
A la izquierda, el nuevo obispo. A la derecha, las monjas con sus perros en una imagen de archivo.
La nueva vida en Asturias de las monjas de Belorado: cambian a otro obispo cismático, abren un restaurante y criarán perros
Las beatas pretenden adiestrar a canes para que sirvan "a mujeres maltratadas o la formación de perros guía para colectivos desfavorecidos".
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Las monjas de Belorado ya están en Asturias viviendo su nueva vida. En concreto, son tres las que ya se han trasladado a territorio asturiano: Sor Sión, la madrileña conocida entre ellas como monja instagramer, Sor Alma, teóloga navarra, y Sor Miriam, la repostera valenciana al mando de los fogones. Las beatas han cambiado de comunidad para emprender una vida lejos del convento y comenzar en el negocio de la hostelería: quieren poner en marcha el primer "restaurante de clausura".
Las monjas se han trasladado porque "necesitan dinero". Pero, además, según Francisco Canals, su jefe de prensa, lo hacen porque "son emprendedoras, llevan el gen de la emprendeduría en la sangre, emprenden casi sin darse cuenta, les sale solo, necesitan estar activas, ocupadas, inquietas, esta es una forma de no quedarse estancadas, de luchar ante la adversidad, sentirse vivas".
El hotel, llamado La Ribera del Chicu, le saldrá a las monjas por 1.600 euros al mes. Han elegido este negocio de carretera situado en el municipio de Arriondas por una sencilla razón: ya tenía las licencias pertinentes para poder abrir. Allí tendrán, además, hospedaje. 8 habitaciones que no alquilarán, sino que serán para ellas y para recibir la visita de algún familiar. Igualmente, en una de ellas han instalado una pequeña capilla.
Allí ha oficiado su primera misa el nuevo obispo de las Clarisas de Belorado. Rafael Cloquell, que sustituye "de manera temporal", según el gabinete de prensa de las monjas, al obispo Da Silva.
El nuevo obispo
Las clarisas de Belorado han cambiado de obispo por enésima vez. Una vez abandonaron a los católicos y a Pablo Rojas, el exbarman que regía en la Unión Pía Sant Pauli, llegó el mencionado obispo sedevacantista Rodrigo Henrique Ribeiro Da Silva: trumpista, de extrema derecha y negacionista, entre otras.
Ahora es Rafael Cloquell el que está al frente de las clarisas de Belorado. Según ha informado la congregación religiosa en una nota, el nuevo obispo es valenciano y fue ordenado como tal "con el voto de tres comunidades". "Durante muchos años desarrolló su labor en Alemania y sirvió a centros tradicionalistas", expusieron las beatas en una nota de prensa días atrás.
De hecho, "el nuevo obispo de Belorado fue ordenado conjuntamente por el obispo Hesson (norteamericano) y el doctor Oravec (jesuita de la Iglesia del Silencio) en la capilla de Kals Rue, en Alemania, en 1996".
Le catalogan como "un misionero". "Administra sacramentos, confirmaciones y si hace falta ordenar a alguien para ser sacerdote", exponen en la nota.
Según Francisco Canals, "estos sacerdotes y obispos son temporales". "Ayudan a las monjas en las misas diarias, son figuras que van y vienen y colaboran con las religiosas en su actividad religiosa. Se confirma que Monseñor Cloquell ya ha realizado la primera misa en una pequeña capilla que se ha instalado en el Restaurante de Clausura".
Primer Restaurante de Clausura
Tal y como se ha explicado, las monjas clarisas de Belorado se encuentran a gusto en Asturias. Por el momento, vivirán en clausura en la zona alta del hotel, mientras que en la baja utilizarán sus conocimientos culinarios para ofrecer platos tradicionales en su nuevo negocio.
Las monjas, a través de su gabinete de prensa, denuncian que en Belorado "se han impuesto restricciones que afectan profundamente a su vida. Se les han bloqueado las cuentas y la representación legal de sus actividades de subsistencia básica, impidiendo su capacidad de emprender y aportar a la sociedad. Estas limitaciones restringen su creatividad y obstaculizan cualquier posibilidad de progreso".
Por eso están más contentas en Asturias, donde no tienen problemas vecinales. En Belorado, esgrimen, "se les ha denegado la licencia de núcleo zoológico, a pesar de que, desde siempre, las monjas han criado y cuidado animales como perros, cerditos y pollitos, una actividad completamente normal durante siglos en conventos y monasterios españoles".
De hecho, será otro de los negocios que tratarán de emprender las clarisas en Asturias: el núcleo zoológico. "Las monjas Clarisas tienen diversos proyectos relacionados con la cría y el entrenamiento de perros para mujeres maltratadas o la formación de perros guía para colectivos desfavorecidos, entre otros".
Las monjas de clausura, que han rechazado en varias ocasiones hablar con EL ESPAÑOL y responden a través de su jefe de prensa, han denunciado que se les "ha impedido participar en eventos culinarios de carácter divulgativo, se les han intervenido las cuentas bancarias y han sido demandadas judicialmente".
"Durante los últimos meses han sido objeto de todo tipo de campañas negativas, difusión de bulos y rumores, campañas de denigración y ataques reputacionales", difunde Francisco Canals, que también apunta que "no se les ha dejado facturar ni vender, boicotenado su capacidad para seguir elaborando chocolates, limitando así su creatividad y tradición culinaria".
Por el momento, las monjas ya disfrutan de su nueva vida a la espera de abrir su restaurante cuanto antes en Asturias. De hecho, Francisco Canals ya les ha advertido que lo hagan cuanto antes, "si no el sistema las va a boicotear". ¿Cuándo abrirá este restaurante? Nadie sabe, aunque Canals lo tiene claro: "Si puede ser dentro de 10 días, mejor".