Juan José Cacheda (i) y su abogado, Luis Alfonso Pérez Nogués, con los expedientes frente al Ayuntamiento.

Juan José Cacheda (i) y su abogado, Luis Alfonso Pérez Nogués, con los expedientes frente al Ayuntamiento. Cata Zambrano

Reportajes REPORTAJES

Juan José, a por el Ayuntamiento de Kichi: lo denunciará por "enchufar" a exasesores de Carmena

El gaditano detalla a EL ESPAÑOL las presuntas irregularidades en un proceso de contratación público para cinco puestos de trabajo.

18 septiembre, 2022 02:22
Cádiz

Juan José Cacheda dice que va a ir "a por todas". De entrada, deja claro que no lo hace porque detrás haya un pataleo por haber quedado fuera de un concurso público para acceder a 5 puestos de trabajo. "Afortunadamente trabajo también con la privada y no me hace falta. Lo hago porque no voy a permitir que se me falte al respeto de esta manera". Ese a por todas se traduce en que está estudiando emprender acciones judiciales contra el Ayuntamiento de Cádiz "por dos presuntos delitos de prevaricación: uno, por un concurso público de contratación plagado de irregularidades", atestigua, y otro, "porque lo sucedido lo hemos puesto en conocimiento de la concejala de Cultura, Lola Cazalilla, y no se ha hecho nada", explica su abogado, Luis Alfonso Pérez Nogués, a EL ESPAÑOL.

A este periódico detalla Juan José las supuestas irregularidades que han minado el proceso de selección para la bolsa de trabajo y contratación temporal para el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT), promovido por el Ayuntamiento que dirige José María González 'Kichi'.

Juan José tiene los expedientes, y tiene también grabaciones -a las que ha accedido este periódico- en los que la gerente de Cultura "me pide que entienda que son personas y que contratan a la gente que conocen, porque les da confianza. Yo le respondí que esos no son criterios válidos para una selección, algo que admitió, para luego reconocer que lo que se ha hecho es 'un cantazo'… y en los que señala a los directores artísticos del FIT: Miguel Oyarzun e Isla Aguilar, miembros de la comisión seleccionadora "como los que tomaban la decisión de quienes acceden a esos puestos de trabajo".

Cultura y política

Miguel Oyarzun e Isla Aguilar fueron elegidos también mediante un concurso público para ser los directores artísticos del Centro Cultural Conde Duque bajo el mandato corporativo de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. En octubre de 2018, y con Carmena todavía con el bastón de mano, el Comité de Empresa de Madrid Destino les había activado el protocolo frente al acoso laboral. Al producirse el vuelco electoral, el cese fue inmediato. Fueron destituidos en noviembre de 2019 por el área que dirige Andrea Levy por "enfrentamientos con los trabajadores", debido a "la mala praxis en la gestión y a la sobreprogramación que da lugar constantemente a situaciones de tensión laboral por el incumplimiento de protocolos de trabajo fundamentales".

Tras su fulminante cese, la pareja envió un comunicado en el que detallaba que "la fragilidad que vive nuestro sector, la de los profesionales que vivimos de la cultura, se debe en gran medida a la injerencia política que imposibilita que los proyectos culturales y artísticos puedan crecer y desarrollarse en el tiempo. En este país existe una colisión entre los ciclos políticos y la cultura; y esta politización propagandística de la acción cultural es un signo inequívoco de una mirada antigua, tanto de las derechas como de las izquierdas, sobre la patrimonialización del derecho a la cultura".

En mayo de 2020 fueron rescatados por uno de los pocos ayuntamientos del cambio, con alcaldes y alcaldesas de izquierda, de los que quedaban tras la ola morada de 2015: el de Cádiz. El consistorio de 'Kichi' dio a dedo la dirección del Festival Iberoamericano de Teatro. Porque, con la inminente jubilación de su director, un funcionario del área de Cultura, estaba prevista la convocatoria de un concurso público de proyectos, pero la pandemia, justificaron, frenó los trámites administrativos para elaborarla.

La contratación de Aguilar y Oyarzun se hizo mediante un procedimiento directo y extraordinario. Tanto el Ayuntamiento de Cádiz como el INAEM, instituto que forma parte del Patronato del FIT, explicaron que esta forma de contratación era la "única opción posible, y por tanto la mejor" para que el FIT de 2020 pudiera celebrarse.

Tras anunciar la contratación a dedo, el consistorio gaditano advirtió que para el siguiente año sí se haría el concurso de proyectos, a 4 años para, dirigir para el FIT de Cádiz. Así fue. En 2021 convocaron el concurso de proyectos que ganaron los mismos Isla Aguilar y Miguel Oyarzun, y así se anunció a los medios de comunicación. Aunque tras ello, Oyarzun, sería contratado como asesor, ya que el concurso del Festival Iberoamericano de Teatro era para un único puesto directivo, por casi 43.000 euros brutos anuales y un manejo de 400.000 euros de presupuesto para el Festival. Era imposible contratar a dos personas para un único puesto.

Para su primer FIT, en 2020, la nueva dirección artística del festival contrató como coordinador de proyectos especiales a una persona que entre 2016 y 2019 había sido asesor de cultura y miembro del Gabinete del Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, es decir, bajo la batuta de Manuela Carmena y hasta la llegada de Martínez Almeida a la alcaldía de Madrid. Este asesor es uno de los que han sido seleccionados y que actualmente desempeña el puesto de director de producción del FIT, en el proceso que Juan José Cacheda denuncia como irregular a EL ESPAÑOL.

Detalle del CV de quien resultó elegido como director del FIT en el proceso de selección.

Detalle del CV de quien resultó elegido como director del FIT en el proceso de selección. E.E.

En los requisitos para el puesto figuraba estar en posesión de un título oficial B1 en inglés. "Este señor primero quedó excluido porque no figuraba el B1 en la documentación. Luego presentó un documento que decía que tenía un C2, pero sin validez: presentó un papel con los resultados de un test hecho por internet", especifica Juan José Cacheda.

No es la primera vez que el festival se ve envuelto en la polémica política. Al estupor que causó en el sector cultural gaditano y andaluz la designación de Isla Aguilar y Miguel Oyarzun, se le une que, en 2021, contrataron 'La pandemia en germinal', como espectáculo del FIT. La obra era de Marcelo Expósito, artista, pero también político, miembro de En Comú Podem y ex Secretario Tercero del Congreso.

Para la obra contratada -y que formaba parte de la programación oficial de un festival internacional que cumple este 2022 su trigésimo séptima edición- no había ni escenografía, ni actores. En Cádiz tuvo lugar su estreno mundial. Consistía en reproducir un audio de entrevistas conectando el sistema de sonido del teatro y darle a la tecla play. Expósito cobró 7.000 euros por ello. 

Las presuntas irregularidades

Juan José abunda en que la relación de puestos de trabajo para la convocatoria pública para el FIT era de cinco puestos: asistente de producción, dirección de producción, encargado de producción, jefe de producción y jefe técnico. "Había que presentar una memoria profesional, además de cumplir con todos los requisitos", explica Cacheda, quien posee un Grado Universitario en Gestión Cultural, 27 años de experiencia en el sector y es productor de espectáculos de envergadura para artistas como Manolo García, Estopa, o en festivales como el Espárrago Rock o el Viña Rock, además de haber trabajado como empresa externa de servicios para el mismo FIT. El último gran concierto que ha producido ha sido este verano en Cádiz para Alejandro Sanz.

"Además de que se dieron por válidas titulaciones universitarias expedidas en otros países y no homologadas en España, exigían una experiencia profesional mínima de dos años. Hay personas seleccionadas a las que se le otorga puntuación por experiencia laboral sin haber presentado la vida laboral. La persona a la que le han dado el puesto de jefe de producción técnica tiene una vida laboral de 7 meses trabajando para una empresa de ascensores, otros 11 para una ETT y de otros de seis meses y 20 días, en los años 2018, 2019 y 2020… trabajando para el Ayuntamiento de Cádiz". También ha presentado, entre varios cursos de UGT, un documento que refleja su trabajo -desinteresado y sin remunerar- en una asociación cofrade de la que es presidente.

Su indignación se acrecienta cuando habla del puesto de encargado de producción. Porque la memoria presentada y que fue evaluada con 7 puntos consta de medio folio "en el que, básicamente, dice que es muy buena gente", destaca este gaditano quien, con su amplia trayectoria, recibió 8 puntos por la detalladísima memoria que presentó. "Esto es un insulto a la inteligencia y una falta de respeto, porque la designación de puestos lleva aparejada entrar en una bolsa de empleo pública". 

La memoria de actividades del que se hizo con el puesto, valorada con 7 puntos.

La memoria de actividades del que se hizo con el puesto, valorada con 7 puntos. E.E.

Una vez culminado el proceso, Juan José Cacheda siempre quedaba al límite. El segundo, el segundo, el tercero...

-¿Cuándo vio que se quedaba fuera, qué hizo?

-Solicité los expedientes, que por cierto me dieron sin pedirme firmar un recibí después de muchas visitas a la delegación de Cultura donde siempre me respondían que estaban preparándolos. También me dieron los videos de las entrevistas personales, excepto la del asesor de Carmena, que no está. Al verlo todo, me reuní con la gerente de Cultura, que estaba en el comité seleccionador como presidenta. La primera vez la reunión fue a petición suya, de manera informal, en una cafetería, y la segunda ya en un despacho. Le pregunté si había visto los expedientes y me dijo que no. Empecé a enseñárselos. Me dijo que algunos eran, literalmente, un cantazo por las irregularidades. Pero también me dijo a modo de justificación, que yo tenía que entender que ellos contrataban a la gente que conocían. Yo lo que quiero saber es en qué parte de las bases ponía ese requisito.

Luego se la encontró por la calle. "Me dijo que no se iba a hacer nada y que yo hiciera lo que tuviera que hacer, es decir, recurrir a la vía legal". A continuación, Juan Cacheda subió un escalafón y pasó del técnico al político. Solicitó reunirse, acompañado de su abogado, con Lola Cazalilla, la concejala de Cultura y Fiestas del equipo de José María González ‘Kichi’.

"No nos daba la reunión. Tuve que requerírsela por burofax, detallando en él que, de no atendernos, acudiríamos a la Fiscalía", explica Luis Alfonso Pérez Nogués. También la grabaron.

Juan José Cacheda y su abogado, frente  al Espacio de Creación Contemporánea, una de las sedes de Cultura.

Juan José Cacheda y su abogado, frente al Espacio de Creación Contemporánea, una de las sedes de Cultura. Cata Zambrano

Fue ahí donde se enteró que a Miguel Oyarzun lo habían contratado de asesor, "pero cuando le pregunté que cuándo, se quedó callada. En el momento de la selección parece ser que no era absolutamente nada. No sabemos en calidad de qué estaba ahí". Aquella reunión, forzada mediante un requerimiento, tuvo lugar el 1 de julio. "La concejala quedó en llamarnos, y hasta el día de hoy", zanja Juan José Cacheda.

-¿Puede probarlo?

-Además de toda la documentación, lo tengo todo grabado.

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Cádiz, que ha respondido que "hubo una reunión con esta persona y se puso en conocimiento de los servicios jurídicos del Ayuntamiento la situación, sin encontrar ninguna irregularidad en el proceso".

De izquierda a derecha, la concejala, Lola Cazalilla, el alcalde de Cádiz, el director del INAEM y Oyarzun e Isla, en la presentación del FIT en Madrid el pasado junio.

De izquierda a derecha, la concejala, Lola Cazalilla, el alcalde de Cádiz, el director del INAEM y Oyarzun e Isla, en la presentación del FIT en Madrid el pasado junio. Ayuntamiento de Cádiz

Advierten que "el compromiso de la delegación de Cultura y Fiestas fue el de reunirnos de nuevo para, junto a los servicios jurídicos del Ayuntamiento, aclarar aquellos aspectos que (Juan José Cacheda) entendía como irregulares. Seguimos a disposición para ello y obviamente tiene todo el derecho a reclamar lo que considere oportuno. Por parte del Ayuntamiento se cumplió con lo que iba a hacerse y seguimos abiertos a poder aclarar cualquier cuestión".

Además de las supuestas irregularidades documentales y de puntuaciones en el proceso de selección, Cacheda enumera además que "no tuve conocimiento previo de las identidades de los componentes del comité de selección, ni apareció publicada la identidad de estos miembros; no se publican los criterios de baremación, solo una relación con los aspectos que se valoran, pero no los criterios que aplican una u otra puntuación en cada apartado; no se nos entregan, a pesar de haberlo requerido, copias de las actas de las reuniones del tribunal de selección; no se respetan los tiempos para la presentación de los recursos oportunos tanto en la primera fase como a la hora de poder recusar a ninguno de los miembros del tribunal…". Un no parar.

-¿Cómo calificaría el concurso al que se presentó?

-Como un paripé. Me da pena por los que han quedado fuera y no tienen nada. Saben todo esto, pero no tienen capacidad para denunciarlo. Yo lo hago porque creo que no puedes dejar que se rían de ti con esa impunidad. Lo que ellos, el Ayuntamiento de Cádiz, no sabían es que yo tengo el amor propio, el empeño y el tiempo para que esto no suceda más.