Àlex Torío, el profesor que deja la educación con tristeza y enfado tras 30 años.

Àlex Torío, el profesor que deja la educación con "tristeza y enfado" tras 30 años. Cedida

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La nueva vida de Àlex Torío, el profesor que deja la educación con "tristeza y enfado": "No creo en los métodos de evaluación"

El docente ha abandonado la enseñanza tras 30 años porque los alumnos ya "no se esfuerzan". Trata de rehacer su vida y busca un cambio de sector laboral.

Más información: Àlex Torío, el profesor que deja la enseñanza decepcionado: "Un alumno de la ESO de ahora es como uno de Primaria de antes"

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“Una mezcla de tristeza y enfado”. Es lo que siente el profesor Àlex Torío (Barcelona, 1976) al verse empujado a abandonar la educación. Ha dejado la enseñanza profundamente “decepcionado” con el sistema y con los alumnos “porque no se esfuerzan”. Desde que empezó su carrera hace casi 30 años “ha habido una bajada en el nivel de exigencia”. Eso ha provocado su renuncia.

Tampoco ha ayudado la “degradación”, que, a su juicio, sufre el sistema educativo en España. “No creo en los métodos de evaluación ni en la mayoría de ocurrencias en forma de innovaciones metodológicas propuestas ni en el ‘hallazgo’ de las competencias”, confiesa a EL ESPAÑOL. Y no es por ser “obtuso”, es porque lleva un tiempo percibiendo el crecimiento del desinterés del alumnado.

Decía este domingo en un reportaje publicado por este diario que “hoy en día los niños no perciben la exigencia y no se esfuerzan. No sienten que no estudiar tiene consecuencias. Antes les daba (y nos daba) miedo suspender, pero ahora se ha demonizado suspender a los alumnos y eso provoca que no haya esfuerzo. Total, van a aprobar igual…”. Y él ya no podía más. Por eso lo dejó, con nostalgia, porque él ha sido profesor de Física y Matemáticas por vocación.

Un profesor dando una clase de secundaria

Un profesor dando una clase de secundaria Europa Press

Aunque dolido por abandonar un sueño docente que ha durado tres décadas, Àlex Torío reconoce que ahora siente “liberación”. “La liberación de no verme obligado a hacer cosas de una manera en la que no creo”, explica. Echando mucho de menos la docencia, la nueva vida del profesor catalán pasa por la reinvención. Una reinvención vital nada fácil para una persona de 50 años. Un cambio vital que pasa por acceder a otro sector laboral.

“Mi currículum como profesor es bastante bueno, pero buscando trabajos más humildes supongo que, en el fondo, los empleadores no entienden por qué los quiero. Deben sospechar que algo raro debe de haber en alguien que deja un trabajo con buen horario, casi tres meses de vacaciones y un sueldo bastante digno si le añadimos los pluses de antigüedad. Uno de mis intereses es la cocina, imagino que deben tener miedo a que el señor cincuentón vaya muy lento durante el servicio”, se sincera el profesor Torío.

La vida en la masía

Preocupado por su reinvención y la reinserción laboral, Àlex Torío desliza que sólo volvería a la enseñanza si cambia el “contexto de exigencia” en el alumnado o si no encuentra otra forma de ganarse la vida. Cree que lo primero no variará y espera tener suerte en lo segundo, en encontrar trabajo. Se ha dado un año, el año que la ley le permite estar de excedencia.

Mientras encuentra un nuevo camino laboral, Àlex Torío disfruta de su nueva vida en una masía que compró y reformó junto a su mujer hace dos años. En ella ha plantado frutales, un huerto y una viña y se dedica a producir bienes alimentarios para el autoconsumo. “Hemos hecho vino, con uva comprada, ya que las vides son demasiado jóvenes aún. Y pronto tendremos gallinas. Hacemos vinagre, vermut y licores caseros sin fines comerciales, de momento”, dice.

Es más, ha reforzado su idea de que la reconexión con la España Vaciada puede ser la respuesta a muchos de los problemas sociales que hay en el país, más allá de la educación. Por ejemplo, el acceso a la vivienda para los jóvenes se facilitaría mucho en el mundo rural.

Àlex Torío, el profesor que ha dejado la enseñanza tras casi 30 años.

Àlex Torío, el profesor que ha dejado la enseñanza tras casi 30 años. Cedida

Y es que aunque Àlex Torío haya salido de la academia hace tres meses; la academia no ha salido de Àlex Torío. Eso es imposible para un profesor y su producción intelectual continúa. “Llevo tiempo en la difusión y la prescripción periodística de la música, de momento, ahí tengo un pequeño trabajo. Las Matemáticas son un refugio y un reto para mí, y así he intentado siempre transmitirlo a mis alumnos (los que consideraban interesante escuchar, no pocos). Este verano he vuelto a dar algunas clases particulares para disfrutar de enseñar y porque me mantiene activas algunas partes muy reconfortantes del cerebro”, explica.

No es un adiós aislado

Pese a perseguir una reconversión vital, lo cierto es que Àlex Torío no el único profesor de España que ha abandonado la educación. Es un drama creciente y hay muchas razones. Algunas tienen que ver con la desmotivación e insatisfacción que sienten los profesores porque observan el desinterés en las aulas. Otras tienen que ver con el aumento de la violencia de los propios alumnos o de sus padres hacia el cuerpo docente.

Pero lo cierto es que, tras todo, hay una conclusión clara: “Está surgiendo una creciente desafección y pesimismo en una parte importante del profesorado”. Así lo atestigua el último informe publicado en 2025 por EsadeEcPol bajo el título El estado de la profesión docente en España.

En cifras, esto significa que el 47 % de los docentes quiere dejar su profesión y sólo el 24 % mantiene la ilusión. Así lo concluye la Fundación SM. Reveló el año pasado que un 38 % de los docentes dice vivir su trabajo con indiferencia, algo que en 2007 no lo pensaba más del 2 %. La ilusión se ha perdido y Àlex Torío, como tantos otros profesores, ha decidido abandonar la educación.

A su juicio, la estructura del sistema está tan socavada que mucho tendría que cambiar para plantearse una vuelta a las aulas. Y, sobre todo, debe aumentar el nivel de interés del alumnado por aprender; por el conocimiento, algo que se ha perdido.

Pregunta.– Para Àlex Torío, ¿qué es lo más importante que debe cambiar el sistema educativo de España?

Respuesta.– Valorar los conocimientos y no las intenciones. Dicho así, suena cruel a los ojos del siglo XXI, pero hay muchos matices mucho más allá de la parodia ideológica de los que llevan más de 20 años marcando las directrices. Exigirle a la gente a la que le cuesta es, opino, el mejor favor que les puedes hacer, lo que se llamaba el ascensor social. Hoy día, las políticas buenistas de la izquierda le han hecho el juego a la derecha más rancia para crear una sociedad sin clase media, que en mi opinión, es la estructura que haría más felices a más personas.