Ivana.

Ivana.

Reportajes

Ivana le ha ganado a su ex 200.000 € por cuidar a sus hijos cuando él trabajaba: "Me tenía anulada"

Ella estuvo realizando trabajos domésticos mientras su exmarido se dedicaba a "amasar" dinero. 

9 marzo, 2023 02:55

Ivana Moral no ha parado de recibir llamadas desde que se hizo pública una sentencia única: su ex marido deberá pagarle 200.000 euros como indemnización por el trabajo doméstico realizado durante 25 años de matrimonio. La cuantía se ha calculado según el salario mínimo interprofesional vigente en cada uno de esos años y supone un antes y un después en nuestro país.

Pero, aunque la sentencia saliera publicada esta semana, Ivana lleva inmersa en este proceso cinco “difíciles años”, tal y como relata a EL ESPAÑOL desde su casa en Vélez-Málaga. Después de 25 años de lo que ella relata como “un abuso en todos los sentidos”, decidió dejar la casa común para mudarse a esta localidad de Málaga con sus dos hijas e iniciar el proceso de divorcio. Es entonces cuando acude a la abogada y se da cuenta de que puede reclamar el trabajo realizado no solo en el hogar, sino en el negocio del que era su marido.

“Era un desconocimiento total, cuando Marta (su abogada) me informa, se me abren los ojos como platos. Pensé que de perdidos al río, yo estaba muy mal, por debajo de la tierra, así que puestos a luchar, le dije que íbamos para adelante”. Y así fue, no sin antes intentar llegar a un acuerdo económico con el que fue su pareja, quien no quiso aceptar a pesar de que se barajaron cifras “mucho más conformistas” para Ivana, tal y como ella nos confirma.

Ivana.

Ivana.

La anulación durante la relación

Ivana se casó enamorada de un empresario que lideraba una cadena de gimnasios. Su pasión por el deporte le hizo trasladarle a su futuro marido el deseo de acompañarle en esa andadura, algo que cumplió hasta el último día. Eso sí, sin una retribución económica como trabajadora. “Se dio por hecho desde el principio que mi rol estaba bastante diferenciado cuando no teníamos a las niñas. Yo seguí apoyándolo porque no te imaginas este desenlace, pero cuando ves el proceso donde lo ponía todo a su nombre, y todo lo que percibíamos era para él, empecé a insistir en que la cosa no estaba equilibrada. Él se niega a que sea así, lo alarga, lo justifica, me hace dudar… Y al final lo dejas pasar o lo obvias porque no te imaginas que te vas a quedar sin nada”.

Admite haber estado totalmente "anulada", bloqueada y sin autoestima, a pesar de dar “el 200% como otras tantas mujeres”. Hasta que llegó el día en que decide ponerle fin a todo aquello ante el shock de su exmarido. “Toda persona tiene un punto límite y en ese momento se dio así, cuando vas soportando tanta injusticia, ves tanto desequilibrio y cuando no procede tirarse por un balcón, dices que se acabó, hasta aquí hemos llegado. Y como era un abuso tan radical, de alguna forma me salió el arrojo y la fuerza que en realidad había tenido siempre pero que había dejado atrás porque la mente te da malas pasadas y esto me tenía mermada. Pero llegó el día que se abrió el cielo”. Para Ivana, aquel momento de presentar la demanda fue la oportunidad de por fin posicionarse y ponerse en valor, con una serie de pruebas que pudo demostrar “muy potentes”.

A la espera de la reclamación

Moral tiene dos hijas que han sido su apoyo fundamental. Lejos de posicionarse en contra de ella por su lucha, han sido las que le han animado a seguir con la misma. “Han vivido muy estresadas todo el proceso, con miedo a la reacción del padre. Pero son fuertes y valientes, es muy gratificante haberlas tenido como apoyo. Realmente esto lo he hecho por ellas, que son lo que más quiero en el mundo”.

Ivana.

Ivana.

El resto de su familia, sus amigos y el haber recibido orientación psicológica del Instituto de la Mujer y otras entidades han sido fundamentales para su recuperación en este tiempo. También valora la posición de su abogada, a la que define como un “una persona fuerte que sabe leyes”.

El futuro pasa por seguir creciendo

Para Ivana la sentencia es más que una victoria económica: el valor moral es incalculable. Pero sabe que su ex pareja va a recurrir porque él mismo le ha informado de ello: “Me avisó pero tampoco me sorprende porque en todo este proceso he visto cómo ha ido actuando. Además, estoy bastante tranquila porque lo que yo quería es que un juez, alguien que sabe de leyes, reconociera esta situación y yo, habiendo podido acreditar mi derecho, se pusiera en conocimiento”. A los de la justicia, y a los públicos, porque la sentencia de Ivana, además de llegar en la semana del día de la mujer, marca un antes y un después por la alta cuantía que se impone.

Precisamente, atiende a EL ESPAÑOL entre entrevista y entrevista, admitiendo que está abrumada por la situación y que no se imaginaba tal acogida, a pesar de que tiene claro por qué sigue respondiendo a los medios. “A ojos públicos lo hago para que toda persona que esté pasando por esta situación que, en general, somos en mayor medida las mujeres, también pueda saber a qué derecho atenerse. Es una razón de peso para decir adelante, que hay que lanzar un grito”.

A pesar de estar a la espera de que su exmarido recurra la sentencia, a Ivana se le nota feliz y muy tranquila, algo que nos confirma ella misma: “Quiero aprovechar al máximo mi oportunidad de vida. Yo tenía desde siempre espíritu de empresaria, quería ser una persona con capacidades en cultura, capaz de ampliar mi intelecto, de poder sociabilizar. Eso es lo que pretendo, aunque se que es una pena haber perdido tanto tiempo, porque son 25 años y eso no es poco”.

Cuando salió de la casa común, se sacó la ESO para adultos y estudió Nutrición, además de ganarse la vida limpiando casas o cuidando de personas mayores. Cinco años después, se lleva grandes lecciones y una victoria, “que no solo es la cuantía”, repite en varias ocasiones, sino “el balón de oxígeno y el colchón que supone haber llegado hasta aquí. La oportunidad digna que se me da como reconocimiento para poder decir que ahora voy a por todas”.