
El agente de la Policía Local de Murcia denunciado por agredir a un menor de edad de 15 años.
El policía local de Murcia que agredió a un joven marroquí sabía que era menor de edad y aun así lo dejó inconsciente
EL ESPAÑOL accede al atestado que la Policía Nacional ha entregado al juez, para que determine si el agente denunciado por una agresión racista a un joven de 15 años, actuó con congruencia, oportunidad y proporcionalidad.
Más información: El Ayuntamiento de Murcia avala al policía que dejó inconsciente a un menor al que gritó 'moro' por robar un súper
El agente de la Policía Local de Murcia que hizo perder el conocimiento a un adolescente a golpes con su porra reglamentaria, y al grito de "moro de mierda", era plenamente consciente de que estaba empleando la fuerza sobre un menor de edad, de solo 15 años, y que estaba bajo los efectos del alcohol. Así lo recoge el atestado que la Policía Nacional ha entregado a un juzgado y al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL.
“Siendo las 21.31 horas del día 12 de abril, se recibe un comunicado radiofónico de la Sala del 092 para que la unidad policial compuesta por los agentes arriba reseñados, presten servicio en la avenida Juan de Borbón, frente a la Comandancia de la Guardia Civil, porque según el llamante, hay una persona menor de edad en estado de embriaguez en la vía pública”, tal y como expone la comparecencia que firmó el citado agente, junto a su compañero, cuando esta patrulla de la Policía Local de Murcia fue movilizada de urgencia la noche de aquel sábado 12 de abril.
Esta comparecencia realizada en la Comisaría del Carmen forma parte del atestado que el Grupo de Policía Judicial ha entregado al juez que debe decidir si fue desproporcionada -o no- la intervención de la Policía Local sobre un menor nacido en Murcia, de nacionalidad española y rasgos de ascendencia marroquí, cuyos padres han denunciado a uno de los agentes por una supuesta agresión con tintes racistas.
"A la altura del número 20 de la avenida Juan de Borbón y junto al Supermercado Family Express, se observa a dos chicos jóvenes peleándose, frente a la puerta del establecimiento. Uno de ellos es de origen árabe y están rodeados por un número aproximado de entre 15 y 20 personas, amigos de la pandilla del joven árabe, en su mayoría menores de edad, encontrándose estos increpando de manera activa, hostil y física, a la otra parte involucrada en la trifulca, alterando gravemente el orden de público”, según detallan los dos policías locales en su comparecencia.

El Supermercado Family Express de la avenida Juan de Borbón donde se personó la patrulla de la Policía Local de Murcia.
Casi desde el principio de la intervención admiten que hacen uso de la fuerza y culpan de ello a la conducta del grupo de menores: “Los agentes se percatan de los hechos descritos, interviniendo rápidamente, accediendo al lugar e intentando separar a los jóvenes, adoptando medidas coercitivas, agotando por completo éstas, teniendo que emplear la fuerza necesaria para separar al joven árabe participe de los hechos”.
“La respuesta del grupo fue de hostilidad creciente, con múltiples expresiones de menosprecio, insultos dirigidos a los agentes de la autoridad, gritos intimidatorios, oposición severa a la intervención policial y adoptando una actitud abiertamente desafiante”.
Llegado este punto de la versión policial es donde entra en juego una de las claves de este caso, consistente en que el juez aclare si este policía local, de 34 años, actuó con el menor de edad siguiendo el principio básico que rige cualquier intervención policial: congruencia, oportunidad y proporcionalidad (COP). De momento, el agente denunciado argumenta que no tuvo más alternativa que usar su porra contra un chico de 15 años que iba borracho y así lo hace constar en su comparecencia.
Un policía agrede a un menor
“En el momento de separar a estos dos jóvenes, el agente 'X' recibe por parte del joven árabe varios golpes en su cuerpo, para después querer zafarse del lugar, teniendo que ir en su busca para proceder a su detención, teniendo nuevamente que emplear la fuerza indispensable para reducir la agresividad mostrada a pesar de los requerimientos verbales”.
Uno de los dos vídeos aportados por el menor que ha denunciado ser víctima de una agresión racista, a manos de un agente de la autoridad, deja a los pies de los caballos una parte de la explicación que ofrece este policía local en la Comisaría del Carmen. En concreto, este agente afirma que los dos se cayeron al suelo, pero en la grabación de 7 segundos de duración, aparece agarrando al menor de edad antes de tirarlo contra el suelo, para empezar a atizarle con su defensa repetidamente:
"Pasados unos segundos, esta persona árabe adopta la actitud de marcharse a la carrera del lugar, recorriendo una distancia de 10 metros, teniendo que volver a salir en su encuentro el agente 'X', para caer al suelo los dos".
"Produciéndose un forcejeo entre ambos, debido a la resistencia activa del menor, quien mantiene una actitud violenta, impredecible y descontrolada, oponiendo una resistencia física constante y peligrosa, por lo que se emplea en todo momento la fuerza indispensable y proporcionada a la agresividad del joven, dando un leve golpe en el pecho del sujeto para que de una vez por todas se tranquilizara, todo esto produciéndose en un escenario de agresividad verbal continua por parte de los amigos árabes de la pandilla”.
En todo momento, el agente se refiere al menor como un "joven árabe", a pesar de que el binomio policial lo trasladó a la Comisaría del Carmen después de identificarle como un joven nacido en Murcia en el año 2010, con DNI y "país de nacionalidad España". En la comparecencia de la Policía Local hay otro dato que chirría porque el agente solo habla de haberle propinado "un leve golpe en el pecho", pero lo cierto es que este adolescente de 15 años ha pasado tres veces por el Hospital Reina Sofía, como así lo acreditan los partes médicos aportados al juzgado y donde se recoge que presenta un “esguince en el tobillo derecho” y una “cervicalgia aguda”.

El Hospital Reina Sofía de Murcia al que acudió el menor golpeado con su porra por un policía local.
Incluso el menor afirma en su denuncia que la primera vez que acudió a urgencias fue porque "los agentes me trasladaron inconsciente" -después de ser arrestado-. Un dato que corrobora uno de los partes que incluye recomendaciones para pacientes con un “traumatismo craneoencefálico”, como permanecer vigilado por si sufría vómitos o alteraciones de la visión. Todo ello, debido a que el día 13 y el 14 tuvo que regresar al hospital: “Varón de 15 años que acude por cervicalgia y mareo, tipo inestabilidad, tras agresión física, según refiere durante el día de ayer. Fue valorado hoy por el mismo motivo y por dolor en pie derecho. Presenta abrasión superficial temporal izquierda, así como eritema y equimosis en cara lateral derecha del cuello”.
Tales lesiones contrastan con el parte que aporta el agente de la Policía Local que redujo al adolescente con su porra y que acudió al médico de la mutua: "Manifiesta que ayer, durante un forcejeo en una detención, siente dolor en la muñeca y en el hombro derecho, desconoce si ha sido al agarrarle él mismo o al intentar inmovilizarle. Acude por dolor en muñeca derecha, principalmente, y por dolor en el hombro derecho. Diagnóstico: tenosinovitis en muñeca”.
El menor de edad reducido a golpes fue arrestado por estos delitos: “Atentado a agente de la autoridad y resistencia y desobediencia”. No robó nada en el supermercado como dio a entender el Ayuntamiento de Murcia en la primera versión que ofreció a EL ESPAÑOL, tras publicar que habían denunciado a un policía por una agresión racista. Así avaló la Concejalía de Seguridad Ciudadana la intervención policial: "Se realizó una actuación por parte de Policía Local, ante un aviso por un robo con violencia en un establecimiento del Barrio de La Flota, requeridos por un cliente que avisó de que la empleada estaba siendo amenazada por un chico para robar".
Pero lo cierto es que en la comparecencia de los propios policías locales aportan el testimonio de una empleada del Family Express y la mujer explica que intentó echar del local al adolescente porque iba borracho: "Cuando me encontraba en el supermercado ha entrado un joven árabe y al verlo con síntomas de embriaguez, le he pedido repetidamente, por favor, que se marchara, haciendo caso omiso este joven para decirme con voz desafiante y agresiva: “Es que te voy a robar”. Luego se abalanzó hacia mi, produciéndose un forcejeo con intenciones de querer tirarme al suelo, momento en el que un joven salió en mi defensa".
El citado joven era otro menor de edad que acabó peleándose con el chico de 15 años y que fue la tangana que se encontraron los dos policías locales, nada más llegar a la puerta de este súper, situado en la avenida Juan de Borbón de la capital del Segura.

Una patrulla de la Policía Local en un servicio nocturno en Murcia.
Los agentes reconocen en su comparecencia una de las afirmaciones que el menor de edad expone en su denuncia donde asegura que perdió el conocimiento, tras ser agredido e insultado al grito de "moro de mierda", al negarse a identificarse: “El detenido, presenta síntomas de embriaguez, solicitando una ambulancia asistencial con base en Monteagudo para su traslado al Hospital Reina Sofía para su valoración y asistencia, toda vez que se encuentra inconsciente y no se puede localizar a ninguna persona responsable, tutor o padres que conozcan el alcance de los hechos”.
Desde el minuto uno hacen constar ante la Policía Nacional que han actuado siguiendo el principio básico de congruencia, oportunidad y proporcionalidad: "Cabe destacar que durante toda la intervención, los agentes han actuado en estricta observancia de los principios de legalidad, proporcionalidad, necesidad, congruencia y oportunidad, intentando por todos los medios evitar el uso de la fuerza".
"Solo ante la imposibilidad material de controlar la situación, por vía verbal, y debido al comportamiento agresivo, hostil y peligroso del menor encausado y de los amigos, ha sido necesaria su contención física y posterior detención para preservar la seguridad de los intervinientes y la del propio menor". “Por todo lo anterior, se procede a la detención del menor, siendo informado in situ de los derechos que le asisten como detenido en virtud del artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, siendo trasladado a las dependencias de la Comisaría de El Carmen”.
Justo aquí se produce el segundo hecho controvertido de esta intervención policial que deja en fuera de juego al Ayuntamiento de Murcia, ya que Seguridad Ciudadana aseguró que "en todo momento se dio parte de la detención a la Fiscalía de Menores", sin embargo, en la documentación entregada al juzgado por la Policía Judicial se desmiente esa afirmación.
La detención policial está fechada “el día 12 de abril de 2025, a las diez de la noche, en la avenida Juan de Borbón” y no se informó a la Fiscalía de Menores hasta las "cinco de la madrugada" del día 13. Transcurrieron siete horas en las que un menor, de solo 15 años, permaneció custodiado por agentes o dentro de un calabozo sin comunicar nada al órgano responsable de velar por el interés superior de cualquier menor de edad, garantizando que se respeten todos sus derechos.