Kate y Gerry McCann sostienen un cartel con el rostro de la pequeña Madeleine, desaparecida en el Algarve portugués en mayo de 2007

Kate y Gerry McCann sostienen un cartel con el rostro de la pequeña Madeleine, desaparecida en el Algarve portugués en mayo de 2007

Reportajes

La reacción de los padres de Madeleine McCann tras conocer la prueba de ADN de Julia Faustyna

La joven polaca, de 21 años, aseguró ser hija de Kate y Gerry McCann, los padres de la niña desaparecida en 2007 en Portugal.

6 abril, 2023 18:18

Julia Faustyna Wendell no es la hija de Kate y Gerry McCann. La joven polaca, de 21 años, aseguraba ser Madeleine McCann, la niña de tres años y medio que desapareció sin dejar rastro el 3 de mayo de 2007 en el Algarve portugués. A través de una médium e investigadora privada estadounidense de origen iraní llamada Fia Johansson, su portavoz oficial, Faustyna trató de convencer tanto a los McCann como a la opinión pública de que ella era en realidad la pequeña Maddie. Tras la polémica declaración, en pocos días ganó más de un millón de seguidores en Instagram y su nombre saltó a los titulares de cientos de medios de comunicación.

Sin embargo, la trápala duró bastante poco. Faltó que la Policía Metropolitana de Londres no diese credibilidad a estas declaraciones, que el programa de Dr. Phil la sometiese en directo a varios interrogatorios en los que desveló no estar del todo segura de ser Madeleine McCann y que, finalmente, se hiciese una prueba de ADN para desvelar sus orígenes genéticos, para que su teoría quedara completamente desmontada. Los resultados son concluyentes, y tal y como indicó la propia representante de Faustyna, su ascendencia es "cien por cien polaca, con un pequeño porcentaje de lituana y rusa", lo que descarta su conexión con cualquier tipo de "raíz alemana o británica".

"Julia tenía todas las marcas de nacimiento de Madeleine McCann [se refiere, principalmente, a una malformación en el iris], por lo que creo que es una forma que tienen Dios y el universo de señalarnos el camino para acercarnos a la verdad de quién abusó de ella, exponerlo, y conectarlo con el caso de McCann", exclamó la vidente Johansson al diario Radar Online, tratando de conectar el caso de su cliente, que fue presuntamente violada cuando era una niña, con una suerte de inspiración divina.

La principal hipótesis es que Madeleine McCann pudo haber sido raptada y asesinada por el pederasta alemán Christian Brueckner, hoy convicto por otros crímenes. Pero Faustyna también confesó haber "vivido una vida muy dura" y "sufrido muchos traumas". "Mi abusador era un pedófilo alemán que fue sospechoso en la investigación de Madeleine McCann", dijo en su cuenta de TikTok, sin aportar ninguna prueba.

Los padres de Madeleine McCann, extenuados de participar del espectáculo mediático, se mantuvieron escépticos ante las revelaciones de Faustyna, por lo que no quisieron hacer declaraciones. Además, pocos días después de la noticia, la familia de adopción de la joven polaca salió a la palestra para asegurar que Julia no es Madeleine McCann y que podría padecer problemas mentales. Su familia original aseguró que es su "hija, nieta, hermana, sobrina, prima e hijastra" y que además tenían "recuerdos y fotos [...] porque se las llevó de la casa familiar junto con su partida de nacimiento, y numerosas altas hospitalarias".

Tal y como explicó EL ESPAÑOL tras salir a la luz el resultado del test de ADN de Julia Faustyna, el bombo mediático se desinfló según fueron apareciendo familiares cada vez más cercanos a la joven para desacreditarla. Conforme avanzaba la investigación de su historia, se desestimaron todas sus versiones y, al verse acorralada, admitió que cabía la posibilidad de que no fuera Madeleine. Sin embargo, sí defendió que le "habían ocurrido cosas muy graves" durante su infancia, lo que le habría llegado a pensar que podía tener algún tipo de vínculo sanguíneo con los McCann.

La respuesta de la familia

Una vez quedó desmontada la teoría de Julia Faustyna Wendell, primero mediante las declaraciones de la familia y, después, tras el test genético que descarta sus orígenes británicos, Kate y Gerry McCann se limitaron a expresar, a través del portavoz de la familia, que "no hay nada que informar en este momento y, si lo hay, vendrá de la Policía Metropolitana". Por lo demás, silencio absoluto.

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Sin embargo, el revuelo mediático parece haber echado leña a una hoguera que estaba a punto de extinguirse. El Ministerio de Interior de Reino Unido ha confirmado que se invertirán más fondos en la investigación policial sobre la desaparición de la joven Maddie, y según el exeditor de The Sun, Kelvin MacKenzie, esto hace presuponer que las autoridades "están cada vez más cerca de descubrir" quién está detrás de la desaparición de McCann.

El caso de la pequeña Madeleine causó conmoción internacional tanto por los pormenores de su misteriosa desaparición como por el escrutinio público al que fueron sometidos sus progenitores por parte de la prensa sensacionalista británica, así como por las numerosas teorías de la conspiración que se erigieron en torno al suceso. Muchos tabloides incluso tuvieron que indemnizar a la pareja por especular sobre su posible implicación en la desapareción de Maddie.