Norbert Feher, conocido como Igor El Ruso, custodiado por dos agentes para acudir a declarar tras ser detenido.

Norbert Feher, conocido como Igor El Ruso, custodiado por dos agentes para acudir a declarar tras ser detenido.

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Igor el ruso ya es "el preso más peligroso": 6 cárceles, agresiones y carne sin hueso para que no mate

Condenado a prisión permanente revisable, desde 2017 ha pasado por Zuera (Aragón) A Lama (Pontevedra), Dueñas (Palencia) Estremera y Valdemoro (Madrid) y desde esta semana se encuentra en La Ribera (Huelva).

20 mayo, 2023 03:10

A España llegó Norbert Feher en bicicleta desde Italia en septiembre de 2017. Atravesó Francia, estuvo en Valencia y luego recaló en Andorra (Teruel). Allí mató a sangre fría a un ganadero y a dos guardias civiles, y se hizo conocido por una de las 23 identidades falsas que ha usado a lo largo de su carrera delictiva: Igor el Ruso. Condenado a prisión permanente revisable en 2021, 6 años después de su detención esta semana ha atravesado España, desde la prisión de Valdemoro hasta la de La Ribera (Huelva) custodiado por un fuerte dispositivo de seguridad de agentes de la Benemérita.

El transporte entre penitenciarías ha sido en conducción extraordinaria, dada la peligrosidad del reo. Tras la muerte en 2019 de Fabrizio Joao Silva Ribeiro, Norbert Feher, o Igor el Ruso, se ha convertido por méritos propios en el preso más peligroso de España

El pasado mes de febrero cumplió 43 años. Exmilitar serbio de origen húngaro, nació en la antigua Yugoslavia y combatió en el bando ruso en la Guerra de Chechenia en el cuerpo de Operaciones Especiales. Lo poco que se sabe de su vida lo ha contado él mismo, bien ante el juez o a compañeros de celda en Italia, donde fue condenado por varios robos con violencia y no estaba en aislamiento.

Una imagen policial de Igor El Ruso cuando fue detenido en 2017.

Una imagen policial de Igor El Ruso cuando fue detenido en 2017.

Al quedar en libertad, eludió una orden de expulsión gracias a sus identidades falsas. Y poco antes de subirse a aquella bicicleta que le trajo a España a pura pedalada, mató a dos personas. En Italia, ni un dispositivo policial de 150 agentes por turno fue capaz de detenerlo.

"Por su formación militar tiene mucha capacidad de hacer daño. Y hace deporte, con lo que está bien físicamente. Eso, unido a sus conocimientos para dañar, hace que con poca cosa que haga sea muy efectivo", cuenta a este periódico una fuente del sindicato CSIF en Instituciones Penitenciarias. 

Fue precisamente su formación en técnicas de combate y supervivencia la que determinó que su detención, tras los asesinatos que cometió, se prolongara durante ocho horas angustiosas. Y la que motiva también su elevada peligrosidad, aunque esté privado de libertad.

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Es un preso calificado como de Primer Grado, al estar condenado por delitos muy graves. De acuerdo con el artículo 91.3 del Reglamento Penitenciario, un interno de Primer Grado tiene que estar integrado en el F.I.E.S. (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) o que también sea considerado como de Primer Grado por haber acometido alguna alteración, altercado o agresión y demás clasificaciones catalogadas como muy graves dentro de prisión.

Igor el Ruso se ha ganado a pulso su calificación y por partida doble. Primero, por los asesinatos cometidos; segundo, por las dos agresiones a varios funcionarios en las prisiones de Dueñas, en abril de 2021, y Estremera, este pasado mes de marzo. En Dueñas (Palencia) usó un hacha hecha con azulejos con las que atacó e hirió a cinco funcionarios.

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En Estremera (Madrid III) convirtió los azulejos en dos puñales con calcetines en la empuñadura y se fabricó un tercero con un hueso que guardó de una de las comidas. Se había revestido por dentro de la ropa con papel de periódico, haciéndose una especie de armadura, y atacó a 8 funcionarios. 

En su primer juicio en Teruel, declarando tras una mampara de cristal.

En su primer juicio en Teruel, declarando tras una mampara de cristal. Efe

En ambos casos aprovechó el marco de las salidas previstas para declarar ante el juez. En Dueñas, como en Estremera, se negó a salir de la celda, obligando a los funcionarios a entrar a por él para engrilletarlo. Es entonces cuando perpetra las agresiones. Siempre muestra un desprecio absoluto hacia ellos. Porque matarlos, les espetó a gritos en Dueñas, "le sale gratis".  

En seis años, Igor el Ruso ha pasado por seis centros penitenciarios: Zuera (Aragón) A Lama (Pontevedra), Dueñas (Palencia) Estremera y Valdemoro (Madrid) y por último, La Ribera, en Huelva. Siempre, en módulos de aislamiento. Absolutamente solo en la galería.

"Que cambie tanto de centro penitenciario es una práctica generalizada con este tipo de internos", explica la misma fuente a El ESPAÑOL. "Se le traslada cada cierto tiempo precisamente para evitar posibles incidentes. Porque aprende rutinas que pueden ser debilidades. Además, Igor el Ruso está desequilibrado. Es un psicópata. También se le traslada para evitar que le coja manía a algún trabajador". 

En la prisión de Valdemoro estuvo únicamente el pasado fin de semana: fue una estancia 'en tránsito'. No obstante, entre los funcionarios cundió la alarma. Igor El Ruso es el interno que ningún funcionario de prisiones querría tener bajo su responsabilidad. Pasó el fin de semana custodiado y vigilado por tres trabajadores de Instituciones Penitenciarias sin causar ningún incidente. Rehusó bajar al patio el número de las horas que le corresponden, según precisan fuentes sindicales.

El viaje a Huelva

Su traslado hasta Huelva se adelantó un día. Viajó el martes en lugar del miércoles, y lo hizo solo en un furgón y fuertemente escoltado por otros dos vehículos. "En conducción reforzada", matiza a EL ESPAÑOL una fuente del instituto armado de toda solvencia y bien conocedora de cómo son los traslados de internos entre centros, al hospital o a declarar al juzgado. ¿La duración del viaje? "Unas seis horas. Quizá algo menos. Probablemente los compañeros no hayan ni parado. Con lo que llevaban detrás, como para parar". 

En Huelva lleva desde el pasado martes en el módulo de aislamiento. Dado su historial, ya hace tiempo que en los módulos en los que permanece no hay azulejos y la carne de almuerzos y cenas se le da completamente deshuesada. El uso de huesos, afilados posteriormente y usados como arma punzante es de los más difíciles de detectar, e Igor lo sabe: puede ser portada a escondidas sin que salte la alarma del arco de seguridad.   

En la prisión de A Lama (Pontevedra) no agredió a ningún funcionario, pero cada traslado, para declarar ante el juez, suponía una enorme movilización de efectivos. Y en Huelva, lo que temen es que propicie situaciones que obliguen a que se le efectúe un traslado. Fuentes sindicales del CSIF en La Ribera indican a El ESPAÑOL que en las últimas semanas el centro penitenciario onubense se encuentra al cien por cien de capacidad "por varios traslados realizados en las últimas semanas". Una de las mayores preocupaciones del personal funcionario es "el elevado número de internos peligrosos" que han recalado en el centro.  Igor el Ruso ha sido la puntilla. 

"Ha protagonizado numerosos incidentes en los centros en los que ha estado, y nos preocupa sobremanera. Sabemos que la Dirección está en ello y va a intentar poner todos los medios, tanto humanos como materiales, para que esta situación se palíe". No obstante, "tenemos preocupación por la falta de personal, sobre todo en el área sanitaria". En La Ribera hay seis puestos de médicos vacantes y sin cubrir. "Esto dificulta poder prestar una atención adecuada, y aumenta considerablemente las salidas de internos hacia centros hospitalarios". Las salidas: precisamente, las que aprovecha Igor el Ruso para agredir a funcionarios.