
Bernardino, junto a su ex Andrea y a su hijo secuestrado, también Bernardino.
El drama de Bernardino tras ser maltratado por su ex: ahora ha secuestrado a su hijo de 4 años y teme "por su vida"
EL ESPAÑOL confirma que la madre fue condenada a 7 meses y 15 días de cárcel por maltrato en el ámbito familiar, se le prohibió portar armas de fuego durante dos años y no podía acercarse a su expareja a menos de 500 metros.
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Bernardino tiene miedo de que su chiquillo se convierta en víctima de la violencia vicaria. "Temo por la vida de mi hijo", tal y como subraya en una entrevista con EL ESPAÑOL. Este padre fundamenta el sentimiento de zozobra que le invade porque su hijo, Bernardino, con solo 4 añitos, está en paradero desconocido desde el viernes 2 de mayo, tras ser "secuestrado" por su madre, Andrea: una mujer sobre la que pesa una orden de alejamiento porque le pegó un bocado en el hombro cuando eran pareja.
"A mí me maltrataba", según afirma Bernardino, sin rubor alguno, para poner de manifiesto que la violencia de género también afecta a los hombres aunque sea de forma residual. "Mi expareja tiene una orden de alejamiento hacia mí, por maltrato en el ámbito familiar. Me dio un mordisco muy fuerte en el hombro, me clavó todos los dientes, y tuve que ir al hospital a que me pincharan la vacuna del tétanos. Esa agresión se produjo en julio de 2024 cuando todavía convivíamos juntos bajo el mismo techo”.
- ¿Su expareja le pegaba cuando convivían bajo el mismo techo?
- Sí. No sé cuántas veces lo hizo, pero fueron muchas. Solo denuncié en julio de 2024 porque fue la gota que colmó el vaso y no quería que mi crío siguiera viviendo eso porque no es plato de buen gusto. Ella me agredía para salirse siempre con la suya, porque mi hijo decía que se quería ir conmigo al parque, cuando a ella no le salían bien las cosas o porque salía con amigas, bebía, y regresaba a las tantas de la madrugada a casa. Ella es una persona agresiva y cuando no tiene donde agarrarse hace lo peor.
En esta ocasión, Andrea lo ha hecho contra lo que más quiere en la vida su expareja: a su hijo Bernardino, con el que comparte una intensa mirada azul. "Ella lo tenía planificado", sentencia este hombre, de 35 años, completamente desolado porque no tiene noticias de su pequeño desde hace once días. "Estoy fatal". "Amo a mi hijo y él a mí también".
- ¿Por qué asegura que su expareja supuestamente había planeado la sustracción parental de su hijo?
- Lo ha hecho porque tengo asignada la guardia y custodia por sentencia de un juzgado. Andrea solo puede verlo un fin de semana alterno. Lo puede recoger el viernes, a partir de las ocho de la tarde, y me lo tiene que devolver el domingo, a la misma hora.
La madre del niño perdió la custodia después de que el Juzgado de lo Penal número 5 de Murcia condenara a Andrea Estefanía R. P., de 34 años, "como autora penalmente responsable de un delito de maltrato en el ámbito familiar", cometido sobre su entonces pareja, Bernardino R. C., en la vivienda que ambos compartían en la Carretera de Fortuna. Así lo expone la sentencia donde condenan a esta mujer a 7 meses y 15 días de cárcel, además de privarle del derecho a portar armas durante 2 años y prohibirle que se comunique o que se aproxime a su expareja, a menos de 500 metros, durante otros 2 años.

El pequeño Bernardino en una imagen cedida por su padre.
“Sobre las 20 horas del 13 de julio de 2024, al regresar del trabajo al domicilio común, la acusada cogió al hijo menor de la pareja con intención de llevarle al parque y lo introdujo en su coche. Introduciéndose también Bernardino e iniciándose una discusión entre ambos porque la acusada no quería que Bernardino les acompañase, durante el transcurso de la cual la acusada, guiada por el ánimo de menoscabar la integridad física de su pareja sentimental, le propinó un mordisco en el hombro derecho, presenciando estos hechos el hijo menor de edad. Como consecuencia de estos hechos, Bernardino sufrió lesiones consistentes en un eritema redondeado en el hombro derecho con impresión dentaria. El perjudicado no reclama la indemnización que pudiera corresponderle por estos hechos”.
Tan solo quería hacerse con la custodia de su hijo y lo consiguió, pero su expareja sentimental supuestamente no lo ha aceptado, a la vista de lo ocurrido el viernes 3 de mayo, cuando la abuela materna del niño acudió a recogerlo dentro del fin de semana alterno al que tiene derecho Andrea para pasar tiempo con el menor de edad. "La madre de mi expareja vino a recoger a Bernardino, en la puerta de mi casa, debido a que ella tiene en vigor una orden de alejamiento y no se puede acercar a mí a menos de 500 metros por el bocado que me dio en el hombro".
A las ocho de la tarde del domingo, el pequeño Bernardino no fue devuelto a su padre y comenzaron los problemas. "Me llamó la Policía para decirme que tenía una citación para asistir el lunes a un juicio rápido porque mi expareja me había denunciado por un delito de maltrato físico contra mi hijo. Me dijeron que aportó fotos del niño con un moratón encima de un ojo y en otras partes de su cuerpo".
- ¿Cómo se saldó la vista oral contra usted?
- Desde que nos separamos, siempre grabo en vídeo el estado físico en el que le entrego a mi hijo y el estado en el que lo recojo. La juez lo archivó porque aporté vídeos y demostré que era una denuncia falsa.
De modo que el martes pasado, Bernardino acudió a la Comisaría de Policía Nacional para denunciar la sustracción parental de su hijo porque su mujer no acudió a la vista oral y sumaba 72 horas sin tener ningún tipo de comunicación con su chiquillo, de 4 años. "No sé lo que le hicieron a mi hijo, pero tenía golpes por el cuerpo. Yo creo que ella quería que me condenasen por agredir a mi hijo, presentando una denuncia falsa, y como no le ha salido la jugada ha decidido tirar del plan 'b', poniendo pies en polvorosa con Bernardino", tal y como sostiene este padre, de 35 años.

Bernardino, este martes, junto a su madre Mari, esperando noticias de la Policía Nacional sobre el paradero de su hijo.
Desde hace once días, toda la familia paterna del menor trata en vano de obtener algún tipo de información acerca del paradero del pequeño, muy querido por sus compañeros de clase en el Colegio Los Olivos. "Mi expareja tiene el teléfono apagado", se lamenta Bernardino. "Los profesores de mi hijo me están llamando a diario y todo el mundo en Molina de Segura me está trasladando su apoyo". Pero las muestras de cariño no se imponen a la angustia de este padre que no pega ojo a la espera de que la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) localice a su hijo.
La última pista ubica al menor en Callosa de Ensarriá: un pueblo alicantino, con menos de 8.000 habitantes, que está situado al norte de la provincia de Alicante y donde residen algunos familiares por parte materna. "Ella es una persona agresiva", tal y como alerta Bernardino, para justificar su "temor" por la integridad física de este niño de complexión delgada, 90 centímetros de estatura, pelo rubio y una mirada irrepetible de ojos azules.
"En Semana Santa, mi empareja se lo quedó cinco días por las vacaciones y mi hijo perdió dos kilos de peso, lo tuve que llevar al médico para que le recetasen vitaminas". Durante ocho años, este empleado de una empresa cárnica mantuvo una relación sentimental con Andrea, comercial de telefonía, hasta que decidió separarse por los -supuestos- malos tratos que venía sufriendo. A lo largo de la convivencia relata que le pasó de todo, pero reconoce que jamás se habría imaginado que su expareja llegaría a protagonizar una sustracción parental.
Por eso, este padre pide públicamente a la Policía Nacional que ponga todos los medios posibles para localizar a su "querido" hijo y apela a la colaboración ciudadana para que vuelva a casa sano y salvo. "Estoy preocupado. En cinco o seis ocasiones, me he percatado de que mi hijo presentaba algún moratón, pero no denuncié a Andrea porque no quería tensar más la situación con ella porque tenía una condena de ocho meses de cárcel y no quería enviar a prisión a la madre de Bernardino".