
Rubén en las instalaciones del HM Fertility Center en la Comunidad de Madrid.
El calvario para ser padre de Rubén y otros treintañeros por un semen de mala calidad: "Me sometí a terapia hormonal"
En los últimos 20 años la fertilidad masculina está disminuyendo de manera alarmante y que incluso provoca que se rechacen donantes por no alcanzar los estándares de calidad seminal de la OMS.
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El hombre tiene hoy 36 años. Hace justo seis su mujer y él decidieron que había llegado el momento de ser padres. Lo intentaron durante "un año, año y medio" de manera infructuosa. Acabaron llegando a la conclusión de que algo no funcionaba como debería y decidieron consultar para ver qué podía ocurrir.
Las primeras analíticas arrojaron que Rubén (accede a aparecer en este reportaje con nombre ficticio) tenía "espermatozoides con baja movilidad", es decir, un semen de baja calidad que dilapidaba sus opciones para ser padre de forma natural. La buena noticia es que hace dos meses él y su mujer lograron por fin tener una niña.. "Pero el camino ha sido doloroso", puntualiza a EL ESPAÑOL.
Ana Gaitero es responsable médico de HM Fertility Center. Ginecóloga y especialista en Medicina Reproductiva, incide que es un hecho constatado científicamente que los españoles en general están perdiendo calidad en su semen, como le ha ocurrido a Rubén. "Es un fenómeno documentado desde hace décadas, y no sólo ocurre en España, es una tendencia que se detecta a nivel mundial".
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) constató en 2010 que la concentración de espermatozoides había disminuido en un 51% globalmente desde 1973. Por ello, "renovó los rangos de normalidad del seminograma, debido a que las tablas de referencia previas ya no reflejaban adecuadamente la realidad de la fertilidad masculina, en parte porque se observaba un descenso progresivo en la calidad seminal a nivel mundial y, por tanto, en la población general".
Pregunta.- En su caso, Rubén, ¿fue por causas biológicas o externas?
Respuesta.- En mi caso fue por causas genéticas. Y no ayudó estrés laboral, eso sí. La biología influye. Cuando nos hicimos los seminogramas, los datos de movilidad de los espermatozoides eran peores cuando atravesaba épocas de mucho estrés en el trabajo", explica Rubén.
En la quinta edición del manual de la OMS, que data de 2010, se introdujo un cambio fundamental: los nuevos valores de referencia se establecieron a partir de un estudio multicéntrico internacional, indica la doctora Gaitero. Aquel estudio incluyó a casi 1.900 hombres de 8 países y 3 continentes. "Todos ellos con fertilidad comprobada, pues sus parejas habían logrado embarazo en los 12 meses previos", explica.

Rubén en la clínica de fertilidad con la doctora Ana Gaitero.
Con sus datos se definió el "Límite de Referencia Inferior" (LRI), correspondiente al percentil 5 de esta población fértil, es decir, el valor por debajo del cual solo se sitúa el 5% de los varones fértiles".
En España, los primeros estudios que alertaron sobre esta tendencia se remontan a finales de los años 90 y principios de los 2000. Estudios multicéntricos europeos, como el publicado en Human Reproduction en 2017, "han reflejado una disminución significativa en la concentración y movilidad espermática en hombres occidentales desde 1970".
Menos semen apto para donar
Ana Gaitero destaca además "los trabajos realizados por grupos como el de la Universidad de Murcia y la Sociedad Española de Fertilidad han confirmado que los parámetros seminales van empeorando, especialmente en los últimos 20 años".
Uno de los últimos estudios publicados, del pasado mes de abril, sigue corroborando que la calidad del semen de los españoles está en caída libre. En base a 8.000 muestras, el estudio de Instituto Bernabeu arroja que "muchos hombres" presentan concentraciones de espermatozoides "por debajo del valor de referencia establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
La calidad, por debajo de ese índice de referencia ha descendido un 17% en el último lustro, lo que afecta directamente al recuento de espermatozoides con movilidad. El estudio también arroja que la morfología también ha empeorado, con apenas el 1% de espermatozoides por muestra considerados normales, cuando hace menos de una década era el 7%.

Rubén tuvo que someterse a tratamiento hormonal para poder ser padre.
Belén Lledó, directora científica de Instituto Bernabeu Biotech, asegura que tras estos porcentajes se encuentra un dato demoledor: "Más de la mitad de los candidatos a donantes que se rechazan por mala calidad seminal no cumple los criterios de la OMS”.
Lledó desgrana que en regiones como Madrid, "el descenso de la calidad seminal en los últimos 20 años alcanza al 76% de la población estudiada, pasando de 200 millones de espermatozoides móviles progresivos a solo 48 millones. Este fenómeno tiene implicaciones directas no solo en la fertilidad individual, sino en la salud pública y la demografía nacional".
La tendencia "es clara" ultima la doctora Gaitero. "Se observa tanto en la práctica clínica diaria como en los bancos de semen, donde el porcentaje de muestras aptas para donación ha disminuido notablemente".
-P-. ¿Cuándo deben encenderse las alarmas?
-R.- La mayoría de las parejas deberían pensar en un posible problema de fertilidad tras 1 año de relaciones sexuales regulares sin protección sin lograr embarazo. Si la mujer supera los 35, en seis meses.
En la práctica, "muchas parejas retrasan la consulta entre 1 y 2 años, con la esperanza de conseguirlo de forma espontánea, detectando la ovulación, cambiando la alimentación o modificando hábitos de vida". Esto "retrasa el estudio integral de la pareja y puede comprometer el éxito de los tratamientos de fertilidad, ya que el factor tiempo es determinante" en el pronóstico.
La doctora destaca además que tanto en hombres como en mujeres "aún persisten barreras emocionales y sociales que retrasan la consulta. Especialmente en el hombre, pero poco a poco, y gracias al trabajo y esfuerzo de todos nos llegan más hombres preocupados por sus posibilidades de paternidad".
-P.- Tradicionalmente al hombre le cuesta más trabajo aceptar que quien tiene el problema de fertilidad es él ¿Se ha evolucionado en este sentido?
-R.- La infertilidad masculina sigue siendo un tabú social importante. Muchos hombres experimentan vergüenza y culpa, lo que dificulta la aceptación del diagnóstico y la búsqueda de ayuda. El estigma se asocia a la percepción de que la fertilidad está ligada a la virilidad, y expresiones como 'no eres hombre si no puedes tener hijos"' siguen presentes en el imaginario colectivo. A nivel emocional, los hombres tienden a reprimir sus sentimientos y adoptar un rol de 'fuerza' en la pareja, lo que puede dificultar el proceso.

Rubén en HM Hospitales de Boadilla (Madrid).
Cuatro años de tratamiento
Rubén y su mujer estuvieron en tratamiento casi 4 años. Tenían además el hándicap añadido de que su mujer tenía una baja reserva ovárica. "Unos fenómenos", dice con cierta amargura. "El proceso es muy duro. Tienes una medicación, la cambias, empiezas otra vez, te desesperas".
Con la pareja, también. "Si tienes un proyecto de vida para formar una familia y ves que no se consigue, influye. La pareja atraviesa momentos duros, hay tensiones y momentos desagradables. Si ese estrés se lo añades al laboral, pues no ayuda".
La doctora Gaitero fue la especialista que trató a Rubén. "Para ser optimistas tengo que decir que en la consulta cada vez más hombres asumen con naturalidad y responsabilidad su papel en el proceso reproductivo. Muchos de ellos, lejos de percibir la infertilidad como una amenaza a su masculinidad, la afrontan como una situación médica que puede y debe tratarse".
Esa actitud es "una muestra de apoyo a sus parejas y de madurez personal. No dudan en implicarse activamente en el diagnóstico y tratamiento, entendiendo que la fertilidad es una cuestión de ambos miembros de la pareja. Esta actitud proactiva y colaborativa contribuye de manera muy positiva al éxito de los tratamientos y al bienestar emocional de la pareja".
-P.- Hay una predisposición genética para la pérdida de calidad del semen, pero ¿qué factores externos no ayudan y se desconocen?
-R.- Si bien existe una predisposición genética en algunos casos (alteraciones cromosómicas, microdeleciones del cromosoma Y), la mayoría de los factores que afectan la calidad seminal son ambientales y modificables.
Factores externos
Los factores externos que contribuyen a una pérdida de calidad en el semen son varias. Una de ellas son las altas temperaturas. Y por extensión el uso de ropa ajustada. "El uso frecuente de saunas, baños calientes y ropa ajustada que elevan la temperatura testicular y perjudican la producción de espermatozoides pueden afectar a la calidad seminal".
A los malos hábitos de vida como el consumo de tabaco, alcohol o drogas, se unen "el sedentarismo, la obesidad, la mala alimentación y el estrés crónico, que se relacionan con alteración en la producción y maduración de espermatozoides".
Igualmente influye la toma de medicamentos, como esteroides anabolizantes, o algunos antibióticos. La exposición a sustancias químicas, englobadas como "disruptores endocrinos" como bisfenoles, ftalatos y otros aditivos plásticos presentes en envases, textiles, neumáticos o productos de higiene personal también se relacionan con un menor número de espermatozoides.
Otro factor que afecta a la fertilidad y que va en aumento en España son las infecciones de transmisión sexual (ETS), pues pueden afectar directamente la calidad seminal. La clamidia, gonorrea y virus como el herpes simple o el papiloma humano (VPH) pueden dañar "los conductos deferentes o provocar inflamación testicular, afectando la fertilidad".
De hecho, un reciente estudio publicado en The Lancet reveló que hasta el 30% de los casos de infertilidad por causas masculinas están relacionados con ETS no diagnosticadas o mal tratadas.
En este sentido, el estudio difundido este abril por Instituto Bernabeu también ha registrado un aumento significativo de muestras de semen afectadas por ETS,"pasando del 32% en 2019 al 42% en 2024", es decir, 10 puntos más.
La carrera de fondo
Cuando Rubén recaló con su mujer en HM Fertility Center le efectuaron una historia clínica detallada y las pruebas básicas: el seminograma, que analiza el número de espermatozoides por mililitro, la movilidad, la morfología y su vitalidad. También, un análisis hormonal.
"En ocasiones solicitamos además pruebas de evaluación del eyaculado más sensibles y precisas como el REM, o Recuento de Espermatozoides Móviles, que nos determinen el número de espermatozoides con capacidad fecundante presentes en una muestra seminal", explica la doctora Gaitero.
Esta prueba complementaria permite separar los espermatozoides con movilidad de los que no la tienen. "Se trata de un test que nos indica cuántos espermatozoides hay con buena movilidad, que son los que realmente pueden avanzar y llegar hasta el óvulo".
Solo se realiza en laboratorios de medicina reproductiva, la muestra debe ser procesada por un especialista y para someterse a ella hay que seguir unas instrucciones previas (abstinencia sexual, toma de medicamentos, o el tiempo preciso entre recogida y entrega de la muestra".
Rubén se puso en tratamiento. "No soy fumador y el consumo de alcohol es normal, alguna cerveza el fin de semana y ya está", por lo que tampoco tuvo que modificar sustancialmente sus hábitos de vida. Vida sana, ejercicio moderado "y control del estrés", enfatiza. También se sometió a una terapia hormonal que, "hasta dar con la exacta" acabó funcionando.

Consulta en el Hm Fertility Center de Boadilla.
-P.-¿Qué técnica reproductiva os indicaron en vuestro caso?
-R.- Fecundación in vitro. Lo logramos. El embarazo fue bien y el parto también.
Porque en casos de falta de espermatozoides o de espermatozoides con poca movilidad, para optar por otras técnicas como la inseminación artificial (IA) se requiere "que sea un caso de buen pronóstico, es decir, que haya poco tiempo de infertilidad, que las trompas de Falopio de la pareja sean permeables", abunda Ana Gaitero.
Para casos más graves se opta por la técnicas ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides, técnicas quirúrgicas de recuperación espermática o selección espermática en laboratorio, entre otras. "El tratamiento debe ser individualizado, evaluando siempre el contexto de la pareja y la causa específica de la infertilidad masculina".
Rubén asegura que "siempre creemos que uno de los factores más importantes para ser padres o no es la edad, y no siempre es así. Por eso recomiendo a cualquiera que quiera ser padre que acudan a profesionales médicos y que se traten. Y que vayan a buenos especialistas. Yo estoy muy agradecido con todo el equipo del HM Fertility Center, porque además te dan un trato muy humano que, con lo duro que es el proceso, viene muy bien. Se ponen en tu lugar, te explican... Estoy muy contento.
P.- ¿Se plantean ya ir a por otro bebé?
R.- Sí. Nos lo estamos pensando ya. Vamos, pensándolo no, vamos a por un hermano o una hermana, no queremos un niño que esté solo. Los niños son necesarios y hacen falta que haya más en este país.