Carlos de la Parra, este miércoles, en su ático en el distrito madrileño de Carabanchel, mostrando las cinco denuncias que ha presentado contra sus vecinos ante la Policía Nacional.

Carlos de la Parra, este miércoles, en su ático en el distrito madrileño de Carabanchel, mostrando las cinco denuncias que ha presentado contra sus vecinos ante la Policía Nacional. Cedida

Reportajes

A Carlos de la Parra lo monitoriza su vecino y le hackea la casa con amenazas: "Te mato calvo"

El abogado Eduardo Muñoz Simó reclama al juzgado que perite el móvil de su cliente: "Es víctima de acoso, amenazas graves, coacciones e injurias".

23 febrero, 2023 02:13

En casa de Carlos se echan a temblar cuando Siri comienza a hablar por alguno de sus móviles iPhone porque una veces les amenaza de muerte y en otras ocasiones les insulta gravemente. "Cada vez que escucho su voz se me ponen los pelos de punta", tal y como admite el cabeza de familia, mientras concede una entrevista a EL ESPAÑOL para denunciar públicamente que a diario sufren el -presunto- bullying cibernético de sus vecinos. "Tienen un nivel técnico inaudito: nunca he visto este tipo de acoso. Es un hackeo continuo", subraya con amargura Carlos de la Parra.

Puede sonar a broma, incluso parecer una historia alocada con tintes frikis, pero es tan real como las cinco denuncias que este empleado de banca ha presentado ante la Policía Nacional, donde expone que desde julio de 2022 es víctima del hackeo que su vecino ha realizado a sus dispositivos tecnológicos y electrodomésticos. "Empezaron encendiendo y apagando de manera remota, los tres altavoces con bluetooth que tenemos en la cocina, el aseo y el salón", según relata Carlos, de 55 años. "La música sonaba por la mañana, en la siesta o por la noche cuando ya estábamos durmiendo".

El tema que casi siempre se escuchaba a todo volumen era 'La bamba'. "Nos machaban con la misma canción". Pasado un tiempo, los tres altavoces con bluetooth comenzaron a retransmitir mensajes muy desagradables que resonaban por todo el ático que tiene esta familia en el distrito madrileño de Carabanchel. "Primero fue música, luego pasaron a los insultos y las amenazas y en agosto empezaron con los móviles porque bajé todos los altavoces al trastero".

Carlos ha documentado la supuesta oleada de ciberataques que sufren los electrodomésticos y móviles de su familia. De hecho, aporta a este diario capturas de pantalla y vídeos en los que se aprecia cómo se enciende por arte de magia la vitrocerámica o se baja un plomo del cuadro eléctrico. "Su ataque estrella es cortarnos la luz: suben y bajan los plomos de manera remota. A diario, hacen saltar las dos fases, dejando sin electricidad toda la casa, por eso sujeto con cinta americana los diferenciales".

Hackeo vecinal

Esta vulneración de la seguridad de los móviles de Carlos, de su esposa, Conchi, y de su hijo, de 13 años, viene expuesta en la primera denuncia que el cabeza de familia presentó en la Comisaría de Carabanchel: "Desde el día 10 de julio de 2022, me percaté de que se conectaba música en los altavoces de mi domicilio, vía bluetooth, sin ser ninguno de los integrantes de mi familia, y desconozco cómo puede suceder esto".

"Recientemente, aparte de la conexión vía bluetooth a los altavoces de mi casa, personas desconocidas también se han conectado a otros dispositivos, como la televisión y los móviles. Incluso nos han interrumpido la conexión wifi, con el consiguiente perjuicio para mí y para mi mujer ya que ambos teletrabajamos. Denunciamos estos hechos porque además de ver vulnerada nuestra intimidad, también hemos recibido amenazas que provienen de la persona que se conecta a nuestros dispositivos, vía bluetooth, y con voz distorsionada, para evitar que lo reconozcamos mientras profiere amenazas tales como: 'Os voy a matar' o 'te voy a destrozar la vida'".

"A mi hijo, mientras escuchaba música, también se le interrumpió la conexión y escuchó: 'Hijo de puta te vamos a matar'. Además, desde que sufro estos hechos, recibo numerosas llamadas desde un número oculto sin que responda nadie. Puesto que la conexión remota a nuestros dispositivos se hace por bluetooth, sospecho de que se puede tratar de alguno de los vecinos que residen en la vivienda contigua".

En el domicilio de esta familia nada funciona como tendría que hacerlo, ni tan siquiera Siri: la famosa asistente personal de cualquier dispositivo Apple. "Mis vecinos se conectan desde su casa a nuestros móviles para lanzar amenazas a través de Google translate y con la voz de Siri". Prueba de ello es el contenido de la denuncia que presentó Conchi ante la Policía Nacional y donde alertó de que no tenían intimidad alguna.

"Mi vecino ha conseguido hackear mi teléfono, el de mi marido y el de mi hijo. Gracias a eso, mi vecino está realizando acciones en los móviles como descargar y borrar aplicaciones de todos los miembros de la familia. Se ha suscrito a una web de contenido pornográfico. Por medio de la agenda, ha conseguido el teléfono de mi suegra, realizándole llamadas donde la insulta y la amenaza".

Una de las amenazas recibidas por la familia de Carlos a través del traductor de Google.

Una de las amenazas recibidas por la familia de Carlos a través del traductor de Google. Cedida

"Y por medio de la cámara y de los altavoces de los móviles, observa y escucha la intimidad de mi familia, porque en varias ocasiones nos ha manifestado por el altavoz de los teléfonos esto: 'Me gustó mucho la obra de teatro que viste ayer'. 'Esa camiseta roja que llevas me encanta'. 'Bonita música lleváis en el coche, hoy, la vieja va a flipar' (...)". Todo ello lleva a Conchi a confesar a los agentes que está asustada: "Tengo miedo porque los casos de acoso y contra nuestra intimidad van a más. Temo que puedan publicar vídeos o fotos tanto mías, como de mi marido o de mi hijo, en distintas webs, así como de que puedan realizar pagos o compras a través del teléfono o que se puedan dar situaciones más complicadas para mi intimidad o mi patrimonio".

Lo cierto es que no andaba muy desencaminada en sus pronósticos esta empleada de una compañía de seguros, de 47 años. En varias ocasiones, sus vecinos, supuestamente han suplantado la identidad de los tres miembros de esta familia para meterles en problemas serios.

La cuenta que Conchi tiene en Wallapop la utilizaron presuntamente para ofrecerle 100 euros más a un particular que tenía a la venta un grupo electrógeno, por 400 euros. Por suerte, este hombre les llamó para pedirles su dirección para llevarles el equipo a su ático de Carabanchel y la mujer le pudo aclarar que le habían hackeado su perfil en esta plataforma de productos de segunda mano.

A Carlos le suplantaron en el chat de Microsoft Teams de su compañía bancaria, para enviarle un mensaje insultante a una compañera. "No me pasó nada porque en mi trabajo son conscientes de la situación que estoy viviendo, chequearon mi portátil y comprobaron que se hizo desde un equipo externo", tal y como aclara el propio Carlos. Peor suerte corrió el pequeño de la casa que fue sancionado en su colegio, por descalificar al jefe de estudios con un mensaje que no envió. "Fui al colegio con las denuncias para explicarles lo que pasaba, pero no hubo forma".

- ¿Esta situación es consecuencia de algún encontronazo entre su familia y sus vecinos?

- Carlos de la Parra: No ha habido ningún encontronazo. Simplemente, hace un tiempo golpeaban en la pared en situaciones injustificadas, por ejemplo, a las once de la mañana cuando estaba jugando con mi hijo o porque tenía la costumbre de poner música para ducharme. Pero son las molestias lógicas que puede haber en cualquier piso. Cuando he hablado con ellos dicen que no hay ningún problema. Esto lo hacen por puro deporte. Es un poco el perfil hater de gente que no debe estar muy conforme con su vida y la única manera que tienen de disfrutar es jodiendo a los demás.

- ¿Qué ha pasado con las cinco denuncias que han presentado?

- La Policía Judicial me dice que no pueden hacer nada porque elevan mis denuncias al juzgado para que el juez instruya las diligencias necesarias y la primera debería ser el análisis forense y la peritación de nuestros móviles y de los equipos informáticos que tenemos en casa, pero no lo ordena.

De modo que la convivencia familiar y el teletrabajo en su ático están marcadas por el presunto "hackeo diario" que sufren de sus vecinos. Las pérdidas de señal del rúter se repiten cada día, como los cortes de luz: unas veces cuando están cocinando, otras cuando están haciendo una lavadora o en la ducha, quedándose sin agua caliente. Tampoco faltan las noches en las que se desvelan porque comienzan a sonar las alarmas de los tres teléfonos a la misma vez. Todos los equipos funcionan al revés: en verano, el aire acondicionado congela, y en invierno, la calefacción abrasa.

Captura de mensajes amenazantes enviados al grupo que la familia tiene en Whatsapp.

Captura de mensajes amenazantes enviados al grupo que la familia tiene en Whatsapp. Cedida

"A diario tenemos que formatear los móviles porque nos cambian las claves de acceso o se meten en nuestro WhatsApp para dejar amenazas, insultos…", según enumera Carlos, al tiempo que aporta una captura a EL ESPAÑOL con una retahíla de mensajes que supuestamente dejaron los vecinos en el grupo familiar de WhatsApp a través de su teléfono. 'Hola, cachos de putas. Ojalá os muráis, cabronazos de mierda. Repugnantes. No valéis 'pa na'. El enano está haciendo los deberes mal. Ojalá se muera. Le queda poco. Le voy a echar ácido en la cara y se va a quedar fatal: jajaja. Lo voy a matar a él y a vosotros después. Para que sufráis más: jajaja. Que os follen. Que os vote Txapote'.

El contenido de las capturas de Google translate no es más suave. "Calvo narizón, te tengo un asco increíble, calvo narizón, te tengo un asco increíble, calvo narizón, te tengo un asco increíble…", tal y como repite en bucle un mensaje recibido por la citada aplicación. El hackeo no deja títere con cabeza y no se salva ni el crío. Así lo recoge otra denuncia presentada por Conchi: "Han interferido en mi móvil, a través del traductor de Google, y han amenazado a mi hijo: 'Eres un enano, como te pille por la calle, vas a tener que rezar porque no vas a volver a abrir los ojos'".

Ni que decir tiene que han cambiado varias veces de compañía para el servicio de internet y telefonía, pero no ha servido de nada. Tampoco ayuda sustituir el modelo de móvil por otro o cambiar el número de teléfono. "Los técnicos no saben cómo se nos cae tantas veces el rúter: dicen que sufrimos microcortes electrónicos", según detalla este empleado de banca. "Mi casa no es domótica, así que es alucinante lo que nos están haciendo en prácticamente todos los electrodomésticos".

Carlos sospecha que una de las armas empleadas en estos ciberataques vecinales es Flipper Zero: una herramienta portátil multifunción que puede hackear cosas digitales, protocolos de radio, sistemas de control de acceso, hardware... Entretanto, prosiguen los mensajes desagradables: 'Te mato calvo'.

- ¿Cómo definiría el clima de convivencia en su domicilio familiar?

- Estamos alteradísimos, crispados y tensos. Mi mujer se ha cogido la baja en el trabajo y mi hijo está en tratamiento psicológico. Esto es un infierno.

- ¿Se han planteado mudarse?

- Se me pasa por la cabeza poner a la venta el ático, pero llevamos veinte años viviendo aquí. Además, está bien situado, tiene terraza y no hemos terminado de pagar la hipoteca.

El letrado Eduardo Muñoz Simó.

El letrado Eduardo Muñoz Simó.

La familia ha contratado los servicios del abogado Eduardo Muñoz Simó, para tratar de que sus denuncias prosperen en los juzgados de Madrid porque han sido archivadas. "Necesitamos que la Justicia actúe ya, necesitamos que la Justicia reabra esta causa tan grave y necesitamos el auxilio de la Justicia y de las Fuerzas de Seguridad, no solo porque mis clientes son víctimas de delitos de acoso, amenazas de muerte, coacciones e injurias, sino porque también hay un menor de edad que está en tratamiento psicológico porque es imposible vivir de esta forma", según argumenta el penalista, después de haber presentado un recurso para reactivar el caso.

"Sus vecinos les están torpedeando el día a día", subraya Eduardo Muñoz Simó, al tiempo que enumera los riesgos a los que están expuestos sus clientes. "Con el conocimiento informático y electromagnético que poseen, les han hackeado sus móviles y violan de manera grave su intimidad, viéndoles y escuchándoles a través de la cámara de los teléfonos, hay un grave peligro de que ocurra un cortocircuito porque les suben y bajan a diaro el diferencial del cuadro eléctrico...".

El abogado espera que la causa se reabra con su recurso y se proceda a un peritaje informático de los dispositivos móviles de sus clientes para encontrar cualquier indicio. Carlos vive con el alma en un puño, aguardando a que sus cinco denuncias, como mínimo, se traduzcan en una investigación judicial rigurosa para esclarecer el origen del hackeo que sufre desde hace siete meses: "Estamos aguantando con la esperanza de que nos ayudará la Policía Nacional o la Justicia. La tensión con la que estamos viviendo es infernal. Nos tienen monitorizados".