El difunto Felipe, tras ser apaleado en su tienda de Molina de Segura el pasado sábado 19 de julio.
Un nuevo informe policial concluye que Felipe mató a su padre por un garaje: 'Los golpes fueron dirigidos a zonas vitales'
EL ESPAÑOL accede en exclusiva a un atestado ampliatorio de la Policía Nacional que "constata" una "conducta reiterada de coacciones, amenazas y presión psicológica por parte de los hijos, especialmente de Felipe y Rosario".
Más información: La juez deja en libertad sin pagar fianza a Felipe: autor de los 8 puñetazos que mataron a su padre en su tienda de Molina
La Policía Nacional admite que el sistema judicial le falló al difunto Felipe Hernández Medina, desde el año 2014, debido a que no se le protegió frente a sus cuatro vástagos tras denunciarlos 10 veces. Así lo recoge un atestado al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL y que analiza tanto las motivaciones como la conducta que siguieron sus hijos, Felipe junior y Rosario, durante la paliza mortal que recibió este comerciante en su tienda de Molina de Segura: Tejidos Hernández.
“En particular, se apunta como móvil principal del homicidio, la intención de los detenidos de resolver de forma violenta el conflicto hereditario y de posesión sobre el patrimonio familiar, considerando como detonante inmediato las plazas de garaje y el local comercial que el padre explotaba económicamente, a pesar de figurar dentro del patrimonio social de Jopichusa S. L.: sociedad donde los hijos tenían participación y sobre la cual existían disputas legales previas”.
“Asimismo, se constata que la conducta reiterada de coacciones, amenazas y presión psicológica por parte de los hijos, especialmente de Felipe y Rosario, que creó un clima de hostilidad que fue advertido judicialmente desde el año 2014, sin que se adoptaran medidas eficaces de protección para el progenitor”, tal y como recoge este atestado de la Policía Judicial.
Tales consideraciones llevan a la Policía Nacional a sostener que se trata de un homicidio agravado, por un dolo eventual. Así se lo argumentan a la magistrada Ana María Cambronero que ha dejado en libertad a Felipe junior, sin necesidad de pagar una fianza, tras permanecer en prisión 52 días. Lo que permite al supuesto parricida incorporarse el 22 de septiembre a un curso selectivo del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda en el que aprobó su oposición antes de ser arrestado.
El vídeo de la paliza en la que Felipe murió a golpes a manos de su hijo: él "temía" a sus cuatro vástagos y a su exmujer
La Policía Judicial finaliza su investigación con este atestado ampliatorio sobre la 'visita' que Felipe Hernández Ramos (1990) y su hermana, Rosario (1996), realizaron a su padre en Tejidos Hernández, en pleno corazón de Molina de Segura, a las 10.45 horas del sábado 19 de julio, obsesionados con el patrimonio de la Sociedad Limitada Jopichusa: pisos, plazas de aparcamiento, solares...
“De la valoración conjunta de los antecedentes documentales, testimoniales y judiciales obtenidos hasta la fecha, esta Brigada Local de Policía Judicial considera acreditada la existencia de un móvil económico y de control patrimonial, así como una relación marcada por la animadversión, el resentimiento y el conflicto prolongado, que habrían motivado el fatal desenlace”.
“Por tanto, se estima que el móvil del homicidio está vinculado a razones económicas, patrimoniales y familiares, derivadas de un conflicto larvado en el seno familiar por el control de bienes, y catalizado por una profunda ruptura de la relación entre padre e hijos”.
“De la valoración de las pruebas recabadas en el marco de las presentes diligencias, a juicio de esta instrucción, se desprenden múltiples elementos que pudieran inferir la existencia de un posible dolo eventual en la comisión del homicidio investigado […].
Los investigadores apoyan sus afirmaciones en el historial de denuncias de este comerciante, de 65 años, y que llegó a pedir sin éxito tres órdenes de alejamiento de sus hijos: “Existen antecedentes de amenazas explícitas y reiteradas contra la víctima, incluyendo expresiones de contenido violento coincidentes con las proferidas durante la agresión, lo que denota una voluntad previa de causarle un daño grave”.
Felipe junior, tras ser detenido, mostrando sus nudillos ensangrentados por la paliza que le propinó a su padre.
Los Brigada Local de Policía Judicial valora la posibilidad de que el pobre Felipe muriese de un infarto, a causa de su afección cardíaca crónica, pero para ellos ese dato médico no resta importancia a la gravedad de la conducta violenta que mostró su primogénito y su hija porque eran conocedores de sus problemas de corazón.
De hecho, recuerdan que Rosario es médico de familia y su código deontológico la obliga a prestar auxilio a su padre, en vez de insultarle y quedarse en el pasillo de la tienda, pendiente de que ningún cliente entrara durante la paliza.
"Según un informe preliminar del médico forense, las lesiones no constituyeron la causa directa de la muerte, la cual se produjo al parecer, y a falta del informe definitivo de la autopsia, por un infarto agudo de miocardio, muerte súbita, en el contexto de una cardiopatía previa que padecía la víctima, según un dictamen del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid”.
“No obstante, a fecha del cierre de las presentes [diligencias], se desconoce si la agresión actuó como factor desencadenante o precipitante del evento mortal, si bien resulta evidente que dicha patología era conocida por los autores, lo que incrementa la previsibilidad del resultado fatal. Reseñando nuevamente la condición de profesional sanitario de Rosario Hernández Medina”.
Rosario, tras ser detenida por la Policía Nacional.
Otro de los aspectos destacados de este atestado policial radica en que recalca la gravedad de los ocho puñetazos que propinó Felipe a su indefenso padre: “Los golpes fueron dirigidos a zonas vitales (cabeza y torso) y repetidos de manera insistente mientras la víctima se encontraba en situación de manifiesta indefensión”.
Todo ello, lleva a concluir a los investigadores que Felipe junior, de 35 años, y Rosario, de 29 años, no actuaron en el marco de un calentón contra el hombre que los crió, aquella mañana del sábado 19 de julio, en la tienda Tejidos Hernández:
“En su conjunto, derivado de la praxis policial, y a juicio de esta Instrucción, estos elementos no parecen concluir que la conducta investigada obedeciera a una mera reacción impulsiva, sino a una acción consciente y deliberada, prolongada en el tiempo por rencillas anteriores, ejecutada con pleno conocimiento de la especial vulnerabilidad de la víctima. Aunque los golpes propinados no buscaran el resultado de la muerte sobrevenida, si son conocedores de esta posibilidad (saben de las patologías cardiacas que padece su padre) y aceptan la probabilidad de que esto ocurra”.
El difunto Felipe, gerente de Tejidos Hernández, feliz, junto a su pareja Toñi.
La tunda al comerciante, muy querido en Molina de Segura, fue grabada por las cámaras de seguridad que instaló en su local por miedo a sus cuatro hijos, y basta con conocer el contenido del audio de aquel trágico sábado para corroborar las apreciaciones de la Policía Nacional:
- Victima (Felipe padre): Hostia, ¡Ay!
- Felipe (hijo): ¿Quieres otra? ... (ininteligible)... ¿a qué no?... (ininteligible)... Sinvergüenza (mientras le golpea)
- Rosario: Como vuelvas a hablar mal de mi madre, te comes otra.
- Felipe (hijo): Sinvergüenza (mientras golpea a su padre).
- Rosario: Como vuelvas a hablar mal… ¡Felipe!... ¡Felipe ya está! Como vuelvas… ¡Felipe ya está!
- Felipe (hijo): De mi madre que te reviento (mientras sigue golpeando a su padre).
- Rosario: Como vuelvas a hablar mal de mi madre te comes otra… (ininteligible). ¡Sí! Y eres un gentuza.
- Felipe (hijo): A hablar mal de mi madre que te reviento… (mientras sigue golpeando a su padre)
- Rosario: Y los 'parking' (plazas de garaje) que nos los dejes libres. ¡Felipe, ya! Vámonos rápido!
- Rosario: Los 'parking' que nos los dejes libres.
Eduardo Muñoz Simó, abogado del despacho Simó Abogados Penalistas, se encarga de la defensa de los tres investigados.
La familia del difunto Felipe sostiene que la puesta en libertad de su presunto parricida "es indignante", y su abogado, Eduardo Muñoz Simó, ya trabaja en un recurso que presentará en 72 horas, ante la Audiencia Provincial, para reclamar que Felipe junior regrese a prisión hasta que se siente en el banquillo de los acusados de la Ciudad de la Justicia de Murcia.
Entre otros motivos, debido a que Toñi, la pareja sentimental con la que Felipe rehizo su vida y que era el pilar de su vida, solicitó una orden de alejamiento de Felipe junior por miedo a sufrir represalias.
- ¿Puede adelantar alguna de las líneas argumentales de su recurso?
- Eduardo Muñoz Simó: Hay un plan ideado previamente por los hijos para quitarle a su padre el bajo donde tenía su negocio y las plazas de garaje, como así lo pone de manifiesto el atestado ampliatorio de la Policía Nacional. Hay pruebas más que suficientes para juzgar a Felipe por un homicidio doloso ante un jurado popular.
Me sorprende este auto de libertad porque las circunstancias personales del investigado son las mismas que cuando la juez lo envió a prisión. Ya se sabía que tenía arraigo porque vivía en casa de su madre y que tenía que hacer un curso para incorporarse como inspector de Hacienda, pero lo que sí ha cambiado es que este nuevo informe policial agrava la horquilla de penas a las que se podría enfrentar, de 12 a 15 años, por el dolo eventual y la agravante de parentesco.
No entiendo el cambio de criterio de la juez porque ahora sí que se incrementa el riesgo de fuga y se le ha puesto en libertad sin retirarle ni siquiera el pasaporte.