir cuatro nuevos centros, algunos ampliaciones de los data centers ya existentes. A principios de 2025, tras la aprobación de los cuatro nuevos PIGA, Amazon solicitó oficialmente un aumento del 48% de su consumo de agua en los tres que ya tenía abiertos.

Ecologistas en Acción y Tu Nube Seca Mi Río se echaron las manos a la cabeza y presentaron alegaciones. "Para justificar este aumento los centros alegan que la exposición a periodos prolongados de altas temperaturas ambientales tiene un impacto inevitable y directo en el agua consumida por los centros de datos, haciendo que la demanda de agua de abastecimiento durante los periodos de calor aumente", señaló la organización.

"Tienen razón. Pero el cambio climático ya se debió tener en cuenta en la solicitud original de autorización ambiental. No es un fenómeno que haya llegado este año. Además, las condiciones de estrés hídrico descritas se dan cuando precisamente se debería limitar el consumo de esta industria para garantizar el acceso al agua a la población y agricultura".

Amazon ha señalado que, aunque el agua utilizada es muy elevada, prefieren hablar de "uso" en lugar de "consumo", ya que gran parte de la utilizada –los datos que facilitan hablan del 80% o 90% del total– se devuelve a la red. No retorna como agua potable, sino como agua industrial o residual apta para usos como riego agrícola.

Un estudio de Uptime Institute (2023) estima que los centros de datos de hiperescala en climas áridos como los del valle del Ebro requieren entre 0,5 y 1,5 litros de agua por kWh procesado si utilizan refrigeración evaporativa, una cifra que podría aumentar con el calentamiento global.

En paralelo, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) prevé que la demanda energética de los centros de datos, la IA y las criptomonedas se duplique antes de 2027, representando hasta un 4% del consumo eléctrico mundial. Estos datos relativizan la narrativa empresarial de "eficiencia" y ponen de manifiesto que, aunque algunas compañías introducen innovaciones como la refrigeración cerrada o el uso de energías renovables, el impacto agregado sigue siendo considerable.

Datos de algunos de los proyectos de construcción en marcha.

Datos de algunos de los proyectos de construcción en marcha.

Lorenzo Cortés, un experto en alfabetización tecnológica que prefiere mantener su identidad en el anonimato, recibe a este diario frente a la vieja cárcel de la Plaza de Zaragoza, desde la que el pasado 27 de septiembre partió una manifestación organizada por el movimiento 'No es Sequía, es Saqueo' que procesionó por toda la capital para criticar los potenciales efectos que podrían tener los centros de datos sobre el territorio.

Tras él, como si se tratara de píldoras admonitorias colocadas por el propio Ari Aster, hay varios carteles blancos con letras rojas escritas en inglés: "¿Qué es invisible para ti que sea visible para otros?", "¿Qué rol juega quienes son testigos?" o "¿Quién quedará para contar la historia?".

Cortés abre un viejo portátil en el que guarda algunas presentaciones de sus talleres e infinidad de recortes de periódico: Heraldo de Aragón, El Periódico de Aragón, El País, The Guardian, Bloomberg, El Español.

Ha elaborado una cronología de todas "las alfombras rojas" que le han puesto a los data centers el Gobierno aragonés, primero con Lambán, es decir, con el PSOE en alianza con Podemos y la Chunta Aragonesista, y ahora con el PP de Azcón. "Sólo IU y Vox han mostrado reticencias y pedido comisiones de investigación".

"Creemos que los centros de datos son un pantagruel insaciable por culpa de la entrada de la IA. Antes usaban algoritmos y ahora usan chips de última generación que se calientan mucho más. Los problemas no son los centros de datos en sí, sino el impacto que la IA generativa ha generado sobre la escalabilidad de la computación. Nosotros sólo pedimos que exista un debate, porque hay cosas que no se están explicando bien. No queremos acabar colonizados tecnológicamente ni ser 'el Congo' de su pirámide del software".