Vecinos de Pozoblanco (Córdoba) llenando garrafas de agua potable de los camiones cisterna.

Vecinos de Pozoblanco (Córdoba) llenando garrafas de agua potable de los camiones cisterna. EFE

Reportajes REPORTAJES

Más de 40 pueblos de Córdoba ya viven sin agua potable: temen un verano infernal si no llueve

El trasvase de emergencia por la sequía se hizo a un embalse con agua no apta para el consumo y desde hace 15 días el suministro de potable se hace con camiones.

3 mayo, 2023 02:52

Están afectados 43 núcleos de población: veinticuatro municipios y diecinueve aldeas. En total, unas 72.000 personas, que desde hace 15 días reciben diariamente 360.000 litros de agua potable en camiones cisterna. Cinco litros por persona y día. Está ocurriendo al norte de la provincia de Córdoba, en las comarcas de Los Pedroches y Alto Guadiato. Se debe a la sequía, pero no solo. Porque en Córdoba norte hay tres grandes pantanos: Sierra Boyera con 41 hectómetros cúbicos de capacidad; Puente Nuevo con 286 hectómetros; y La Colada, con 58 hectómetros cúbicos. Hasta marzo de este año, ninguno estaba conectado entre sí. 

Desde el 9 de abril, Domingo de Resurrección, el pantano de Sierra Boyera, del que dependían estos 43 pueblos, ya no tiene agua. Para entonces hacía ya casi un mes que estaba funcionando el trasvase desde el embalse de La Colada, dentro de unas obras de emergencia adjudicadas en agosto de 2022 en previsión de una sequía que un año después está causando estragos. 

A instancias de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, y adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el trasvase costó 4.198.880 euros y hubo que expropiar unos 4.000 metros de terreno rústico. Hasta que llegaron esas obras, el embalse solo servía como zona de baño.

[¿Hasta cuándo durará la pertinaz sequía en España? Esto es lo que afirman los meteorólogos]

Pero el 17 de abril, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía decretó que el agua que salía por los grifos de esos 72.000 vecinos no era apta para el consumo, debido a sus niveles de carbono orgánico total (COT). Sin potabilizar,  el agua alcanzaba niveles de COT elevados (34). 

Potabilizándola, Emproacsa, la empresa pública de aguas de la provincia de Córdoba logró rebajar el nivel, pero no lo suficiente para alcanzar el límite permitido. Está tan contaminada que la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) no puede, con sus medios actuales, recuperarla.

Lo que sale del grifo tiene color amarillo y sirve para la limpieza del hogar o para el aseo personal, pero no sirve ni para beber, cocinar o para preparar o lavar alimentos. 

Fuentes de la Consejería detallan a EL ESPAÑOL que el 1 de julio de 2022 la Junta tuvo que prohibir el baño en ese embalse tras un estudio de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que reveló la existencia de bacterias en el agua. Por entonces, la Colada no tenía aún las conducciones para el trasvase, que se adjudicarían casi dos meses después.

[Andalucía activa un Plan SOS para afrontar la sequía hasta 2027 con 4.000 millones de euros]

De 2019 a 2022, la CHG abrió ocho expedientes sancionadores por vertidos a la cuenca que nutre este embalse.

Había restos de plaguicidas y cianobacterias de vertidos de explotaciones agroganaderas, pero también de aguas residuales sin depurar. En 2022, un estudio de la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa) encontró también en el agua altos niveles de arsénico. 

El embalse de La Boyera, agotado desde el pasado 9 de abril por la sequía.

El embalse de La Boyera, agotado desde el pasado 9 de abril por la sequía. EFE

Además de La Colada, y dentro de la urgencia, había otra opción para hacer el trasvase: el embalse de Puente Nuevo, unas obras competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir pero desechada por el Gobierno el pasado año dentro del decreto de sequía aprobado en marzo de 2022. El de Puente Nuevo, que se encuentra actualmente al 12% de capacidad y que solo suministra a dos municipios, requería unas obras que habrían durado mucho más que las de La Colada. Es decir, que los 72.000 vecinos se habrían quedado sin agua antes de que estuviera listo un trasvase hacia un embalse que se habría agotado, si no llueve, este mismo verano.

Demanda

El proyecto del trasvase de Puente Nuevo es una histórica demanda en la cuenca desde al menos 1994, cuando aun no se había construido La Boyera, cuyas obras finalizaron en 2009. En 2001, el trasvase de Puente Nuevo fue incluido en el Plan Hidrológico Nacional, que fue derogado. 

El pasado año, debido a la sequía, se rescató del cajón, pero ya era tarde: 14 meses de obras y una inversión de 18 millones de euros frente a los 4,1 de La Boyera hicieron que el trasvase elegido por el Gobierno, extraordinario y urgente, fuera el que finalmente suministra agua a Córdoba Norte: el de un embalse que se encuentra al 65% de su capacidad, aunque el agua no sea potable. 

Un camión cistena, suministrando agua en uno de los municipios afectados.

Un camión cistena, suministrando agua en uno de los municipios afectados. EP

Desde hace 15 días, por tanto, la  imagen de las cisternas de agua en las plazas y calles de las localidades de Los Pedroches y el Alto Guadiato se está haciendo habitual. Los primeros días los supermercados agotaron el agua embotellada, si bien la situación doméstica se ha ido normalizando. No así en los establecimientos de hostelería, donde el agua que sale del grifo no es apta para ser utilizada en los procesos continuos que requiere la actividad: ni para lavar los alimentos, ni para cocinar ni para preparar los cafés. 

Las cisternas tiene una capacidad de 25.000 litros, y atienden diariamente a unas 900 personas que acuden a rellenar sus garrafas a los puntos y horarios establecidos en cada pueblo. También se está haciendo un reparto para personas mayores y empresas, sobre todo de hostelería, a través de Protección Civil. 

Blas, del Bar Mercado, en Pozoblanco, cuenta a este periódico que "lo tenemos que hacer todo con el agua del camión cisterna: desde los cafés a lavar. Así llevamos dos semanas, y de momento no tiene visos de que se arregle la situación a corto plazo. Solo podemos esperar que llueva". 

La situación es tal que por primera vez alcaldes de la zona, la Junta de Andalucía, la Diputación y el Gobierno central han coincidido en que, además de llover, la solución definitiva es la construcción del enlace entre el embalse de Puente Nuevo y Sierra Boyera: 14 meses de obras y 18 millones de euros de inversión. A corto y medio plazo, la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba trabaja en conseguir potabilizar el agua, con un tratamiento de ozono, que logre rebajar los dos puntos de Carbono Orgánico Total para que pueda ser consumida.