Adán Sánchez, el primero de los hombres contra la amnistía de Pedro Sánchez, este martes en el Congreso.

Adán Sánchez, "el primero de los hombres contra la amnistía" de Pedro Sánchez, este martes en el Congreso. E.E.

Reportajes LA AMNISTÍA QUE VIENE

Adán, el funerario contra la amnistía encadenado en el Congreso: "Me comí 8 magdalenas y lo que dure"

Apela al presidente castellanomanchego Emiliano García-Page: "Si sus diputados votasen que no, pues no saldría". 

8 noviembre, 2023 19:05

Adán Sánchez es el último perro verde llegado a Madrid. Las manifestaciones en Ferraz han despixelado a muchos tuiteros que acampan en los suburbios de la red, ideólogos que menudean con una indignación adictiva, pero él no es así. Al "primero de los hombres contra la amnistía de Pedro Sánchez" no le mueve la violencia. Su lucha es pacífica. Y simple: se siente estafado por el presidente del Gobierno.

El concepto acuñado por Jesús Quintero encaja a la perfección con este toledano de 28 años, trabajador en una empresa de pompas fúnebres. Un puñado de certezas le bastaron para llegar al Congreso; y un arrebato, para emprender una huelga de hambre. Un vaso de leche y ocho magdalenas "grandes" es lo último que se echó al cuerpo antes de salir de Toledo el martes. "Eso, ya está... y lo que dure", se resigna. Adán va en serio: un paquete de Lucky Strike es lo más masticable de su mochila.

"Hay que defender España, pero de forma pacífica, yo no voy a una manifestación a destrozar inmobiliario [sic]", argumenta. El toledano anima a todos los españoles a sumarse a su lucha. Por ahora, ya lo han hecho tres vagabundos de la zona con los que mantiene una eterna e interesante conversación. Las disgresiones son interrumpidas por un grupo de manifestantes propalestinos. La Plaza de las Cortes es el Operación Triunfo de las reivindicaciones.

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"Me vine en el autobús de las 8:30 de la mañana y me encadené [señala el árbol que sostiene su enfado] sobre las 10:30; desde la Plaza Elíptica cogí un metro hasta aquí", cuenta Sánchez mientras los palestinos repican de fondo. "Me han insultado, me han llamado loco y me han sacado el dedo, pero yo no les hago caso", acepta la protesta que compite con su lucha.

Adán Sánchez se trajo los cartones preparados en la maleta. "Huelga de hambre", "no amnistía" y "que te vote Txapote" son los tres lemas que sujetan la acampada. "Estoy cansado ya, estoy harto de que haya una persona que se quiera saltar la Constitución", dice sobre el candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez. "Para España quiero lo mejor", defiende.

Adán Sánchez, el toledano que se ha encadenado a un árbol frente al Congreso para protestar contra la amnistía.

Adán Sánchez, el toledano que se ha encadenado a un árbol frente al Congreso para protestar contra la amnistía. E.E.

Por eso apela al presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, el barón socialista más crítico con los acuerdos del Gobierno con los independentistas. "Page está en contra de lo que está haciendo Sánchez: si los diputados socialistas de Castilla-La Mancha votasen que no, pues no saldría", anima a sus paisanos a votar en conciencia.

"Si hubiese dicho en la campaña electoral que iba a pactar con los etarras y los separatistas y que iba a dejar venir a Puigdemont, hubiésemos visto quién lo hubiera votado", se indigna. 

Periodistas y ciudadanos se acercan a ver cómo está Adán, un hombre con el que se empatiza rápido se esté o no de acuerdo, tan inocente es su lucha. También se preocupa por él una pareja de policías. Comparado con lo aguantado estos días, tratan al Lech Walesa toledano de una manera amabilísima.

—¿Qué? ¿Huelga de hambre?— preguntan los agentes como si de algo rutinario se tratase.

—Sí, ya sabéis, nada más que Energy y agua— les cuenta su dieta.

Adán le proporciona a la autoridad los datos por tercera vez en dos días. Ayer, cuando las hordas más emprendedoras de la marcha en Ferraz se quedaron en el umbral de la Carrera de San Jerónimo, un antidisturbios se le acercó con una porra. "Le dije que tenía permiso para quedarme, y me dejó tranquilo", se congratula. "Hay que ser pacífico, no hace falta liarla", insiste.

El manifestante se desvincula de cualquier organización política. Simplemente, ciñe su enfado a lo hecho por Sánchez. "¡Que lo lo hubiera dicho!", repite.

—¿Qué te dice tu familia sobre esto?

—Algunos que estoy loco, que a ver si voy a enfermar y que me vaya ya para allá... Pero a otros le parece bien.