Antonio Blanco y su nieto Daniel.

Antonio Blanco y su nieto Daniel.

Reportajes

Las sospechas de la familia sobre la muerte del abuelo y el niño: había viales de insulina en el coche

Antonio, diabético y con depresión, murió de "infarto diabético" por hipoglucemia o bajada de azúcar. Una parte de la familia cree que fue accidental y otra, que se suicidó. Una vez lo intentó con una sobredosis de insulina, que causa hipoglucemia. Su nieto sigue muy grave.

10 diciembre, 2022 03:08

Antonio Blanco Gil, de 55 años, enfermo de diabetes y depresión, desapareció de su casa en Manzanilla (Huelva) el miércoles 7 de diciembre llevándose en su coche a su nieto Daniel, de 22 meses. Los encontraron a los dos dentro del vehículo el día siguiente, jueves 8, en coma. El abuelo murió, según ha indicado su familia tras la autopsia, por infarto diabético causado por una hipoglucemia, una bajada grave de azúcar, y el nieto sigue entre la vida y la muerte, con daños cerebrales.

Tras un día y una noche entera encerrado con su abuelo en el coche, sin comer, sin beber, sin abrigo y sin ventilación, el niño sufrió también un coma por hipoglucemia e hipotermia, aparentemente de desnutrición y frío, a lo que se unió la deshidratación y la falta de oxígeno, dice su madre.

A las cinco de la tarde de este viernes 9 de diciembre están celebrando en la iglesia de la Purificación de Manzanilla el funeral por Antonio, antes de incinerar su cuerpo en el crematorio del vecino municipio onubense de Bollullos del Condado; al mismo tiempo, el niño Daniel permanece en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla.

Su madre, María Rodríguez, de 20 años, y su padre, Antonio Blanco, de 21, hijo del difunto abuelo, siguen la evolución del pequeño con gran preocupación pero con esperanza, acompañados por familiares de ella venidos de Almonte (Huelva). Estas horas son decisivas. Daniel está sedado y con respiración asistida; lo bueno es que el corazón le late por sí solo, apunta su madre.

La tragedia ha dividido a la familia del niño sobre lo ocurrido. La madre, el padre y los parientes de ella, reunidos en el hospital de Sevilla, han sospechado desde el primer momento que el abuelo paterno, en tratamiento psicológico, se suicidó de alguna forma tomando una sobredosis de medicamentos, y que al llevarse consigo a su nieto lo puso al borde de la muerte, aunque fuera sin querer. 

La madre del niño Daniel y sus padres, este viernes en la puerta del Hospital Infantil del Virgen del Rocío de Sevilla.

La madre del niño Daniel y sus padres, este viernes en la puerta del Hospital Infantil del Virgen del Rocío de Sevilla. Joaquín Corchero Europa Press

La mujer, la hija, los hermanos y otros parientes del fallecido sostienen sin embargo, apelando a la información inicial sobre la autopsia que le practicaron este viernes en el tanatorio de Huelva y les comunicó el forense, que Antonio no se suicidó ingiriendo pastillas sino que murió, accidentalmente, de un infarto, tras sufrir una bajada grave de azúcar, una hipoglucemia severa, producto de su diabetes, y desvanecerse, mientras estaba en el coche con el nieto. Así lo traslada Fran Moreno, amigo del difunto, a EL ESPAÑOL, precisando que el informe recoge que la causa de la muerte es un "infarto diabético". 

Esta segunda visión de los hechos restaría al abuelo cualquier culpa sobre la salud de su querido nieto, del que era el principal cuidador mientras sus padres trabajaban en la hostelería y en el campo. 

Suicidios en diabéticos

Pero la hipótesis del suicidio sigue sin poder descartarse del todo. Antonio pudo provocarse la muerte, adrede o por error, debido a una sobredosis letal de insulina, el medicamento que se inyectan los diabéticos para controlar el nivel de azúcar. La insulina excesiva causa una caída severa del azúcar, o hipoglucemia, que a su vez provoca confusión, convulsiones y la pérdida del conocimiento. Es el coma diabético que, si no se trata a tiempo, desemboca en la muerte por parada cardiaca. 

El alcalde de Manzanilla, Cristóbal Carrillo, señaló que en el coche, un Skoda Octavia de color negro, encontraron viales de insulina. Y un amigo de Antonio explica a este periódico que había intentado suicidarse dos veces, una de ellas inyectándose una sobredosis de insulina.

El coche en el que Antonio y su nieto fueron hallados en coma, aparcado de nuevo ante su casa en Manzanilla.

El coche en el que Antonio y su nieto fueron hallados en coma, aparcado de nuevo ante su casa en Manzanilla. Eduardo del Campo

La diabetes y la depresión, enfermedades que sufría Antonio, están vinculadas entre sí y con una mayor tasa de suicidios y autolesiones. "Las personas con diabetes de tipo 1 tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de intentar suicidarse. La Organización Mundial de la Salud estima que, por cada muerte por suicidio, hay al menos 20 intentos de suicidio entre las personas con diabetes", dice el portal de noticias médicas Univadis citando una investigación de la doctora Katharine Barnard‑Kelly, responsable del grupo de apoyo Reducción de las Tasas de Suicidio entre las Personas con Diabetes (Reducing Suicide Rates Amongst Individuals with Diabetes, Rescue) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Barnard-Kelly, que ha presentado sus resultados en el encuentro de 2022 de la Asociación Estadounidense de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA), señala el riesgo de que diabéticos con depresión se suiciden o lo intenten con sobredosis de insulina, y alerta de que hay muchos casos que no se identifican, por lo que pide mejorar la atención.

"En un estudio en el que se incluyeron 160 casos de sobredosis de insulina se halló que el 90% de los casos eran suicidas o parasuicidas, y que solo el 5% se había producido de forma accidental", dice el citado artículo, que añade que "los certificados de defunción o los códigos de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) utilizados para notificar las causas de la muerte con frecuencia no son fiables, lo que se suma a la infranotificación del suicidio en la diabetes de tipo 1".

Hipoglucemia del niño

El examen toxicológico al niño ha resultado negativo, ha informado este viernes el hospital a la familia. Ello indica que Antonio no dio pastillas a su nieto. Este periódico ha preguntado al hospital si ese examen toxicológico excluye completamente que el abuelo pudiera haberle inyectado al niño insulina, cuya sobredosis causa hipoglucemia grave. El pequeño Daniel sufría un coma por hipoglucemia cuando lo encontraron, ha dicho la madre, al parecer, por no haber comido en más de 18 horas. El centro sanitario ha respondido que no facilitan esta información.

En declaraciones a los periodistas congregados a la puerta del Hospital Infantil, la madre del niño mostró su malestar por que su suegra no le hubiera informado de la desaparición del abuelo y el nieto hasta pasadas las diez de la noche del miércoles, seis horas o más después de percatarse de su ausencia: "Fui la última en enterarme".

La madre de Daniel, María Rodríguez, habla con los periodistas a la entrada del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla.

La madre de Daniel, María Rodríguez, habla con los periodistas a la entrada del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla. Efe

Solo cuando la avisaron a esa hora de la desaparición, ella y su marido fueron al puesto de la Guardia Civil en Manzanilla a presentar la denuncia, con lo que se perdió un tiempo precioso para iniciar la búsqueda oficial. Los estuvieron buscando toda la madrugada y un cazador los encontró al mediodía del día siguiente, jueves, en un camino entre Villarrasa y Rociana del Condado. 

La cronología y el itinerario de Antonio y su nieto en el coche no está clara del todo -la Policía Judicial de la Guardia Civil de los Juzgados de La Palma del Condado investiga el caso-, pero lo que sí se sabe, por la información que el alcalde de Manzanilla ha recopilado y explicado a este periódico, es que el hombre, un capataz agrícola que estaba de baja médica, fue al centro de salud de Almonte y luego al de La Palma del Condado, sin ingresar, y que conduciendo entre Villarrasa y Rociana, donde su su mujer y su hija trabajan en un almacén de frutas, habría sufrido una crisis, por lo que se habría salido de la carretera hacia el camino donde finalmente lo encontraron.

Mensajes de móvil 

La investigación policial de su teléfono será fundamental para aclarar los hechos. Ha trascendido, según explicó al alcalde, que hacia las seis de la tarde un vecino llamó a Antonio y él respondió, balbuceante, que estaba en el ambulatorio de La Palma del Condado. Fue el último dato sobre su ubicación, ahí se les perdió la pista. A las 2.58 de la madrugada, el concejal Juan Camacho lo llamó, y Antonio lo cogió, pero no dijo nada y colgó. A esa hora, por tanto, estaba vivo.

Una tía materna del niño, Yolanda Castilla, cuenta a este periódico en la puerta del hospital que varios familiares recibieron un mensaje de Whastsapp del abuelo durante su errática ausencia en el que decía simplemente "Os queremos", en plural, lo que han interpretado como una posible despedida antes de suicidarse. Esta idea, añade esta fuente, se apuntala con otros mensajes que, asegura, el abuelo envió a una amiga anunciando que iba a quitarse la vida.

La familia, tanto de la madre como del padre del niño, coinciden en aclarar que no tenían ningún conflicto con el abuelo y que ellos no le dijeron que se iban a separar y que no iba a ver al nieto, desmintiendo así que ese fuera el detonante de una huida suicida, como se creyó en el pueblo al principio. La madre ha precisado que el niño vivía con ella y su marido en Almonte pero que pasaba mucho tiempo con el abuelo en Manzanilla porque la joven pareja está trabajando y además ahora tienen obras en su casa.