Alexander Gronko, en una imagen de archivo de la Guardia Nacional Bolivariana; junto a una imagen compartida por él mismo en sus redes siendo sellado por la Guardia Civil en un punto de atención al peregrino.

Alexander Gronko, en una imagen de archivo de la Guardia Nacional Bolivariana; junto a una imagen compartida por él mismo en sus redes siendo sellado por la Guardia Civil en un punto de atención al peregrino.

Reportajes

El "carnicero de Maduro" se exhibe en el Camino de Santiago: sellos oficiales y hostal en Lugo pese al veto de la UE

El jefe de la Contrainteligencia venezolana, sancionado por torturas y desapariciones, publica imágenes que lo sitúan en España aún teniendo prohibida la entrada en suelo europeo.

Más información: Alexander Granko, coronel de Maduro acusado de torturas, alardea de viaje en España.

Publicada

La fotografía parece inocente: un sendero polvoriento que discurre junto a la carretera, un cartel azul y amarillo con la vieira que marca la ruta, ciclistas y caminantes a lo lejos.

En la siguiente imagen, unas manos estampan sellos de iglesias y albergues sobre la credencial del peregrino. Son escenas habituales en el Camino de Santiago, capturadas cada día por miles de turistas y devotos que atraviesan Galicia

Pero en este caso, las imágenes llegan desde la cuenta de Instagram de Alexander Enrique Granko Arteaga, coronel de la Guardia Nacional Bolivariana, jefe de la División de Asuntos Especiales (DAE) de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM); y uno de los hombres más temidos del aparato represivo de Nicolás Maduro.

La publicación, subida hace apenas unas horas y geolocalizada en Portomarín (Lugo), encendió las alarmas: Granko figura desde 2019 en la lista negra de sancionados de la Unión Europea.

El reglamento comunitario que lo incluye ordena la congelación de sus bienes y, sobre todo, prohíbe su entrada o tránsito por el territorio de los Veintisiete.

Extracto del Diario Oficial de la Unión Europea donde figura Alexander Enrique Granko Arteaga, jefe de la División de Asuntos Especiales de la DGCIM, con la descripción oficial de los motivos por los que fue sancionado el 27 de septiembre de 2019, entre ellos torturas, desapariciones y represión de la sociedad civil en Venezuela.

Extracto del Diario Oficial de la Unión Europea donde figura Alexander Enrique Granko Arteaga, jefe de la División de Asuntos Especiales de la DGCIM, con la descripción oficial de los motivos por los que fue sancionado el 27 de septiembre de 2019, entre ellos torturas, desapariciones y represión de la sociedad civil en Venezuela. E. E.

Sin embargo, en las últimas horas ha difundido contenido que lo sitúa en pleno corazón del norte de España, en una de las rutas culturales más reconocidas de Europa.

Viajes a la UE

No es la primera vez que el "carnicero de Maduro", como le apoda la prensa internacional, se retrata en lugares a los que, en teoría, tiene prohibido acceder. En febrero pasado, publicó en sus historias de Instagram una fotografía esquiando en la estación francesa de Courchevel, en plenos Alpes.

El pasado 11 de agosto de 2025 acudió a un evento en el que se dejó ver junto a Nicolás Maduro en Caracas, por lo que periodistas del país andino han expresado sus dudas de que Alexander Granko se encuentre en estos momentos en España.

La posibilidad de que las imágenes sean antiguas o que un tercero las haya tomado, sin embargo, no elimina el efecto buscado: proyectar la idea de que ni la Unión Europea ni sus aliados pueden frenar sus movimientos.

La trayectoria de Granko está marcada por la violencia y la represión. Su nombre aparece de forma recurrente en los informes de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU como responsable directo y jerárquico de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas —incluida violencia sexual— y ejecuciones extrajudiciales.

Imagen compartida por Granko en febrero, presumiendo de estar esquiando en los Alpes franceses.

Imagen compartida por Granko en febrero, presumiendo de estar esquiando en los Alpes franceses.

Asesinatos y secuestros

Fue uno de los mandos que dirigió el asedio en El Junquito en 2018, donde murieron el expolicía rebelde Óscar Pérez y seis de sus compañeros a pesar de que ya se habían rendido.

En 2019, la muerte bajo custodia del capitán de la Armada Rafael Acosta Arévalo volvió a poner su nombre en los cables diplomáticos y en los informes de derechos humanos.

Su radio de acción no se ha limitado a Venezuela. La Fiscalía chilena lo investiga por su presunta participación en el secuestro y asesinato, en Santiago, del exteniente Ronald Ojeda Moreno, refugiado político y crítico feroz del chavismo.

Según fuentes policiales citadas por medios chilenos, Granko podría haber viajado personalmente para liderar la operación. En el expediente hay diligencias que apuntan a la revisión de sus conexiones en redes sociales para determinar desde dónde se encontraba activo en esas fechas.

A pesar de las sanciones de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, Granko sigue acumulando poder y visibilidad en Caracas. Cercano al general Iván Hernández Dala y a Diosdado Cabello, ha sido condecorado públicamente por Maduro y dirige operaciones como la llamada Operación Tun Tun, un sistema de redadas nocturnas contra opositores políticos.

Las imágenes del Camino de Santiago y de Courchevel dibujan un patrón inquietante: un alto mando acusado de crímenes de lesa humanidad que, entre despliegues de fuerzas especiales y condecoraciones, presume de viajes en territorios donde debería ser persona non grata.

En Portomarín, el sello de un albergue jacobeo queda estampado sobre una cartilla. Para cualquier peregrino sería una anécdota más. Para Granko, si realmente lo hizo, sería la huella de un desafío directo a las sanciones que lo persiguen desde hace más de un lustro.

Imagen compartida por Granko el 12 de agosto de 2025. En ella se puede ver la señal del Camino de Santiago.

Imagen compartida por Granko el 12 de agosto de 2025. En ella se puede ver la señal del Camino de Santiago. E. E.

Cronología de un represor

Alexander Enrique Granko Arteaga se graduó en 2003 en la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana. Comenzó su carrera como escolta de Hugo Chávez, un puesto que le permitió entrar en el círculo más íntimo del chavismo. Desde allí forjó vínculos con el general Iván Hernández Dala, uno de sus padrinos en el ascenso a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

En enero de 2018 su nombre se asoció para siempre con la masacre de El Junquito: el asalto a un grupo de disidentes liderados por el expolicía Óscar Pérez. El operativo, de más de 500 hombres, terminó con siete muertos —incluido un periodista y una enfermera— pese a que las víctimas ya se habían rendido. Las autopsias mostraron tiros de gracia.

En 2019, el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo murió bajo custodia de la DGCIM con signos evidentes de tortura. Los informes internacionales apuntaron a Granko como responsable jerárquico.

Ese mismo año, a petición del Gobierno español, la Unión Europea lo sancionó: congelación de activos y prohibición de entrada al territorio comunitario. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido adoptaron medidas similares.

Alexander Granko, en el centro, en un video compartido en sus redes sociales, en diciembre de 2024.

Alexander Granko, en el centro, en un video compartido en sus redes sociales, en diciembre de 2024. E. E.

Durante las protestas de 2024 contra el resultado de las elecciones presidenciales en Venezuela, la DGCIM, bajo su mando, desplegó un mensaje siniestro en redes: "A donde vaya, Chuky me encontrará", dirigido a los manifestantes. Más de 2.000 personas fueron detenidas, muchas en redadas nocturnas conocidas como Operación Tun Tun.

En febrero de 2024, el nombre de Granko apareció en una investigación de la Fiscalía chilena sobre el secuestro y asesinato del disidente venezolano Ronald Ojeda Moreno en Santiago. Las autoridades sospechan que viajó personalmente a Chile para liderar la operación.

A comienzos de 2025, Nicolás Maduro lo condecoró públicamente durante el Congreso Internacional contra el Fascismo. Era un reconocimiento abierto al hombre al que la ONU describe como uno de los principales responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.

Hoy, a pesar de las sanciones, Granko se muestra en redes sociales en escenarios europeos. En sus publicaciones, el uniforme y la celda de torturas de Boleíta se sustituyen por nieve en los Alpes o sellos del Camino de Santiago. Un contraste tan calculado como perturbador.