Sheila Gómez, compañera de María Belén Cortés, durante la concentración de hoy para denunciar su asesinato.
Los compañeros en Badajoz de la trabajadora social asesinada denuncian desprotección: "Sale muy barato matar"
Han insistido en la necesidad de reformar la Ley del Menor para rebajar la edad penal, argumentando "cada vez los menores están más agresivos".
Más información: Belén Cortés, la educadora social asesinada en Badajoz por tres menores, fue golpeada y asfixiada con un cinturón.
Más de medio centenar de trabajadores de centros de menores y pisos tutelados se han concentrado este lunes en Badajoz para exigir mejoras en sus condiciones laborales y mayor seguridad en sus centros de trabajo. La protesta se produce tras el asesinato de la educadora social Belén Cortés Flor en un piso tutelado de la capital pacense, un crimen que ha conmocionado al sector y ha desatado una ola de indignación entre los profesionales que trabajan con menores en situación de vulnerabilidad.
La manifestación ha contado con la presencia de representantes sindicales, que han respaldado las peticiones de los empleados. Entre las principales reivindicaciones se encuentran el aumento del personal en los centros, la instalación de sistemas de videovigilancia y la presencia de vigilantes de seguridad, medidas que consideran esenciales para garantizar su integridad física mientras desempeñan su labor.
Sheila Gómez, trabajadora social en el Centro de Menores Marcelo Nessi de Badajoz, fue una de las voces más contundentes durante la protesta. "Estamos todos consternados ante tal situación. Llevo meses reivindicando con manifestaciones desde el centro que cada vez los menores son más agresivos y pedimos que estemos más protegidos, que haya más medidas de seguridad, más personal para el centro, porque así no podemos trabajar", expresó ante los medios.
Vídeo | Tres menores acaban con la vida de una educadora social de un piso tutelado en Badajoz
Gómez insistió en que el problema de la inseguridad en estos centros no es nuevo y que la tragedia de Belén Cortés era un desenlace que muchos temían. "Lo sentimos muchísimo por nuestra compañera, porque ellos sí que están totalmente desamparados y desprotegidos. No tienen vigilantes, no tienen cámaras de seguridad y al final ha pasado lo que tanto estábamos temiendo", lamentó.
Ley del menor
Durante la protesta, los manifestantes han insistido en la necesidad de reformar la Ley del Menor para rebajar la edad penal. Argumentan que los adolescentes de 16 años son plenamente conscientes de sus actos y que el acceso a la información en Internet ha cambiado su mentalidad, haciéndolos más calculadores.
"Se tiene que revisar la edad. Menores con 16 años son más que conscientes debido al cambio que ha habido estos años de aquí para atrás en el acceso a Internet y en los medios. Ellos tienen otra mentalidad. Son mayores, tienen más conocimiento de lo que está bien y de lo que está mal", explicó Gómez.
"No puede ser. Es muy barato. Matar es muy barato, les sale muy barato y no hay consecuencias. Así que, por favor, pedimos que nos escuchen. Que el gobierno tome medidas ante esta situación", añadió con firmeza.El clima de inseguridad en los centros de menores ha sido un tema recurrente en los últimos años, pero la muerte de Belén Cortés ha evidenciado las carencias estructurales del sistema.
Manifestación por la Educadora social asesinada en un piso tutelado por tres menores, en la calle Castillo de Benquerencia de la urbanización Guadiana.
Los profesionales denuncian que las condiciones en las que trabajan los educadores sociales los dejan en una situación de extrema vulnerabilidad. "No podemos manejarlos. Necesitamos más apoyo y más seguridad", advirtió otra de las manifestantes, al término de la compareciencia de Sheila Gómez.
Los manifestantes exigen una reunión urgente con las autoridades para abordar medidas concretas que refuercen la seguridad en los centros de menores y eviten que se repita un suceso como el ocurrido en Badajoz. "Esto no puede quedar así. Necesitamos respuestas y soluciones", han concluido. A su vez, han advertido que, si no se toman medidas inmediatas, continuarán con sus movilizaciones y estudiarán la posibilidad de convocar paros en los centros como medida de presión.
El caso de Belén Cortés ha abierto una grieta en el sistema de protección de menores en España. Las protestas de los trabajadores ponen de manifiesto la difícil realidad a la que se enfrentan cada día y la necesidad urgente de revisar los protocolos de seguridad para garantizar su protección. La incógnita ahora es si el gobierno responderá a estas demandas o si el clamor de los educadores quedará, una vez más, en el olvido.