
'Ana', nombre falso para la escort transexual que sufre violencia de género a manos supuestamente de su expareja, un empresario sexagenario.
El "infierno" de 'Ana', una escort 'trans' maltratada por un empresario que ha quebrantado 11 veces la orden de alejamiento
"Temo por mi vida", subraya la víctima. Este viernes, el empresario comparece en un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Madrid que debe decidir si lo envía a prisión tras haber estado más de un mes en busca y captura.
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La vida de Ana no ha sido sencilla porque sufrió tanto durante su infancia que tuvo que marcharse de América del Sur tras iniciar su transición a la transexualidad con 16 años. "Me instalé en España porque la gente es más tolerante", tal y como resalta Ana, nombre ficticio para esta cotizada escort que ahora vive otro infierno personal, el de la violencia de género, a manos de un cliente que se convirtió en su pareja sentimental y luego en su presunto maltratatador. "Temo por mi vida".
Ella era una escort transexual veinteañera y él un empresario sexagenario cuando la contrató para mantener relaciones sexuales. "Mi trabajo es muy duro: es plata rápida, pero es difícil tratar con los clientes", reflexiona Ana. De hecho, este hombre, bastante acaudalado (trabaja para una cadena internacional de tiendas), comenzó a llamarla casi a diario después de aquel servicio, pero a Ana no le incomodó porque era una persona educada y cada vez la contrataba en más ocasiones.
"Era un hombre que tiraba la casa por la ventana, me regalaba joyas de oro, llevaba encima 1.000 euros en metálico...". Primero, estos servicios dieron paso a una amistad; después, a una relación sentimental, y al final, ella dejó la prostitución de alto standing a petición de este empresario, a pesar de que "en un mes bueno" podía embolsarse 20.000 euros. "Me preguntó cuánto ganaba y me dijo que él sería mi único cliente".
Este sexagenario pagaba a Ana para que no viera a nadie más y acabó convirtiéndose en su pareja. "Yo le quería de verdad, lo nuestro no fue sólo por dinero". Tanto es así que ella se marchó de Madrid para instalarse con el empresario en Cataluña, porque allí realizaba su labor comercial. "Estábamos en la penthouse de un hotel de cinco estrellas". En aquella suite de lujo comenzó el infierno de esta mujer transexual. La supuesta violencia de género fue de menos a más. De lo psicológico a lo verbal hasta llegar a lo físico. "Este señor se metía metanfetaminas".

Una imagen de una bolsa con metanfetaminas.
- ¿Cuándo empezó a ir mal la relación sentimental?
- Me fui a vivir con él y dejé de ser escort. Me llevé a mi mascota y como era una 'bebé' que se orinaba en todas partes, la castigaba encerrándola y me dio a elegir entre él o mi perrita. La tuve que enviar a mi país. Yo no tenía vida social. Me sentía enclaustrada en ese hotel. Para poder salir tenía que contratarle a una escort porque decía que no se quería quedar solo.
Sufrí muchos episodios de violencia verbal. Se comportaba conmigo como si fuese bipolar por las metanfetaminas. Cuando se ponía de mal humor o tenía un problema en el trabajo, lo descargaba todo conmigo. Me decía que lo estafaba y me aprovechaba de él. Como era latina, me amenazaba con denunciarme por mis documentos en España. Ese hombre tenía ataques de ira. Me compraba con regalos para que yo soportara esas cosas.
Pero Ana -nombre ficticio- se cansó de tanto regalo y un día hizo las maletas para irse del hotel de lujo. "Me amenazó, me empujó y me cogió por el cuello. Tuve que llamar al personal de seguridad". Este episodio se saldó con una reconciliación y una nueva oportunidad para este empresario porque le hacía chantaje emocional a Ana: "Me quería ir porque él se ponía súper agresivo y me trataba mal. Yo empacaba mi maleta y me lo tiraba todo por el suelo, diciéndome que no me iba. Luego se ponía a llorar".
En una ocasión, este sexagenario le lanzó a la veinteañera la pipa con la que solía fumar cristal de metanfetamina, no le dio en la cabeza, pero reventó una ventana que impactó contra el rostro de Ana. Y una vez más le perdonó: "Siempre me amenazaba con que se suicidaba". "Se hacía la víctima". La convivencia prosiguió en Madrid y no mejoró porque tampoco ayudaba el hecho de que este empresario también consumía GHB: una droga de diseño que puede provocar la muerte.
- ¿Cuál fue la gota que colmó el vaso para romper la convivencia?
- Me marché el día que me cogió del cuello y me empezó a dar puñetazos en la cara diciéndome que le había invadido su privacidad por cogerle el teléfono móvil. Me alquilé un estudio y volví a trabajar de escort. Entonces, me empezó a acosar.

Una agente de la Policía Nacional tramitando una denuncia en una imagen de archivo.
De forma que no tuvo más remedio que denunciarle ante la Policía Nacional por amenazas, insultos y lesiones. Un juzgado de Violencia sobre la Mujer de Madrid le impuso al empresario una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con Ana, pero solo tardó 24 días en quebrantar esas medidas cautelares. Esta mujer 'trans' concede una entrevista a EL ESPAÑOL para denunciar el "desamparo" que sufre de la Justicia porque su presunto maltratador debe acudir a una comparecencia de prisión este viernes, tras haber estado en busca y captura durante más de un mes, debido a que suma 11 quebrantamientos sin haber pisado la cárcel ni una sola vez.
"Estoy viviendo un infierno", resume Ana, esperando a que la Justicia adopte una decisión este viernes porque teme que el empresario tome represalias físicas contra ella. "Me ha seguido haciéndose pasar por un cliente". Para apoyar sus palabras aporta a este diario las denuncias donde la Policía Nacional expone que esta escort transexual no para de sufrir el supuesto acoso de su maltratador.
Así lo refleja textualmente la denuncia: "Esta persona se ha comunicado mediante mensajes de WhatsApp, audios, llamadas, tanto desde su número de teléfono como de otros, después de que la denunciante le haya bloqueado. Esta persona ha tratado de comunicarse desde cien números mediante llamadas y mensajes".
- ¿Cómo es su vida desde que le impusieron a su experaja una orden de alejamiento?
- Me deja notas por debajo de la puerta de mi casa. Me ha llegado a enviar 200 mensajes al 'celular' en un solo día, amenazándome con denunciarme si no le devuelvo el dinero que me dio durante nuestra relación. Se ha hecho correos electrónicos falsos, para enviar fotos mías desnuda a la gente del pueblo donde viven mis padres, a la iglesia y a la Policía para que se enteren de que soy escort en España.
Me llama desde números de teléfono diferentes, diciéndome que me va a mandar a la selva; que me va a denunciar en Extranjería. También me envía audios amenazándome de muerte; me ha seguido cuando tengo un servicio con algún cliente...
Este "infierno" está aderezado con las denuncias por vía civil y penal que este sexagenario ha presentado contra su expareja. Entretanto, en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Madrid se han ido acumulando uno a uno los quebrantamientos de condena que ha cometido este empresario sobre esta veinteañera hasta que se dio a la fuga para evitar ser arrestado por la Policía Nacional.
De hecho, se presentó voluntariamente en Comisaría tras un mes en la diana policial, para evitar acabar con sus huesos en la cárcel, justo lo que espera esta mujer 'trans' en la comparecencia de prisión de este viernes, para recuperar la tranquilidad de su vida de la que ha sido desposeída. "Estoy acudiendo al psicólogo y también voy al psiquiatra porque no puedo dormir bien. Tengo pesadillas", sostiene. Y asegura que este hombre "está obsesionado conmigo".