El periodista Pablo Motos, presentador de El Hormiguero.

El periodista Pablo Motos, presentador de El Hormiguero. Cedida

Reportajes

El anecdotario de Pablo Motos contado por él: "rutina militar", "pollo" y "llorar" junto a una chica

El presentador desvela algunos aspectos de su vida desconocidos para sus miles de seguidores en conversación con EL ESPAÑOL. 

25 septiembre, 2022 02:24

Cada noche, su programa es el más visto del día y acumula grandes audiencias, pero cuando se apagan las cámaras, Pablo Motos es un hombre sencillo. Le basta con comer "un pollo asado con patatas" o una "paella" para hacer feliz a uno de los presentadores estrella de Atresmedia.

El valenciano ha recibido a grandes estrellas del cine, del deporte o de la música en su plató, pero en esta temporada desea volver a ver a Will Smith y sigue teniendo algunos objetivos que, hasta el momento, se le han escapado, como Brad Pitt o Barack Obama, entre otros.

Pablo Motos charla con EL ESPAÑOL en exclusiva sobre sus facetas más desconocidas. Algunas, ya desveladas en EL ESPAÑOL, como su afición al wakeboard, sus entrenamientos con Jorge Blanco boxeando o su meditación con el método de Joe Dispenza. Pero hay, sin duda, muchas más. 

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Enganchado al deporte por casualidad

No es difícil ver a Pablo Motos subir vídeos a su cuenta de Instagram realizando todo tipo de deportes, pero esta afición al deporte surgió hace 14 años, cuando la revista Men’s Health le propuso ser su portada del número de julio de 2008 mostrando unas trabajadas abdominales. “Mi cambio físico y de rutinas tan importante fue una casualidad. Me ofrecieron hacer la portada de la revista y ahí me enganché”, reconoce el presentador.

Pablo Motos haciendo boxeo.

Pablo Motos haciendo boxeo.

Desde entonces, el deporte es una parte fundamental de su vida junto a la meditación usando, entre otros, el método de Joe Dispenza: “Pablo es muy intenso y físicamente es un torbellino, está en una forma física alucinante para su edad. Es un tío que está muy fuerte de cabeza, aunque esté cansado, sus propias ganas de superación le hacen seguir.

No es porque sea mi amigo, pero es que lo da todo en cada sesión. Tanto le gusta mucho el boxeo que, de hecho, tiene otro entrenador en Madrid cuando yo no estoy, José Luis Serrano Valero”, asegura Jorge Blanco, uno de sus entrenadores de boxeo, que conoció al valenciano a través de otra de sus alumnas, Elsa Pataky.

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—¿Es más duro preparar una nueva temporada de El Hormiguero o entrenar con Jorge Blanco y José Luis Serrano Valero? ¿Qué importancia tiene el deporte en su vida?

—Una vez le pregunté al cardiólogo Valentín Fuster cómo se organizaba porque era imposible que llegase a todo y me contestó: “A todo no llegaré, pero siempre establezco un orden de más importante a menos importante”. Yo le dije: “¿Y qué está en primer lugar de su lista?”, él me contestó: “Hacer deporte… puede que pierda un avión, pero no me saltaré el entrenamiento”. Si esto te lo dice uno de los cardiólogos más importantes del mundo hay que hacerle caso.

—¿Qué puede contar de ese Pablo Motos desconocido para el público y que les sorprenda?

—Me gusta mucho meditar, practicar yoga y otros deportes como el wakeboard, el wakesurf, el boxeo… Mi comida favorita es el pollo asado con patatas, el arroz al horno y la paella.

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—¿Y un lugar donde perderse?

—O New York o el desierto. Esos son dos viajes que seguro que salen bien.

—En la agenda de su móvil habrá multitud de contactos de gente conocida. ¿Cuántos puede tener?

—Pues hay unos cuantos… La mayoría con nombres en clave para que, si me lo roban, no se enteren de mucho (risas).

Un programa de éxito

El Hormiguero estrenó este mes de septiembre su temporada número 17 y, aunque las primeras se emitieron en Cuatro, tras el salto a Antena 3, el programa se ha convertido en uno de los buques insignia de Atresmedia y de los que más audiencia y éxito le dan al grupo.

Un Premio Ondas en 2008, la Rose D'Or al mejor programa de entretenimiento en 2009, dos nominaciones a los Emmy en 2011 y 2012, varios Premios Iris, TP, y un Premio Nacional de Televisión 2016 son algunos de los galardones que tienen Pablo Motos y Jorge Salvador en el despacho de la productora del programa, 7 y Acción.

No obstante, Motos no solo ha cambiado físicamente en todos estos años gracias a sus rutinas deportivas, sino que su vida, en general, es muy diferente a sus tiempos en la radio. “He cambiado mucho, es una tontería negarlo. Mi vida antes de este programa era muy diferente porque tenía más tiempo libre, pero también ha tenido cosas buenas, como que he conocido a mucha gente interesante gracias a El Hormiguero y eso es un regalo que no tiene precio” asegura el valenciano.

Pablo Motos durante uno de sus ejercicios.

Pablo Motos durante uno de sus ejercicios. Cedida

Además, la experiencia es un grado, y es consciente que ahora mismo, lo único que le pide a la vida es ser feliz y “que mi gente y yo tengamos salud. A medida que te haces mayor te das cuenta de que todo lo demás no es tan importante como pensabas”, admite.

—¿Se plantea un futuro sin El Hormiguero? ¿Quién pondría al frente del programa si decidiera retirarse de la televisión?

—Soy incapaz de predecir el futuro, además, cuando lo intento, casi siempre lo incumplo porque la última vez que lo hice fue cuando dije en la radio que jamás volvería a la televisión y mira…

—¿Posibles sustitutos al frente del programa?

—Nuria Roca ha sido la encargada de presentar El Hormiguero cuando cogí la covid. Ya lo había hablado con ella un tiempo antes, por si acaso, y por eso comenzó a venir a los ensayos para practicar conmigo. Lo hizo de maravilla.

—¿Cómo es su día a día en El Hormiguero?

—Tengo una rutina casi militar (risas). Me levanto, desayuno, medito (usando las técnicas de Joe Dispenza, entre otras), veo las noticias, entreno (en el gimnasio o boxeo), y el resto del día escribo los temas de El Hormiguero. Los estudio, me reúno con mi equipo para ver las ideas que han surgido, pero no paro de pensar qué cosas podemos hacer, reescribo el guion del programa, ensayo, vuelvo a estudiar, y después de todo, llega lo divertido, abandonarme y hacer el programa.

—¿Cómo cree que es su estilo como presentador?

—Creo que guste o no guste, para bien o para mal, soy siempre sincero en todo lo que digo en el programa. Sinceramente, pienso que el público está cansado del postureo y del buenismo, y si nos siguen es porque prefieren ver a alguien verdadero, aunque sea imperfecto.

—¿Ha vivido alguna anécdota curiosa con algún fan del programa?

—Siempre hay alguna situación que recuerdas especialmente porque después del programa siempre me quedo por si la gente se quiere hacer una foto conmigo. Los de seguridad montan una cola que algunas noches es bastante larga.

En una ocasión vi esperando en la fila a una chica que le pasaba algo. Dudé si me tenía que preocupar o no porque estaba muy inquieta. Cuando llegó su turno, me dijo que necesitaba hablar conmigo. El equipo de seguridad me aconsejó que no podíamos hacer eso, pero vi algo en la chica y sentí que este momento era muy importante para ella.

Entonces me contó que su marido había fallecido hacía varios días y que había recorrido media España para decirme que su pareja era igual “de puta madre” que yo. Que durante el último año, el momento más feliz del día, cuando ya estaba muy mal, era cuando veía El Hormiguero. Nos miramos, nos pusimos a llorar juntos y nos dimos un abrazo lleno de cariño que no olvidaré jamás.

También me sorprende que nuestra fama haya cruzado fronteras, me parece un milagro. Este año viajé a Miami (donde coincidió con Luis Fonsi) pensando que al otro lado del charco no me reconocería nadie, pero me pasé el viaje haciéndome fotos con seguidores de El Hormiguero (risas). La gente de fuera es muy amable, respetuosa y muy agradecida. La verdad es que es un gusto.

Pablo Motos junto a Trancas y Barrancas.

Pablo Motos junto a Trancas y Barrancas. Cedida

—Pero igual que hay seguidores, hay detractores del programa y de usted, sobre todo en redes…

—Jamás he entrado en Twitter y lo recomiendo, deja esa red social y tu vida mejorará. La verdad es que no he contado las ocasiones que he metido la pata o que no haya gustado lo que he dicho en el programa. Hay veces que en el directo las conversaciones van muy deprisa y puedes decir algo inconveniente, pero nunca hay mala intención.

Colaboradores de todo tipo

Por el programa han pasado multitud de colaboradores que continúan desde el primer día como Marron o Juan Ibáñez (la hormiga Trancas) y Damián Molla (la hormiga Barrancas); algunos fijos desde hace unos años como Pilar Rubio, Nuria Roca o Juan del Val; o míticos que ya no van a divertirse a El Hormiguero cada noche: Jandro, Flipy o El hombre de negro, entre otros.

Este año ha fichado a la actriz y cantante argentina Lali Espósito con su consultorio sentimental, y a Omar Montes, que debutó esta semana con su sección ‘Nos están engañando’, donde el artista explicó que “estoy harto de ver vídeos en internet y que nos la cuelen. Voy a ser el perito de estos vídeos, para probar si son verdaderos o falsos”.

Pablo Motos junto a alguno de sus colaboradores.

Pablo Motos junto a alguno de sus colaboradores. Cedido

Pero el experimento no le salió muy bien, y tanto el programa como Montes fueron el blanco de las críticas en redes sociales el pasado miércoles, calificando la participación del madrileño en el espacio de Antena 3 como "vergüenza ajena" o "payasada".

—¿Cómo afronta la temporada 17 de El Hormiguero y qué puede decir de sus nuevos colaboradores?

—Nuestro objetivo es siempre ser útiles, lo intentamos todos los días. Esta temporada queremos lograr momentos mágicos y realizar cosas que parecen imposibles siempre en directo, ayudar a los espectadores a desconectar de su día en el trabajo, de sus problemas… Este año tenemos como nuevos colaboradores a Lali Espósito y su consultorio; y a Omar Montes. Creo que él es una persona especial a la que le gusta ir por el lado salvaje de la vida. En cierta manera me recuerda, en algunas cosas, a Enrique San Francisco. Creo que si Omar fuese mi sucesor en El Hormiguero, yo vería el programa, lo que no sé es cuánto duraría en emisión (risas).

—Las primeras invitadas de este año, Sonsoles Ónega y Paz Padilla, estaban muy relacionadas con su grupo competidor, Mediaset. ¿Fue casualidad o premeditado?

—Fue casualidad, es más, cuando nos dimos cuenta de ese dato, estuvimos a punto de invitarlas en semanas diferentes, pero al final consideramos que eran dos personas excelentes e interesantes para la primera semana de la nueva temporada.

—En el programa que recibió a Ónega habló de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset. ¿Ha seguido hablando con él pese a su marcha de Cuatro?

—Mantengo una relación cordial con Paolo porque siempre se ha portado conmigo como un caballero.

Invitados que se le resisten

A lo largo de las 17 temporadas, Pablo Motos ha recibido la visita de cerca de 3.000 invitados, casi 1350 pertenecen al ámbito del cine, 620 músicos, unos 221 invitados del mundo del deporte, 750 pertenecen a otros sectores (televisión, periodismo, política, literatura, etc). Del total de invitados, casi 400 han sido visitas internacionales, incluyendo personalidades de Hollywood y grandes músicos.

Pablo Motos, con Santiago Segura en El Hormiguero.

Pablo Motos, con Santiago Segura en El Hormiguero. Cedida

Cuando esos invitados alcanzan las 10 visitas (todas presenciales, las de videollamada no las cuentan), Motos les hace entrega de su tarjeta de Invitado Platino, y en total hay hasta 64 personalidades que lo han conseguido ya. Pero solo tres han superado las 20 visitas al plató de El Hormiguero convirtiéndose en Invitado Infinity. Al lograr tal galardón, el presentador les hace entrega de un reloj con su nombre y, hasta ahora solo lo han conseguido Santiago Segura (26 visitas), Miguel Ángel Revilla (24) y Mario Casas (21).

Como curiosidad, entre los 60 invitados con más visitas solo hay dos extranjeros que son Invitados Platino, la italiana Laura Pausini, que con su visita el pasado 12 de septiembre ya acumula 14 presencias en el plató del programa de Antena 3; seguida por el actor argentino Ricardo Darín, con 12.

Pero uno de sus invitados más significativos es Will Smith, que ha visitado al valenciano en ocho ocasiones: “Mi golpe de suerte fue él porque, cuando vino, cantó el ‘Torito bravo’ de El Fary y aquello me hizo existir en España y en Hollywood. A partir de ese momento, ya nada fue igual”, recuerda el presentador. “Espero volver a verle en El Hormiguero”, desea el conductor del programa de Antena 3 pese a la polémica de Smith en los últimos premios Oscar.

—¿Qué invitado sigue resistiéndose y le gustaría que estuviese en el plató de El Hormiguero?

—Hay uno que me fascina, pero creo que será difícil entrevistarle, a menos venga a Europa a promocionar alguna de sus películas: es Brad Pitt. También me apetecería tener a Barack Obama.

—¿Tiene pensado repetir las entrevistas previas a las elecciones a los diferentes candidatos de los partidos como hizo en las últimas? Porque arrancó la temporada diciendo que no confía en los políticos…

—Es que creo, y lo que percibo como ciudadano, es que están más interesados en quién gana las elecciones que en cómo va el país. Aunque no me apetece mucho, sé que lo haré, y eso que es bastante problemático a nivel personal. En este programa los espectadores pueden conocer a los candidatos de una forma diferente a que lo hacen cuando conceden entrevistas de las digamos ‘oficiales’ o que ya saben que les van a preguntar. Yo intento que los espectadores vean quién es ese candidato que nos quiere gobernar, su personalidad…

Esmeralda Pimentel en 'El hormiguero'.

Esmeralda Pimentel en 'El hormiguero'. Carlos López Álvarez

—Ha sido muy crítico con Pedro Sánchez en el programa durante las pasadas temporadas. ¿Cómo valora todo lo que está haciendo ante la crisis derivada de la guerra de Ucrania?

—He sido crítico con Pedro Sánchez del mismo modo que lo fui con Mariano Rajoy cuando dicen unas cosas y hacen otras.

—¿Volvería a invitar a Santiago Abascal pese a las críticas que recibió tras su visita?

—Abascal fue invitado igual que todo el mundo que tenía representación parlamentaria de ámbito nacional. Así es la democracia. Al poco también vino Íñigo Errejón, pese a que no tenía esa representación, pero esa entrevista parece que no le molestó a nadie. Yo no tengo ningún tipo de inclinación con ningún partido político.