Teodoro García Egea y su nueva vida en Londres y París: asesora a empresas y llama a diario a Casado

Ha pasado más de un año desde que emprendiera un éxodo de la cosa pública, una vez amainado el Katrina madrileño que voló a Pablo Casado de la dirección nacional del PP, aunque sólo haga una semana desde que abandonara su acta en el Congreso. "Recogí el despacho en 24 horas y con eso recogí todo", zanja en una breve conversación con EL ESPAÑOL. García Egea siempre trató de enterrar las reminiscencias de lo que pudo ser y no pudo, una condición recordada con española frecuencia en aquellos personajes encasillados.

El pasado viernes, 17 de marzo, terminó de pasar página. Las últimas llamadas para acotar el timing de una decisión ya tomada, la presentación del libro Criptoeconomía junto al ex ministro y editor Manuel Pimentel, la convocatoria de una última rueda de prensa, los tan americanos agradecimientos a la mujer y los hijos, los kilómetros andados al teléfono, los whatsapps sin contestar.

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"Alberto [Núñez Feijóo] lo sabía desde hacía una semana y media o dos semanas. Fui a verlo y eso se mantuvo en secreto hasta el día en que hablé. Sólo lo sabían Feijóo y mi mujer", desvela el ex secretario general popular sobre la cordial conversación, de algo más de una hora, que mantuvo con el líder del partido en la planta séptima de Génova 13. Hablaron del futuro de España y de política, claro, pero también de una "revolución tecnológica" que asegura no querer perderse.

Es esa personalidad dinámica la que explica, a juicio de otro ex dirigente casadista consultado, un duelo mucho menos doloroso que el vivido por Casado. Sólo ahora, pasado el año de la pugna perdida contra Isabel Díaz Ayuso, remonta el vuelo. Sin periodistas, sin fotógrafos y sin alcachofas que atender Casado y García Egea se siguen mensajeando y llamando a diario. 

Teodoro García Egea y Pablo Casado, en noviembre de 2019. Eduardo Parra EP

"Pablo es un tipo más sentimental, por decirlo de alguna manera, al que se le ha destrozado su proyecto de vida; y Teo, que tiene más calle, no esperaba ser secretario general y lo fue. No abandonó nunca, además, su vocación empresarial y su conexión con el mundillo económico", explica el compañero citado. "Nota a Casado bien, feliz, entero y completamente centrado en sus historias: hablan de esto como del pasado", desgranan otras fuentes cercanas a García Egea.

La desconexión política y Juan Costa

Todo está contado sobre aquellas escaramuzas orgánicas que cambiaron el novio en la tarta del PP y que destapó toda una geografía sentimental soterrada. La salida de García Egea del Congreso, sin embargo, supone la marcha del líder moral de ese grupo de diputados y diputadas vinculados a cierta nostalgia triunfal.

La relacion sigue existiendo con todos ellos: con Antonio González Terol, con Ana Beltrán, con Alberto Casero, con Vicente Betoret, con José Ángel Alonso. También con Cuca Gamarra, su sustituta como número dos del partido y con quien, ocasionalmente, se sigue telefoneando habida cuenta de que nadie mejor que García Egea y Casero conocen el grueso del aparato territorial, por ellos diseñado.

Un conocimiento de la tramoya que también ha repartido en almuerzos con Miguel Tellado, vicesecretario de Organización; con Elías Bendodo, coordinador general; o con el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, como desveló este periódico, el mismo día y a la misma hora que Casado y Feijóo compartieron mantel.

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Pero han sido la criptoeconomía y el blockchain sus grandes obsesiones estos últimos meses. Esa agenda internacional que viene de ensanchar en Londres este mismo viernes, frecuentes sus viajes a la capital británica y francesa. "Francia e Inglaterra están compitiendo por convertirse en el hub de empresas blockchain en el mundo", sigue la fuente cercana al ex diputado,"y Teo tiene muy buenas relaciones dentro del gobierno francés, que está impulsando mucho esta tecnología". "También Rishi Sunak [primer ministro británico], cuando era ministro de Economía, fue uno de los impulsores del sector crypto en Inglaterra", explica.

García Egea, entre otras conferencias, participó en septiembre de 2022 en el Paris Blockchain Week, evento de referencia en el sector, tras un ministro francés. El ex secretario general del PP atisba en el momento tecnológico actual posibilidades como las ofrecidas tras la eclosión de Internet hace 30 años. El hecho que explica la existencia de empresas como Google, Amazon o Facebook. 

Teodoro García Egea durante la presentación de su libro, el pasado viernes, 17 de marzo, pocas horas antes de abandonar la política. Eduardo Parra EP

"Teo está convencido de que la revolución tecnológica blockchain va a generar compañías de una altísima valoración", aseguran las fuentes consultadas, "por eso está empezando a colaborar con algunas compañías que desarrollan su actividad en el entorno global de la blockchain". ¿Y montará su propia empresa? "Tiene posibilidades y es una de las cosas que está explorando", cuentan.

García Egea ha vertido en su libro —del que ya ha vendido la primera edición: unos 1.500 ejemplares— todo lo aprendido en una primera fase de formación que arranca mucho antes de ese junio de 2018 en el que, tras convencer a Casado con un Excel en el Retiro de que podría liderar el partido, "el Big Data ganó a la cuenta de la vieja". 

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Lo cuenta Juan Costa, ex ministro de Ciencia e íntimo amigo del murciano, en el prólogo de su libro: "Entré en El Rincón de José, un restaurante bastante popular cercano al Congreso de los Diputados. Hicimos las presentaciones y allí conocí a Teodoro García Egea. Recuerdo aquella cena muy bien. Hablamos de la crisis financiera, pero también de otros temas, como ecología, tecnología, sostenibilidad y blockchain".

Sucedió en otoño de 2012 y marcó un punto de inflexión para un diputado de 28 años que "sentó sobre aquellas conversaciones" recurrentes todo un imaginario de conocimientos en el que acabaría volcándose. El ex secretario general del PP ve en Costa, experto en sostenibilidad y cambio climático emancipado de la política institucional, además, un ejemplo pionero al que seguir.

Reivindica su legado territorial

Pese a su actividad internacional, García Egea y su familia no se mudarán de Madrid. "Todos los fines de semana nos vamos a Murcia o a la montaña porque, para mí, que los niños crezcan en un entorno de naturaleza y en contacto con los abuelos es muy importante", asegura el ex dirigente popular. "Nos vamos a la playa o a Murcia ciudad. Una vida un poco más tranquila pero, sinceramente, veo un reto casi mayor hoy en el sector que el que tenía yo hasta hace poco entre manos como secretario general".

La bancada popular aplaude a Pablo Casado tras intervenir en el Congreso, en noviembre de 2021. Eduardo Parra EP

Una etapa que, si bien terminó convertida en un circo público tras una desastrosa gestión del partido en Madrid, jamás atornillado el liderazgo interno y externo de un Casado ciclotímico con Vox y aquejado de unas malísimas resacas electorales, le genera a García Egea ciertas satisfacciones íntimas.

El ex secretario general, aseguran fuentes de su entorno, presume de liderar una renovación territorial exitosa en un momento crítico para la formación. También un sistema de pactos electorales que fagocitó a Ciudadanos. Pasado más de un año y suturadas ciertas heridas y miedos reputacionales, el presidente murciano, Fernando López Miras, agradeció "su trabajo por la Región" y lo alabó personalmente.

Uno de los ex dirigentes casadistas consultados es más explícito y pone encima de la mesa algunas negritas: "Teo puso en Sevilla a un candidato [José Luis Sanz] que le costó una pelea con Juanma y con el que ahora está todo el mundo encantado. Lo mismo en Extremadura: pusimos a María Guardiola, Monago se cabreó con él y ahora todo el mundo encantado con ella. Igual con Carlos Mazón. Y en Baleares con Marga Prohens, por cuyo nombramiento Biel Company dejó de hablarle". 

La conversación, decíamos, es corta. Teodoro García Egea no tiene ganas de meterse en fregados, de conceder entrevistas, así que la moción de censura de Ramón Tamames es un asunto lo suficientemente blanco como para preguntarle, tan estrecho el abanico. Una carcajada precede a un lamento: "La pena es que el resto de países están trabajando en la computación cuántica, en la inteligencia artificial y en la criptoeconomía y nosotros estamos en la moción de Tamames: ese es el drama".