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Javier Gutiérrez es uno de los actores más contrastados del panorama español, con dos premios Goya (Mejor interpretación masculina protagonista en 2014 por La isla mínima y en 2017 por El autor) y varias nominaciones, además otros numerosos galardones.

Aunque nació en Luanco (Asturias), su familia se fue a Ferrol cuando tenía solo un año. Cuando cumplió la mayoría de edad, Gutiérrez se trasladó a Madrid en busca de su sueño de ser actor: "Recuerdo que mi madre me dejó un dinero con la idea de que se lo devolviese. Quería que volviese rápido a casa, ella no concebía la idea de que su hijo fuese actor, que me pudiera ganar la vida así. Mi habitación estuvo intacta durante cinco, siete u ocho años", le contó a Pablo Motos en una de sus últimas visitas a El Hormiguero.

Durante toda su carrera ha compaginado el cine con la televisión, participando en series tan conocidas como Aída, Los Serrano, Águila Roja, Estoy vivo, Vergüenza, Reyes de la noche, El caso Asunta o la que acaba de estrenar en Movistar Plus+, La vida breve, donde da vida a Felipe V, padre de Luis I, el monarca más desconocido y con el reinado más breve de la historia de España: permaneció en el trono 229 días, desde el 15 de enero de 1724 hasta su muerte el 31 de agosto de ese mismo año.

Javier Gutiérrez en Hotel Real.

Javier Gutiérrez en Hotel Real.

Además, está inmerso en la grabación de la primera temporada de la serie La Agencia, ficción que estrenará este año Telecinco sobre una agencia de representación de actores. Junto a Gutiérrez, completan el reparto caras tan conocidas como Marta Hazas, Manuela Velasco, Fiorella Fantoyano o Carlos Bardem, entre otros.

El intérprete ha charlado con EL ESPAÑOL sobre todas las curiosidades de esta nueva serie, desde el vestuario a las localizaciones, poniendo en valor la comedia, no tan valorada como otros géneros como el drama o el thriller, y también sus sueños infantiles, que no tenían nada que ver con la interpretación.

Su vocación

Aunque lleva muchos años en el mundo del teatro, el cine y la televisión, a Javier Gutiérrez no se le pasó por la cabeza cuando era pequeño ser actor, él tenía otros sueños: “Quería ser tres cosas: detective privado, futbolista y misionero”, afirma.

Al final, el mundo del fútbol, el religioso y el detectivesco perdieron la ‘batalla’ con la interpretación, pero gracias a ella, Gutiérrez ha podido dar vida a personajes relacionados con esas profesiones.

Incluso tiene un papel recurrente en la película de El Hormiguero que el programa de Pablo Motos estrena cada temporada, donde el actor interpreta al agente del FBI Harry Harrison. "La gente no lo sabe, pero tú, cuando vienes, siempre participas en la película de la temporada siguiente, donde salen muchos de los invitados del año", afirmó el valenciano en una visita del artista al programa. "Siempre haces el mismo personaje, el detective Harry Harrison porque a ti te fascina el mundo de los detectives y en una ocasión hiciste un curso por correspondencia", desveló Motos mientras el intérprete confirmaba el dato.

Pregunta: ¿Por qué quería ser futbolista, misionero o detective?

Respuesta: ¿Qué niño no quiere ser futbolista de mayor? Por lo menos la gran mayoría. Lo de misionero fue porque yo iba al colegio La Salle y cada vez que venían los hermanos de las misiones nos ponían películas de lo que hacían. Me gustaba su trabajo en las misiones en África o en América Latina. Y también me apasionaba el mundo de los detectives, la investigación...

P: ¿Se arrepiente de no haber realizado alguno de esos trabajos?

R: Gracias a mi profesión, menos de futbolista (hizo de entrenador de baloncesto en la película Campeones), he podido interpretar personajes de detective y religioso, por eso me decanté por la interpretación. Gracias a este trabajo he podido viajar mucho, como hacían los misioneros, e hice de cura en una serie de la televisión de Galicia que se llamaba Hospital Real, al lado de Pedro Alonso, unos diez años antes de que pegara el petardazo con La Casa de Papel.

P: ¿Cómo se lidia con los momentos de éxito, pero también los de fracaso?

R: Intentando ser práctico, restándole importancia a los momentos en los que estás trabajando en un proyecto, ya sea de televisión, cine o teatro; como tampoco cuando no llegan y tienen un parón de trabajo. Los actores nos movemos en un fino alambre, es un trabajo casi de equilibristas. A la gente que empieza siempre le digo que esto es una carrera de fondo, como me dijeron a mí al principio los grandes. Este es un oficio de dientes de sierra donde hoy está arriba y mañana estás abajo y, muchas veces, no depende de uno, sino de la suerte, el momento. Lo que sí es cierto es que siempre hay que estar preparado porque en esta profesión, a la vuelta de la esquina, puede saltar la sorpresa.

Siempre pongo el ejemplo de David Janer cuando estaba conmigo en Águila Roja. Él, antes de fichar por la serie, estaba trabajando en el ayuntamiento de su pueblo pintando calles, creo recordar. Pero hico tres o cuatro pruebas para la serie de RTVE y estuvo durante ocho años como protagonista de una ficción donde nos veían entre seis y siete millones de espectadores.

Javier Gutiérrez.

Javier Gutiérrez. Fabian Morassut

P: ¿Cómo se define como intérprete?

R: Soy un actor de perfil bajo, quiero decir, que creo que soy muy consciente de que esto es un trabajo en equipo y que el hecho de que tú seas la cara o una pieza importante de la cadena no te hace más ni menos que nadie. Entonces en ese sentido yo creo que el ego lo tengo bastante bien colocado. Sí es cierto, los actores somos material inflamable y depende del día, muchas veces la responsabilidad y el nivel de exigencia que uno mismo se impone si eres el protagonista, hace que des la espalda un proyecto, por lo que hay días mejores y días peores, pero hay que saber lidiar con los temperamentos y con los egos.

P: ¿Qué le diría a ese Javier que empezaba en el mundo de la interpretación? ¿Qué consejo le daría con su visión actual de todo lo vivido?

R: A ese Javier que llegó a Madrid con 18 años con muchas ganas de dedicarse a esto le diría que siguiera intentándolo, aunque eran otros tiempos y tenía una visión más idealizada o romántica del oficio. Para mí el éxito no es ser protagonista de una serie, ni pasearme por las alfombras rojas, el éxito consistía y sigue consistiendo en hacer teatro. En aquella época trabajé en una compañía y llevar el espectáculo por toda España, ya fuera por pueblos o ciudades, acercar la cultura a cualquier rincón de nuestro país... Es que sigo teniendo esa visión idealizada y romántica del oficio, desde que llegué a Madrid con 18 años y debuté como profesional a los 23. En todo ese tiempo no me he bajado del escenario a pesar de mucha tele y mucho cine que haga, sigo teniendo muy presente el teatro porque me he educado en el teatro, porque me considero un actor de teatro por encima del cine y la televisión.

A aquel Javier joven o que empezaba le diría que ha cogido el camino correcto, que todas las personas que comienzan o quieren comenzar en este mundo no tienen que perder de vista el escenario porque subirse a las tablas es algo que te da experiencia, conocimiento, te enriquece como actor y que te coloca en otro lugar, sin desdeñar absolutamente para nada el mundo del cine y la televisión, que la cámara también es otra fuente de conocimiento. Nunca he denostado el mundo de la televisión, creo que es un lugar fantástico para trabajar, para probar, para entrenar… Me encanta hacer televisión y desde el principio lo he compaginado con el teatro.

'Adicto' a los sellos

Como comenta Gutiérrez, desde que comenzó su labor como actor, no se ha bajado del escenario, por lo que su tiempo libre es muy limitado: “Cuando no estoy trabajando me gusta mucho descansar. Creo que tengo que aprender a hacerlo porque el ritmo de vida que llevo es muy intenso. Me da la sensación que cuando tengo un día libre y no hago nada, como que lo desaprovecho, y en ese sentido tengo que educarme y entender que por descansar, por estar un día sin hacer nada, sin ningún tema pendiente, sin ninguna cosa que hacer porque no pasa nada”, reconoce.

Y es que atrás quedó su pasión de coleccionar sellos en su juventud: “De pequeño sí que lo hacía, pero con el paso de los años lo abandoné y ahora no tengo ninguna colección curiosa por casa”, afirma.

Los seis capítulos de La vida breve ya están disponibles en Movistar Plus+ para que los abonados de la plataforma puedan verlos de uno en uno o hacer un maratón verlos seguidos, ya que el consumo de series ha cambiado mucho desde que Gutiérrez estaba, por ejemplo, en Águila Roja, al actual. “Creo que la pandemia aceleró mucho el consumo y la forma de consumir ficción ha cambiado radicalmente. La tele en abierto sigue existiendo, pero es una forma de consumir televisión, sobre todo entre los jóvenes, que casi está desapareciendo, predominando la cultura de TikTok de vídeos breves. Los visionados de series o de películas no tienen nada que ver como se hacían hace unos pocos años”, apunta.

P: ¿Qué le supone, como actor, que una serie se pueda ver al completo y no sea retirada de la emisión por falta de audiencia?

R: Que se emita en una plataforma tiene de positivo que, pase lo que pase, se podrá ver toda la temporada al completo, que tu trabajo se va a poder ver íntegramente, que en caso de la televisión en abierto, si no iba bien en audiencia, la retiraban de parrilla. Con lo cual, creo que los actores lo que tenemos que hacer es trabajar y quitarnos de la cabeza ese yugo de la audiencia porque ya no existe, obviamente, y mucho menos el de la espada de Damocles de que tu trabajo pueda quedar relegado a un cajón. Por otro lado, lo que han traído las plataformas es que ya no está esa espera del capítulo semana tras semana, sino que se puede ver de una forma seguida. Aunque a mí no me gusta que sea de una forma compulsiva.

Nuevas series

La vida breve llegó al catálogo de Movistar Plus + a mediados de febrero. Esta ficción de época, cargada de humor e irreverencia, recrea los sorprendentes acontecimientos que tuvieron lugar durante el reinado más corto de la historia de España con el monarca más desconocido: Luis I, hijo de Felipe V. El reparto de la ficción producida por Zeta Studios está encabezado Leonor Watling, que da vida a Isabel de Farnesio; Javier Gutiérrez, como Felipe V; Carlos Scholz, como Luis I; y Alicia Armenteros, como Luisa de Orleans, la esposa del rey.

Además, el actor está concluyendo el rodaje de la serie La Agencia, que transcurre en Rebecca Talent, una de las agencias de representación artística más importantes del país, donde los cuatro agentes -Gabi (Javier Gutiérrez), Andrea (Manuela Velasco), Matías (Carlos Bardem) y Maribel (Fiorella Faltoyano)-, junto a sus asistentes y los artistas que por allí desfilan cada día, generan un universo único, competitivo y excitante, pero difícil de compaginar con sus complicadas circunstancias personales y familiares.

P: ¿Cómo ha sido dar vida a ese padre enajenado como es Felipe V?

R: Es que ese enajenamiento viene de una grieta que lo acompaña desde que lo expulsan, o quizá antes, pero sobre todo desde que lo expulsan de una patada en el culo del paraíso que es Versalles y lo colocan en España, un país del que no sabe el idioma ni conoce absolutamente nada. A Felipe V le toca el marrón de tener que reinar un país que desconoce totalmente. Con lo cual eso ahonda todavía más en esa melancolía, en esa soledad y en esa enfermedad mental que ya se ve en su primera etapa como rey y también en la segunda, con la muerte de Luis I, que es de lo que va la serie, de ese breve reinado de su hijo. La vida breve se trata de una serie que ahonda en la comedia a través de esa historia tan desconocida para muchos españoles como es el reinado más corto de un rey en nuestro país. Y sí, hemos intentado dotar de cierto dramatismo a la historia y buscar el motivo de por qué este hombre estaba tan enajenado.

Javier Gutiérrez en la serie 'La vida breve'

Javier Gutiérrez en la serie 'La vida breve'

P: ¿Cómo se ha documentado para el papel?

R: A pesar de ser una época muy desconocida para la historia de España, hay mucha documentación de aquellos años. Curiosamente, hay mucho escrito y claro, como actor eso es una auténtica maravilla porque no solo entra en juego la imaginación del intérprete, sino que puedes trabajar a través de la documentación que hay y con todo el rigor que se le presupone a los historiadores, y si a eso le sumas las líneas que están escritas por parte de los guionistas, es maravilloso.

P: ¿Cómo se ha visto con el vestuario de época?

R: Es muy grotesco cuando uno se ve desde fuera con ese pelucón, esos zapatones y esos ropajes del siglo XVII. Pero claro, cuando te colocan en medio de cualquier paraje de patrimonio nacional, cualquier palacio, cualquier jardín de la época, pues uno trata de empastar lo mejor posible para no afectar mucho al paisaje o a la foto (risas).

P: Respecto a La Agencia: ¿Cuáles han sido tus sensaciones durante el rodaje?

R: Muy buenas. Es que los guiones están muy bien, el reparto es excepcional... Además, las estrellas invitadas le añaden un plus mucho más interesante para el espectador, más atractivo. La Agencia se nutre del espíritu de la serie francesa, pero, obviamente, tiene nuestro ADN, una naturaleza más española, donde tiene mucho más valor y más peso la comedia.

P: La versión francesa dura 30 minutos y la versión española, casi 70...

R: Es un shock desde el punto de vista de la producción y también como actor una temporada entera de 13 capítulos de 70 minutos cada uno. Me apetecía mucho volver a hacer una serie como esta, donde el gran reto es mantener la atención del espectador. Esperamos que ellos se lo pasen tan bien como nos lo estamos pasando nosotros.

P: ¿La labor del representante es tan importante?

R: Si porque siempre trabaja un poco como en la sombra, son muy necesarios. Ellos hacen de padre, de madre, de amigo, de confidente, dan la cara, intentar cuidar al actor y que no muestre su peor versión... porque, evidentemente, como decían antes, los actores somos material inflamable y pasamos por momentos muy delicados en una producción.